TURBULENCE "Te Estoy Amando" {WOOSAN VER.}

CAPITULO 28

San lloraba desesperado, por fin se había quebrado, tanto tiempo aguantando, tratando de ser fuerte para él, en el fondo se estaba destrozando, por el miedo de volverlo a perder, la angustia de que si volverá su memoria, la ansiedad de que todo avancé, conviene caminar con patitas de algodón para no herir susceptibilidades, aprender todos los días de que es un día nuevo, que es como empezar de cero, acostumbrarte a que es como que sí tú también perdiste la memoria, un amor incontrolable qué es lo que te hace a veces obsesionarte de qué tal vez, sólo tal vez, puedas volver a perder a esa persona tan preciada, tantas cosas en su cabeza, tantos sentimientos en su pecho, el dragón se quebró, qué más podía hacer al escuchar esas palabras nuevamente

"podrían matarme y nacer de nuevo, y lo haría otra vez"

Qué curiosa es la vida, Qué curioso es el ser humano, que curiosa es la memoria, como un Wooyoung "nuevo" con una memoria reseteada, por asi decirlo, puede tocar fibra con tan sólo unas palabras, palabras que en el pasado fueron casi como un decreto, decreto que infunda miedo y miedo que todavía no se desvanece, ese miedo está allí, porque antes estaba seguro de que Wooyoung siempre sería de él, siempre lo amaría pero "y si"... es lo que ronda su cabeza "y sí, Y sí" "Y si esto" "y si aquello" "y si Lo pierdo" "Y si me deja nuevamente" "y si no se casa conmigo" "y si se arrepiente", es lo que tan sencilla y llanamente fue el punto de quiebre de Choi San.

-¡¡Amor!! amor Mírame no llores aquí estoy - Wooyoung se volteaba para tomarlo de la barbilla.

- ¿Y si te vas? y Si te vuelves a ir? y si me vuelves a dejar? - el flaco no podía más ese hombre positivo, entusiasta, Estaba perdido en ese fracción de tiempo, en ese pequeño cuarto de baño donde sólo dos almas dos amante, dos corazones estaban, sólo allí ese hombre no era el que siempre veían, no era el que Wooyoung conocía, (lo que su memoria registraba), veía este Choi San... parece un bebesito con miedos como si algo escalofriante invadiera su cabeza, sin prestarle atención, pareciera que una oscuridad se hubiese presentado frente a sus ojos y no lo dejaba ver con claridad - yo no aguantaría.... Si tú te fueras nuevamente... soy yo el que se quitaría la vida...

- No no no no ¡¡no digas eso!! Oye Mírame ¿me estás escuchando? ¡San Mírame! - Entonces le obedeció - aquí estoy y no me voy a ir, aquí estoy y estaré siempre me entiendes - veía el miedo en sus ojos - me estás entendiendo - El pequeño flaco sólo asintió como con dudas - Estoy seguro que no me quiero ir a ningún lado Estoy seguro que quiero estar contigo estoy seguro que tú eres mi bienestar Entonces porque tú, tú qué recuerdas todo ese maravilloso pasado, tú qué recuerdas todo nuestro amor porque tú dudas porque vas a dudar si yo que estoy incompleto, no estoy dudando - entonces San con mucho desespero lo besó, lo apretó a su pecho y tomando su nuca lo beso con ansiedad.

- Mío... Sólo mío y nada más que mío siempre mío... - dijo un dragon jadeante.

- Si tuyo... soy solo tuyo... y nada más que tú... - Woo lo abrazaba con devoción necesitaba transmitirle lo que él sentía. Se dió cuenta que ver a San descompensado era una daga en su corazón. Esa tarde en casa de sus padres cuando apareció ebrio por lo del divorcio y ahora verlo llorar así, estaba convencido que jamás haría algo para dañar a ese hombre que tan especial era para él, su amor preciado. Wooyoung haría lo que fuera para hacerlo feliz, porque era lo que el dragón merecía, y si él era su felicidad pues Woo le bajaría el cielo - vamos a salirnos si? Nuestros deditos parecen pasitas dulces jeje.

San sonrió le dio un ultimo apreton acompañado de un beso y salieron de la tina, estaban cansados exhaustos de tan hermosa y agitada velada, los dos compartían un sentimiento, fundirse en sus abrazos y descansar en paz porque estaban juntos y así sería siempre...

★

Oye amor donde dejaste el contacto telefónico de la floristería.... - Woo se asomaba al balcón del jardín con unos pantalones blancos que le quedaban a decir verdad super señidos (¿como entraron? Era la pregunta que podía hacer quien lo viera) pero a San los ojos se le iban a salir.