𝙦𝙪𝙞𝙣𝙩𝙤 𝙖𝙥𝙤𝙙𝙤

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Los ojos de Riki parecieron iluminarse al observar la gran instalación con varios focos de luces brillantes alrededor del nombre del local que claramente decía "Arcade". Pronto llegó a su lado su mejor amigo, quien se aferró al brazo de el otro dando pequeños saltitos de emoción. Hacía mucho tiempo que no salían a ese tipo de lugar. Además de que había un pequeño motivo que les daba oportunidad de alcanzar la euforia en su máxima expresión y es que ésta vez no solamente eran ellos, los acompañaban Sunghoon y Jungwon que por insistencia de los otros dos decidieron hacerlo.

—Eh, tranquilos.— Les regañó Park con burla. 

Justo al entrar al establecimiento ambos mejores amigos salieron disparados hacia lados opuestos, seguramente en busca de su juego preferido. A pesar de los constantes llamados que les hacían, Ni-Ki y Jake les habían ignorado completamente. 

Jungwon soltó un suspiro de exasperación, pues conociendo a sus amigos éstos seguramente causarían un desastre, ¿Que cómo lo aseguraba? Sencillo, un día los habían sacado de un parque de diversiones a causa del australiano por su actitud tan competitiva se puso a discutir con un niño de diez años ya que le habia golpeado con su carrito de juguete. 

—Tu turno de ir con Jakey.— Le dijo Yang comenzando a alejarse inmediatamente impidiendole a Sunghoon protestar, yéndose en la dirección en la que recordaba se había ido su querido Riki. 

Estiró un poco su cuello intentando divisar al de cabellos platinados que se comportaba como un niño pequeño. Entre aquel mar de máquinas era mucho más difícil encontrar a una persona.  

Le tomó pocos minutos encontrarle, con el ceño fruncido y con un tierno puchero formandose en sus labios tratando de tomar con ayuda de una garra de metal lo que suponía era un oso de felpa. 

—¿Necesitas ayuda?—Preguntó sin poder reprimir una sonrisa sobre sus labios. El menor negó con la cabeza. 

—Ya casi lo consigo.—Justo en el momento en el que pronunció aquello la máquina avisó que nuevamente había perdido. Ahogó un grito de frustración.- Esta máquina no sirve. 

Jungwon soltó una carcajada, causando que Nishimura le lanzara una mirada filosa. 

—Lo siento.— Se disculpó cubriéndose la boca con una mano.-¿Puedo intentarlo yo? 

El más alto se encogió de hombros al momento en que se apartaba.—De todos modos, no creo que puedas. Esa máquina es una estafa. 

Yang tomó el mando con decisión y centrando toda su concentración en el juego, guió la garra hasta la altura del peluche apretó el botón y el objeto metálico lo atrapó. Una sonrisa tembló sobre sus labios no quería celebrar aún. Por fin el oso azulado cayó y pudo sacarlo de la máquina. Cuando lo tuvo en sus manos se lo tendió a Ni-Ki.

—Para ti.—Pronunció con suavidad viendo como el rostro del menor se comenzaba a poner de todos los tonos de rojo que pueden existir. Riki tomó el regalo con algo de duda además de la vergüenza que comenzaba a apoderarse de él . 

— Teddy.— Pronunció el menor casi en un susurro.

—¿Eh?— Jungwon se acercó más a él pues no había escuchado bien lo que había dicho el otro. 

—Teddy Bear.—Volvió a repetir el platinado alzando su tono de voz apretando al pequeño oso contra su pecho.—Así te llamaré.

—¿Y eso significa..?— Jungwon alzó una ceja.  

—Osito de felpa.— Le sonrió.  No era tan bueno en inglés como el otro y en verdad tampoco podía creerse que Nishimura le estuviera llamando por un apodo.  

La sensación que le causó fue bastante cálida y, de algún modo le emocionaba el que el menor comenzara a tomarle la suficiente confianza como para inventarle un apodo. 

Porque era muy reconfortante para Jungwon que simplemente hasta su nombre fuese pronunciado de sus labios.

𝗔𝗣𝗢𝗗𝗢𝗦 ➤ wonkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora