Dos

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Una semana, una maldita semana llena de tortura había pasado Bakugou, aguantando los coqueteos de Kirishima hacia Mina y las estúpidas flores saliendo de su boca cada que los veía. Ya se estaba hartando de todo, cada vez que le daban las nauseas y los ataques de tos estaba en el lugar equivocado y ya sus amigos le preguntaban que si estaba bien, por suerte no llegaban a ver las flores o la sangre y el solo respondia que no tenían por que preocuparse.

Al parecer le hacían caso al rubio pero Midoriya no parecio creerse nada, siempre estaba detrás de Bakugou y por más insultos que este le dirigió no lo dejo en paz, así que en un día de mala suerte -como todos- Bakugou tuvo que ir al baño en medio de la clase de Aizawa dejando a este con la palabra en la boca y no se dio cuenta cuando el de pecas fue detrás de el, para ver si por fin podía sacarle alguna respuesta.

— E-eso...¿s-son flores...?

Maldijo cuando escucho la voz de Deku detrás de el, se irguió y limpio su comisuras. Lo que faltaba, que el maldito cabeza de brocoli se enterara. Bakugou le gruño furioso y Midoriya retrocedió varios pasos asustado, el rubio quería matar al otro de un solo puñetazo pero contó hasta diez y aguanto a partirle la cara.

— Vete.

— N-no...Kacchan, estoy preocupado...

— ¡Me vale, ahora no es buen momento para tus estúpidas pre-

Bakugou no pudo terminar la frase cuando otra tos hizo aparición, dejando al peliverde sorprendido al ver varios pétalos rojos acompañados de hileras de sangre salir de su boca.

— ¡K-kacchan, no estas bien, t-te salen flores de la boca!

— ¡No me digas! .— Katsuki recupero el aliento en unos segundos y dio una patada a la puerta del cubículo y se acercó amenazante hacia Midoriya. — Escúchame, dices una sola palabra sobre esto a alguien y te dejo la cara irreconocible.

Midoriya trago nervioso y asintió a lo que dijo el rubio, el cual suspiro con desgan ¿Tenia que decirle? Sabria que el peliverde no se quedaría callado y lo molestaría con eso asi que mejor le contaba sobre lo que le pasaba.

Le explicó todo, el pequeño no lo interrumpió ni hizo caras cuestionables, Bakugou pensó que tal vez Midoriya se estaba burlando de el internamente por cada cosa que decía, por que si, también le contó sobre su enamoramiento hacía Kirishima y el peliverde solo pudo tapar su boca con un pequeño brillo en sus ojos.

— ¿T-te gusta Kirishima? Dios, lo sabía, te ponías rojo cada vez que lo veías, aunque es triste que el no te corresponda...

Bakugou puso los ojos en blanco y quizo castrar al pequeño Deku cuando este hizo ese comentario ¿Enserio era tan obvio? Agacho la mirada con lo último y sintió su pecho apretarse, no quería que le tuvieran pena ni nada parecido, se sentía mal pero debía de afrontar todo por que el se convertirá en el héroe #1 y se deshará de esos estúpidos sentimientos.

— Tsk...solo no digas nada Deku.

— No lo hare.

La pequeña sonrisa que Midoriya le dirigió a Bakugou lo hizo sentir tranquilo, pero no lo demostró y así que con una mueca molesta salio del baño con el peliverde siguiéndole.

Midoriya parecía estar muy incómodo detrás de Bakugou, el cual también lo estaba ¿como no si le acaba de contar a su amigo que tenia un enamoramiento por el pelirrojo más lindo de toda la escuela? El rubio considero que enterrar vivo a Deku sería una buena idea para que no abriera la boca y hablara, pero por primera vez quiso confiar en su amigo.

— ¡Hey Bakugou!

Katsuki se quedo plasmado al escuchar la voz de Kirishima llamándolo, no volteó, es más, siguió caminando pretendiendo que no escucho al pelirrojo.

Hanahaki Disease •KiriBaku•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora