¡Harry Potter y Katekyo Hitman Reborn! 2 {finalizado}

Capítulo 8 - Fotos

Un par de días después, Squalo obligó a Levi a sentarse en una silla frente a Harry, justo cuando estaba terminando su desayuno.

"¡Voi! Hazle el pelo al gilipollas. Lo que quieras", gruñó con saña.  Harry supuso que el desafortunado oficial del relámpago se había reído del brillante cabello rosa de Squalo, y el hombre de mal genio finalmente se había cansado de la falta de respeto.

El pobre oficial de lluvia había decidido que la mejor manera de lidiar con su nueva apariencia era ignorarlo y derribar a cualquiera que lo mencionara.  Ya había enviado una docena de esbirros a la enfermería.  Harry había sobrevivido manteniéndose fuera de su camino, lo cual no fue difícil cuando Bel parecía decidido a monopolizar su atención.  Era vergonzoso darse cuenta de que el chico de doce años estaba por delante de él en casi todas las materias académicas, pero eso no significaba que dejara a Bel sin hacer sus deberes.  El bebé espeluznante, Mammon, a quien Harry solo había conocido de pasada, le había dicho a Squalo que sería multado severamente si interrumpía mientras Harry estaba convenciendo a Bel de que hiciera algo productivo.  Eso parecía ser una amenaza suficiente para mantener a Harry a salvo.  Aún así, como precaución, Harry se había asegurado de tener su varita en todo momento y un kit de emergencia, lleno de pociones y productos de la WWW, en cada bolsillo.

Bel, el intrépido mocoso, se reía de Squalo mientras comía su camino a través de la montaña de pan tostado frente a él.  Resultó que nunca antes había hecho tostadas, y encontró un gran placer en experimentar con la configuración adecuada para el brindis perfecto.  Había pasado por todos los tonos, desde apenas cálido hasta el carbón antes de encontrar la temperatura adecuada para el marrón dorado.  Una vez que tuvo eso ordenado, había tostado una hogaza entera, para poder ver lo que le gustaba en su tostada.  Era algo extrañamente infantil e inocente para el Príncipe loco, así que Harry se había sentado y observaba, sirviéndole un vaso de leche al chico cuando le preguntó.

El cabello de Levi no fue realmente muy difícil de hacer.  No quería que se muriera, o en realidad mucho más que un corte que le hiciera en absoluto.  Haciendo pucheros por el aburrido trabajo, se puso a trabajar para darle al hombre unas interesantes patillas solo para entretenerse.

"¡Jefe! ¡Reportando como se ordenó!"  declaró el miembro del escuadrón relámpago, justo cuando Harry estaba dando los toques finales a las nuevas patillas de Levi.  Los relámpagos no eran la petición más extraña que Harry había tenido, pero era un desafío interesante.

Debido a que Levi estaba atrapado en la silla hasta que Harry terminó, Bel tomó la pila de papel del minion.  Había insistido en estar en la habitación mientras Harry se ocupaba de Levi, incluso después de haber terminado su brindis, y Squalo se había ido para hacer algo más interesante.  El príncipe se aburrió después de cinco minutos y se entretuvo arrojando cuchillos a la pared.  Un día, Harry averiguaría dónde los guardaba;  había más de cien incrustados en la pared, formando una imagen de un gato.  Era adorable, de una forma retorcida.  Eso describió la mayor parte de lo que hizo Bel, en realidad.

"¡Ushishishi! ¿Acechar a los niños, Levi? No es muy de calidad, ¿verdad? ¿Squalo decidió que no podía confiar en ti para las misiones de adultos?"  Bel hojeó los papeles.  "¿Qué tiene de especial el niño, de todos modos? Aparte de que su cabello cambia de color. Harry, ¿cómo logras que el cabello sea tan azul?"

Harry bajó la navaja lentamente mientras Bel metía una foto bajo su nariz.  Una foto de su ahijado de cuatro años.

Por un segundo se quedó muy quieto.  Hermione lo había llamado "corriendo frío".  Todo se enfocó como un cristal.  Había sido un juego.  Nada muy amenazante, nada con lo que no pudiera lidiar.  Cocinar y hacer bromas, simplemente divertirse.  Se había vuelto complaciente.  Había olvidado que el hecho de que actuaran como algunos de sus amigos más locos no significaba que lo fueran.  Hoy habían cruzado una línea.  Teddy estaba fuera de los límites.