Capítulo 5

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—¡Es que eres un tonto!

—Deja de regañarme o te sacaré a patadas de mi casa —el rubio gruñó levemente cuando el menor pasó aquel algodón con alcohol por su mejilla lastimada.

—Como si pudieras hacerlo, milagrosamente estás vivo —Yeonjun le sonrió de manera cansada.

Sabía que estaba mal darle todas esas molestias a Beomgyu sabiendo como era el menor, Gyu podía ser un temible tigre según muchos, pero al lado de Yeon se volvía un tierno gatito juguetón que se preocupaba por el mas mínimo detalle.

¿Y como no?

Yeonjun había crecido huérfano, no tenía idea de quién era su padre y su madre... bueno, no sabía que había pasado con ella cuando los militares habían atacado la zona que habitaban.

El rubio había aprendido a sobrevivir hasta que la madre de Beomgyu le había encontrado y decidió cuidarlo como si fuese su propio hijo, la señora Choi era demasiado cariñosa y le quería demasiado, pero con su nuevo matrimonio, Yeonjun ya no se sentía cómodo viviendo con ella, no le agradaban los humanos.

No hasta que conoció a Soobin...

—Deja de sonreír, me das miedo —la voz de Beomgyu le hizo volver a la realidad.

¿Estaba sonriendo? Ni siquiera se había dado cuenta, pero el solo pensar en aquel chico de adorables hoyuelos le hacía olvidar todo el dolor de sus recientes heridas.

—Soobin..., ¿él está bien? —habían pasado un par de días desde su pelea con el otro híbrido y tal como había dicho su amigo, milagrosamente estaba vivo.

Se había arrastrado a un lugar seguro y había quedado inconsciente, no supo cuanto tiempo lo estuvo, hasta que encontró un poco de fuerza para llamar a Beomgyu, haciendo que el chico le llevase a su departamento.

—La alarma se levantó, pero el no fue a clases, así que no lo sé —Yeonjun suspiró, esperando que el pelimorado estuviese fuera de peligro.

En su mente, aún tenia grabado con claridad el rostro aterrado del menor, la sangre manchando el suéter blanco que él chico usaba aquel día, el sólo pensar en que hubiese pasado si no hubiera llegado le causaba ira y estaba frustrado por no llegar antes para evitarle una herida que dejaría huella.

—Estoy seguro de que está bien, así que quita esa cara de querer matar a alguien —Yeonjun volvió a gruñir provocando una risa en Beomgyu—. Realmente te importa ese humano.

—Él es diferente.

—Estoy seguro que si, pero por ahora debes descansar, Romeo, volveré después de clases para cambiar tu vendaje.

—No es lo que estas pensando —se quejó mientras el menor lo ayudaba a recostarse y le cubría con una manta como si fuese un niño pequeño.

—No he dicho nada —Beomgyu rodó los ojos ante los reclamos del rubio—. Nos vemos mas tarde y no te atrevas a salir de esa cama, Choi, me enojare si lo haces.

—De acuerdo, mamá —Yeonjun sonrió mientras el chico salía quejándose por haberlo preocupado tanto.

Pensó de nuevo en Soobin y su corazón revoloteo entre la preocupación y un sentimiento desconocido.

La sensación de querer levantarse y buscarlo para asegurarse de que estaba a salvo le invadió, aunque era imposible, Yeonjun nunca había resultado herido aún si se metía en peleas a menudo, sin embargo, ver al otro híbrido haciendo daño al menor le puso agresivo.

Aquel otro puma era fuerte también, así que ninguno había salido bien de la pelea.

Pero Yeonjun nunca permitiría que alguien volviera a dañar a Soobin, aún si eso significa estar en contra de los suyos.

𝑷𝑼𝑴𝑨 (𝒀𝒆𝒐𝒏𝑩𝒊𝒏 𝑨𝑼)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora