Parte II 🔞

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𝙉𝙚𝙬𝙗𝙞𝙚 𝙈𝙞𝙨𝙩𝙖𝙠𝙚𝙨

Kiyoomi siguió con sus movimientos incluso más rápido, Atsumu no dejaba de soltar gemidos y eso encendía mucho al azabache. El teñido tenía una hermosa figura y se acentuaba más a partir de sus muslos llegando hasta su cadera.

El azabache miró a Atsumu como si de una pintura se tratase. La fina capa de sudor estaba visible por todo su rostro, lo que hacía que su cabello se encontrará más despeinado, sus pupilas comenzaban a verse más dilatas y mantenía la boca entre abierta tratando de controlar su respiración. Joder, podría ver esa hermosa imagen todos los días y jamás podría aburrirse.

-Mmmggg Ahh~hh ¡ma~s Om~ii!- el azabache sonrió con maldad y detuvo sus movimientos, robándole el orgasmo que ya se estaba formando en el teñido. Atsumu lo miro como si estuviera suplicando y Kiyoomi se sentía extasiado. Como amaba que él teñido le rogara, como amaba hacerlo llorar de placer y eso es lo que haría.

De un tirón bajo la ropa inferior, el miembro de Atsumu parecía contento de verle. Kiyoomi suspiro con alivio, tomó el miembro con su mano y comenzó a masturbarlo a una velocidad abrumadora.

Las bocanadas de aire eran alargadas, tratando de obtener el mayor oxígeno posible. Pronto sus ojos miel comenzaron a llenarse de pequeñas lágrimas, el teñido comenzó a temblar por la sobre estimulación y sus caderas inconscientemente empezaron a moverse.

-Oi, nunca dije que te movieras- pasó la mano a la punta del miembro de Atsumu apretando y privando su orgasmo por segunda vez.

Las lágrimas que había retenido pronto empezaron a caer y recorrer las mejillas que ya estaban teñidas de un lindo color carmín. Kiyoomi se acercó al rostro de su amado, acarició suavemente su rostro, para después acercarse a su oído y susurrar.

-Eres un asqueroso desastre cariño, ¿esto es lo que querías ganar con provocarme?- miro él rostro del contrario, con una cara estoica, típica de él. Aunque claro Atsumu conocía cada detalle de Kiyoomi y es por eso que lo miro con sorpresa.

Esas palabras para Atsumu se sintieron como si todo lo que había planeado fuera un terrible desastre, uno en el que había lastimado a Kiyoomi y eso jamás se lo perdonaría, pero... ¿Qué más daba?, ¿una disculpa estaría bien?.

Atsumu era muy bruto para cosas así. Jamás se había arrepentido de las desiciones que tomó y no lo haría esta vez, por lo menos ahora... era un absoluto "no".

Aprovechó la cercanía para colocar sus brazos en el cuello del azabache y así juntar sus rostros.

El aire en ese momento parecía faltar pero sus pensamientos se dispersaron y se unieron en un solo objetivo "sus labios". Juntaron aquellos como si fuera la primera vez que los probaban, fue un tierno y delicado beso.
Un beso que en otra perspectiva parecía normal pero para ellos dos se sintió como si se estuvieran comprometiendo por segunda vez.

Kiyoomi entendió esa señal como una invitación así que continuara su labor. Esta vez acercó su mano a sus glúteos y los abrió con autoridad, dándose paso a la entrada del teñido y se detuvo.

-A~h ¿Om~i?
-Lo siento cariño... No traje ni condones, ni lubricante así que mejor espera e iré por ellos- hizo un movimiento para quitarse de encima del teñido pero Atsumu lo tomó fuerte de la camisa
-Me estas jodiendo ¿verdad?
-Tsumu, no quiero lastimarte
-¡Estoy bien maldita sea!, ¡Así que apúrate de una puta vez!- el teñido no era de aquellos que dicen groserías a menos que estuviera enojado y por eso es que a Kiyoomi se le salió una risita.

Continuó su labor pero lo más delicado que pudo. Introdujo un dedo, obteniendo un sobresalto como respuesta y luego introdujo otro. Atsumu gimió sacando un poco la lengua, volviendo a dar bocanadas.

El azabache le parecía increíble que a pesar del tiempo, él teñido seguía estando apretado como la primera vez. Así que la preparación le llevó un rato pero cuando Atsumu indicó que ya estaba listo entonces el azabache sonrió y posicionó su miembro con la entrada y de una estocada lo introdujo.

-¡Mmmggg Ahh~hh!- fue tan repentino que no pudo retener el gemido grave que salió de su garganta y solo medio alcanzó a cubrirse el rostro. Pero esto no le gusto al azabache quién aparto las manos del teñido con fuerza y las volvió a colocar hacía arriba, tomando las por la muñeca con una de sus manos. Atsumu se ruborizo por lo vulnerable que se sentía cuando Kiyoomi hacia esos gestos y pronto comenzó a sentirse más exitado.

Kiyoomi no perdido oportunidad, siguió moviéndose y embestiendo al teñido con fuerza, soltaba unos que otros gemidos graves mientras observaba las reacciones del otro. Luego vio justo donde quería atacar, su lado posesivo era muy evidente y ese cuello de Atsumu se veía tentador. Se acerco a besarlo, lamerlo y finalmente morderlo, repitiendo el proceso hasta que recorrió todo, hasta bajar por su clavícula y aún con la camiseta puesta, lo mordió con fuerza.

Un cambio en su posición provocó que el teñido se sobre saltara y diera un gemido realmente fuerte, más bien había sonado como un grito lleno de placer

-¡AAA~hh Mm~mggg O~mii!- Atsumu temblaba, soltaba muchos gemidos y trataba de obtener aire, dejando que la saliva recorriera un poco sus comisuras.

-Creo que se encontré tú punto- ni siquiera espero contestación de Atsumu porque ya estaba golpeando ese dulce punto con estocadas fuertes y movimientos rítmicos.

Por tercera vez su orgasmo ya se estaba formando, esta vez Kiyoomi también estaba sintiendo lo mismo, se aferró con fuerza a las ya lastimadas muñecas de Tsumu y su cuerpo pronto se empezó a tensar.

-MMmm~mmgggg Om~iii yo est~oy-
-Lo se Tsumu, los dos ¿junt~os?-

El teñido sonrió mientras se acerco a besar esos hermosos labios, soltaron un gemido grave que llevó a vibraciones en sus bocas. Kiyoomi dejó sus restos en Atsumu mientras que el otro dejó los suyos en sus camisas.

Tardo un rato para que el teñido cayera preso del cansancio, saco su miembro de dentro suyo y con delicadeza Kiyoomi lo llevó a su recámara. Lo limpio para después acostar lo, tomó una ducha para después regresar y ver la linda figura de Atsumu dormido, se acercó y ambos terminaron dormidos.

Seguro que ambos soñaron con los errores que cometieron pero sabían muy bien que las dulces promesas que se hacían a diario valían más que los errores de novatos.



¡Hello!, otra vez... Lamento la espera pero ya saben el tiempo es difícil ahora ;)
En fin, ¡nos vemos en la próxima actualización!

Los quiero ❤

SakuAtsu (historias cortas) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora