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𝘾𝙖𝙪𝙨𝙚 𝙬𝙚'𝙧𝙚 𝙩𝙝𝙚 𝙗𝙞𝙩𝙩𝙚𝙧𝙚𝙨𝙩 𝙗𝙤𝙮𝙨 𝙞𝙣 𝙩𝙤𝙬𝙣

Desde pequeños siempre habían sido Atsumu y Osamu, así creían que sería toda su vida, aunque no era del todo cierto ya que tan pronto entraron a la escuela todos tanto chicas como chicos hacían fila para hablar con los famosos "gemelos Miya" y para ser desafortunados ambos quedaron en distintos salones.

Si bien se dice que un poco de fama no hace daño a nadie, para Atsumu era todo lo contrario. Tener tanta atención sin quererla o necesitarla, se sentía demasiado asfixiante, llegado al punto en quisieras desaparecer un rato.

Luego un día de verano llegó un chico nuevo, era hermoso, fuera de lo común, tenía unos rulos que caían sobre su rostro, unas lunares en posición singular y una cara de fastidio total.
Al principio todos se querían hacercar a él pero tan pronto ese chico "saco sus uñas" todos lo apartaron.

La curiosidad es un don con que todo el mundo nace, solo que algunos como Atsumu hacen lo posible por saciarla y así fue.
La primera semana se trató del teñido siendo rechazado sin ningún tipo de amabilidad

-No, jamás seré tú amigo
-Alejate de mi- esas eran las palabras más lindas que había escuchado por parte de Kiyoomi.

Pero el chico siempre había sido demasiado optimista y astuto como un zorro. Jamás se rindió y poco a poco comenzo a notar que Kiyoomi era más permisibo con él, dejaba que lo tocará, que estuviera más tiempo, escuchaba sus historias pero cuando le preguntaban su relación con el "Miya mayor" el negaba abruptamente cualquier lazo afectivo con él.

Cuando alguien te rechaza tan seguido llega un punto en que tu corazón toma la poca dignidad que te queda y da la vuelta, deja atrás lo pasado para que de alguna forma refugies esos lindos sentimientos que todavía conservas

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Cuando alguien te rechaza tan seguido llega un punto en que tu corazón toma la poca dignidad que te queda y da la vuelta, deja atrás lo pasado para que de alguna forma refugies esos lindos sentimientos que todavía conservas.
Fue lo mismo que sucedió con Atsumu; un día que no se levantó de tan buen humor dijo "que se pudra" y no le dio los tan melosos "buenos días", aunque su corazón decía que saltará sobre él. Obvio esto no paso desapercibido por el azabache, quien solo hizo una mueca y se limitó a ver como desaparecía entre los demás niños.
Atsumu por su parte pensaba que era posiblemente el ser más infeliz de todo el planeta.

-Yo no se porque le rogabas a ese chico
-Juega con nosotros
-Seguro tendrá arrugas toda su vida
-¡Solo juega conmigo Atsumu!

~Atsumu, Atsumu~
Solo salía de sus estúpidas bocas, como si fuera lo único que sabían escupir, en todo caso prefería hacerle la vida infeliz al chico de rulos y recibir esa linda cara de fastidio.
Se recosto en su mesa, ignorando todo lo que decían y fijando su mirada a la ventana, esperando que alguíen lo sacará de ese lugar, del lugar en donde finges una sonrisa y asientes cuando te preguntan "¿estas bien?"

-Atsu... Ts-umu
-¿Mmm?- volteó con cara de fastidio esperando que alguno de esos babosos le dijeran una nueva estupidez pero fue lo contrario, ahí estaba el azabache con la misma cara sin expresión de siempre y con la orejas rojas como si se las hubiera pellizcado
-Vamonos, Atsumu- extendió la mano sin dejar de mirarlo directamente a sus ojos, evitando la mirada de todos

-¡No lo toques!
-¡Deja a Atsumu en paz!
-¡Si!, ¡no lo toques!- el azabache podía sentir la mirada de todos, también los golpes cuando unos chicos empezaron a empujarlo y aún así no apartó la mano.
-¡Que te alejes!- una chica llegó y empujó con más fuerza al azabache haciendo que casi se cayera, entonces fue cuando Atsumu se levantó de golpe y miro a todos con una cara sombría. Muy pocos habían visto esa mirada pero bien sabían que el teñido estaba demasiado molesto así que inconscientemente retrocedieron

-Oye cerda chillona disculpa te con él
-Pero yo
-Atsumu no es neces...
-Dije que te disculpes ¿no oíste?, ó ¿tienes algún problema de audición?
-Di-sculpa Kiyoomi
-¿Quién te dio el derecho de dirigirte a el cómo si fueran amigos?
-Disculp-a Sakusa-kun
-Omi, vámonos- lo sujetó de la mano, no fue delicado pero su agarre transmitía una gran seguridad y una calidez como si se dirigiera a todo el cuerpo de Kiyoomi.

El azabache siempre había estado solo y es por eso que, creía que era necesario, que él estaría bien estando apartado de todos pero Atsumu desde el primer día que lo conoció, le había enseñado una inexplicable calidez.

-Deberías disculpar te o ya nadie te va a querer
-¿Tú si?
-Ahm... Supongo
-Jeje entonces esta bien así
-Mm ¿porqué me dijiste Omi?
-Te queda ese lindo apodo, aunque no es tan brillante ¡te puedo buscar otro!
-Yo... Me gusta ese apodo
-Entonces... ¡se mi Omi toda la vida!
-Hmm.. cof Ya que
...

-Lemon Boy and I, we're gonna live foreveeerrr.. Lalalalala

-¡It's actually pretty easy being nice to a bitter boy likee him!...
...
¡Vamos Omi!, se que te la sabes

-Mm... Cause we're the bitterest boys in town

-Yeah, we're the bitterest guys around

-And I got myself a citrus friend

Atsumu es como un sol en verano, es tan brillante que es cegador pero a partir del medio día se encarga de ser fastidioso, de quemar, de derretir una simple paleta de hielo.

Sakusa Kiyoomi es como una paleta de hielo y Atsumu es un sol de verano, cualquiera hubiera dicho que una amistad entre ellos sería imposible pero solo ellos dos, sabían que ambos eran una hermosa combinación cuando ambos se juntaban en una simple tarde de verano.







Hello!, disculpen si no he actualizado pero aaaa mis semanas han estado realmente ocupadas, lo siento por eso.

Gracias por leer mis historias, lindxs
El autor se siente feliz con sus comentarios y vistas los tqmmmm🤗 cuídense

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