𝙨𝙚́𝙥𝙩𝙞𝙢𝙤 𝙖𝙥𝙤𝙙𝙤

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La música resonaba por toda la casa de los Nishimura, mientras está era acompañada por gritos de felicitación por parte de todos los presentes, deseando a quien se cruzará en su camino un feliz y  próspero año nuevo. 

Jungwon, quien se encontraba sentado en uno de los sofás individuales veía la escena completamente ajena a su entorno, y ésto era a la ausencia de el anfitrión de la casa, que se había desaparecido hace no más de diez minutos junto a Sunghoon. 

Bufó. 

Últimamente, ese par se encontraba más unido que de costumbre y eso le llegaba a irritar de una manera tal, que ni él mismo podía entender. 

Miró nuevamente la hora en su teléfono mientras comenzaba a mover uno de sus pies de arriba a abajo, impaciente. 

11:49 p.m 

¿Qué estarán haciendo esos dos? Se preguntaba mientras comenzaba a jugar con sus manos en un intento de disminuir su desesperación. Ambos chicos se habían alejado un poco de la fiesta y prácticamente ya los había perdido de vista desde hacía buen rato. 

Se levantó de su asiento y se dirigió a la cocina, pero Nishumura no se encontraba ahí, ni Sunghoon. 

Sin embargo, Jake si. El castaño al verle le hizo un par de señas para que se acercase. 

—Hey!—Saludó con su característico tono enérgico. 

—Hola.— El chico de ojos felinos hizo un vago intento por sonreír, mas lo que había conseguido sólo era una mueca.—¿Sabes dónde está Ni-Ki? 

Shim se encogió de hombros mientras bebía del vaso que llavaba en mano.—Está con Hoon arriba.—Señaló en dirección a las escaleras mientras elevaba sus cejas de arriba hacia abajo de manera sugerente.

—¿Tú crees que..?—El chico negó con la cabeza antes de que pudiera terminar la pregunta, como si supiera lo que iba a cuestionar.

—Aunque ya llevan un buen rato allá.—Soltó con el australiano esperando que Jungwon le siguiera el juego, sin embargo, lo único que hizo Yang fue fruncir el ceño y dirigirse inmediatamente hacia las escaleras, dejando al otro chico ahí algo confundido. 

Justo cuando iba a subir las escaleras una voz le hizo quedar congelado. 

—Jungwonnie hyung.—Esa voz que conocía muy bien retumbó en todo su ser mientras su corazón se aceleraba.—¿Qué haces aquí? 

Sus mejillas se colorearon de un tono rosado cuando sus miradas se cruzaron, viendo como Riki le miraba curioso. Esperando a que respondiera su pregunta. 

No debía de estar ahí. 

El silencio que les invadió lo confirmaba. Ni siquiera sabía que responder. 

—Ejem.—Carraspeó Sunghoon.—Yo.. Iré con Jakey. 

Justo cuando el de piel pálida pasó a un lado suyo, le guiñó un ojo, haciendo que un repentino desconcierto ocupara lugar en su rostro. 

Cuando volvió su vista hacia Nishimura sus ojos se agrandaron de una manera tal que hasta Ni-Ki se ruborizó ante la acción. 

Y es que no era para menos, el atuendo del anfitrión de la fiesta era más que espectacular, y le hacían resaltar de una manera única. Opacando a los demás con aquella fina y brillante tela en su traje que se ceñían perfectamente a su cuerpo. 

Como si fuera de la realeza. 

Su belleza simplemente era para quedarse sin palabras.

—Hyung.—Le llamó nuevamente rascándose la nuca ante su mirada tan atenta, en vano intento desviar un poco la atención de él .—¿Te parece si nos vamos con los demás?

—Por supuesto, principe.—Contestó Yang tras salir de su trance, haciendo que él de cabellos platinados bajará su mirada, apenado del nuevo apodo de su amigo. 

Últimamente, estos le avergonzaban mucho más que de costumbre. 

El pelinegro buscó la mano ajena decidido y sonrió ladinamente.—Déjeme escoltarle, príncipe Riki. 

El tono grave en que lo dijo causó una risita tímida en el más alto asintiendo con lentitud ante la sugerencia del mayor, siendo guiado sin objeción por el camino hacia la cocina.  

Al llegar con sus amigos, escucharon a los demás decir al unísono un 'Felicitaciones' y todos los presentes se abrazaran con esmero. 

Jungwon abrazó al menor con fuerza mientras una gran sonrisa juguetona en su rostro se asomaba. 

—Felicidades, príncipe.—Susurró en su oído para después separarse rápidamente y ver la reacción en su menor. 

Sonrió con satisfacción al ver un tenue sonrojo en el chico e inmediatamente una calidez invadió su pecho, al pensar en sólo una cosa: 

Él era el único que lo podía hacer sonrojar de aquella manera. 

Yang Jungwon era él único que causaba tales emociones en Nishimura Riki. 

Un año nuevo comenzaba por fin. 

Y quizá.. Nuevos sentimientos comenzaban a surgir.

𝗔𝗣𝗢𝗗𝗢𝗦 ➤ wonkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora