Puedes planear toda tu vida con esa persona especial pero, ¿ Y si el destino tiene otros planes?
Sólo el verdadero amor podrá seguir adelante
Dios destruye tus planes,
antes de que ellos te destruyan a ti
TURBULENCIA
San x Wooyoung
Wooyoung x San
...
Este capitulo contiene escenas muy explicitas lemon, sino quieren leerlas respetare eso... Naaaaahhh ahí vienen todas las bebesas a leer detenidamente 😅😈.. Pero enserio.. Advierto pues.. Listo Read
⚠️+18⚠️
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Estaba excitado, FELIZ, Pero sobre todo muy excitado, feliz de estar demasiado excitado? Tal vez!!! San me había pedido matrimonio. No se pero hervía todo mi cuerpo, sus manos quemaban al pasar, pero me encantaba como quemaban, no quería que dejara de tocarme, quería su lengua paseando por todo mi cuerpo, un rico y hermoso hormigeo nacía de mis genitales para exparcirse por todo mi cuerpo en olas de escalofríos. Estaba decidido, quería ser suyo. Me tomó de la cintura y me apagó a él (estábamos parados en la puerta de nuestro aparto-habitación, al entrar a la habitación mientras él cerraba la puerta lo sorprendí pegandolo a la puerta), desde que me besó en la reunión después de ponerme ese anillo sentí unas ganas locas de hacer el amor con él. Tal vez debe ser porque me sentí jodidamente amado por este condenado Naga. No aguanté mucho y le dije que tenía sueño que quería que nos viniéramos y el muy consentidor no refutó, y ahora lo tengo o mejor dicho él me tiene, contra su pecho. No aguanto... No aguanto más - Hazme tuyo San... maldita sea hazme tuyo - me frotaba desesperadamente por todo su cuerpo.
- Ok - susurró entre besos y respiraciones aceleradas ahogandonos por no querer dejar de besarnos - pero... Agj.. ¿Estás seguro?
- Si... Agj - le apreté el cuello, lo apegue más a mi- Si mierda... Más que seguro.
- ¡¡Ok Ok!! No te desesperes vida!! Aqui estoy para ti!! Tranquilo - me tomó de las mejillas los dos parecíamos tomates y nuestras respiraciones eran un desastres, sin contar nuestro penes, esos niños estaban más que listos para la acción, y yo de verdad estaba hecho un caos.
- ¡¡Amor por favor!! Los protocolos de romance los tenemos para el próximo ahora quiero que sea rapido, salvaje y desenfrenado - ni deje que respondiera, lo callé con un beso agresivo, y empecé a arrancarle los laterales de su camisa, sus botones salían disparados y no se por que eso he ir observando como su pecho iba quedando al desnudo, me estaba excitando a lo maldita sea - te deseo con locura Choi San.
- Y yo a ti Jung Wooyoung... Nunca a nadie más he deseado tanto como a ti - me besó desesperado, entonces como que entendió lo que quería, me pegó a la pared cargandome, tomando mis glúteos y haciendo presión en nuestros miembros, sentí una puntada maravillosa en mi ingle, Enrede mis piernas en su cintura, y nos besábamos desenfrenadamente.
Empezó a caminar, pero yo de lo unico que me dedicaba era de mover mis caderas para sentirlo cada vez más y de besarlo de las mil y un maneras que nunca lo había besado, o bueno de lo que yo recuerde. Quiso subir las escaleras a la habitación y me negué - No San... en el mueble - me quité la camisa de un arranque, al sentir que me colocaba en el mueble fue que me di cuenta que me había obedecido, se acostó encima de mi, y fue bajando con besos por mi cuello, clavícula, pecho, frenó allí y empezó a chupar uno de mis pezones como un esquizofrénico, me estaba enloqueciendo, y empecé a gemir, luego pasó al otro, mientras se lo comía igual que el otro, mi pene dolía y empecé a levitar mis caderas para sentir su pelvis, estaba desesperado en moverme, en liberarme, dejó mi otro pezón y bajó, besó los vellitos de mi vientre y chupó mi ombligo mientras desabrochaba mi cinto y pantalón, luego se levantó y sacó mi pantalón de un jalón, su mirada era oscura, sus labios rojizos, su cabello seximente despeinado, empezó a desabrochar su pantalón mientras me miraba con juluria, mi pecho subía y bajaba, empecé a tocarme mientras mordía mis labios, él mordió los suyos y me sonrió lascivamente, demonios, me desarmó, podía jurar que me estaba derritiendo - ven aqui Dragón - le estiré un brazo el otro no dejaba mi pene tranquilo.