SakuAtsu (historias cortas)

#13

𝙀𝙡 𝙯𝙤𝙧𝙧𝙤 𝙮 𝙚𝙡 𝙝𝙪𝙧𝙤𝙣.

Había una vez un hurón que siempre le gustaba estar solo. Toda su vida se la había pasado entre la maleza y buscando comida solo en la zonas de alrededor de su hogar. Jamás había salido más afuera de su territorio y no fue hasta que un día, un intruso se encontraba durmiendo encima de sus hermosas hortalizas.

—¿Quién eres?— habló fuerte y a una distancia segura.
—Atsumu y soy un zorro— el hurón giró los ojos, era bastante obvio que era un zorro pero antes de decir algo, el pequeño zorro giró su cuerpo y dejó a la vista una gran herida en su pata.

—¿Qué te paso ahí?, ¿te duele?
—Duele mucho— fue lo último que dijo antes de caer preso del sueño.

El hurón se preocupó, pero jamás podría mover a alguien de ese tamaño, así que frustrado, caminó a buscar algo con que mover al zorro.

Buscó y buscó entre la maleza y un poco más lejos de ella pero no pudo encontrar algo que le ayudara. Se detuvo a pensar un momento, si no encontraba algo pronto seguramente a Atsumu se le infectaría la pata. Corrió de nuevo y justo en el límite de su territorio y el bosque se quedó paralizado.

-Tengo que salir... tengo que ir al bosque, Atsu...pero no es mi problema, él se lastimó sólo. ¿Porqué me preocupo por un extraño?

Dio marcha atrás dirigiéndose a su hogar, con la sola idea de echar fuera a aquel zorro intruso, pero algo le decía que no lo hiciera.

Cuando estuvo de nuevo frente a aquel, se percató que comenzaba a tratar de abrir los ojos y susurruba palabras apenas entendibles.

—N-No...me dijiste...tú nombre
—Kiyoomi y mirá no se en que líos te metiste pero no quiero nada que ver con esto, así que lo mejor sería que-
—L-Lo...s-siento mu-ucho... Omi, por moles-star... será mejor irm-me— trató de moverse pero el movimiento brusco lo hizo tiritear de dolor. Pero no quería ser una molestia, no más, estaba cansado de meter a las personas en sus asuntos.

El hurón miró al zorro esperando sentirse aliviado ya que había decidido irse sin tener que pedirlo pero... algo en su corazón punzó. No podía dejarlo ir, estaba muy mal y aquel animal astuto parecía un simple bebé ahora.

—Tch, ¿quién te dijo qué molestabas?, más te vale que no te muevas o te muerdo la otra pata— el zorro abrió un poco más los ojos. Estaba sorprendido y no pudo evitar dejar salir una sonrisa, era débil pero demasiado sincera.
El hurón no puedo evitar apartar la vista, sin duda había sido la sonrisa más linda y sincera que jamás había visto. Así que, con valor corrió sin detenerse hasta el límite de su terreno.

-Tengo que salvar a Atsumu

Dió un paso más, está vez sin mirar atrás. Se adentró al bosque y por primera vez no sintió miedo de cruzarlo.
Está vez tenía un propósito, tenía un motivo por el cual se seguía adentrando a aquel lugar al que tanto le temía.

Después de buscar por unos minutos por fin encontró un pedazo de madera, la jalo con su ocico pero pensó que si le pesaba un poco con el peso de Atsumu se le dificultaría más.

—¡¿Kiyoomi?!— el hurón giró su vista y pudo ver un hurón, era igual que el pero de color marrón, después recordó de quien se trataba así que habló un poco bajo hurón apenado.
—Komori, mucho tiempo sin verte...
—¡Kiyoomi!, ¡por fin saliste!, espera ¡tengo que decirle a todos, todos te extrañan y estaban preocupados por ti!, ¡debemos celebrar!
—No, ahora no puedo... de hecho necesito tú ayuda

Atsumu comenzó a abrir los ojos lentamente. Sus largas pestañas hacían movimientos lentos y pesados. Abrió su ocico dejando salir un bostezo y por si no fuera poco también dejó a la vista sus grandes colmillos.

—¡Waaa!, cuidado con eso, no quiero morir antes de llegar a la temporada de celo
—¿Uh?— está vez de golpe abrió los ojos y pudo ver que en frente de él había un hurón color marrón, era totalmente diferente de su Omi.
—¿Eres la pareja de Omi?
—No, soy su primo
—¡hhhhiii!, que vergüenza, losientolosiento— con sus patas cubrió sus ojos tratando de ocultar su vergüenza.
—JAJA no te preocupes, más bien a ti te debería agradecer
—¿Agradecer?— bajo sus patas observando al hurón marrón con curiosidad.
—Así es, por darle un motivo a Kiyoomi para entrar al bosque, hace tiempo paso una tragedia en su hogar, él fue el único superviviente y terminó teniendo le miedo, nadie había podido sacarlo de aquí pero tú lo hiciste
—Ojalá hubiera sido un mejor motivo que el salvarme, no tenía porque hacerlo 
—Kiyoomi hizo un plan para poder arrastrarte hasta aquí, el mismo te curó y estaba muy contento de hacerlo, te lo puedo asegurar, gracias por eso

Atsumu sonrió nuevamente con esa sonrisa tan encantadora que lo caracterizaba, Komori sonrió de vuelta y suspiró.

—Ahora entiendo porque Kiyo dijo que tú sonrisa era enc-
—No te atrevas a decirlo— el azabache regreso con algunas hojas en su boca, fulminó a su primo y luego dirigió si mirada al zorro, el cual sonrió contento de verle, incluso su cola se movió al mismo ritmo que su corazón.

—Atsumu, al fin despiertas— está vez el hurón extendió su sonrisa y se acercó a verificar la salud de aquel intruso, aquel que había invadido su vida y corazón.

Se dice que ambos animales vivieron en el bosque por un largo tiempo, eran una extraña e inusual amistad.
Para Atsumu, aquel hurón lo había salvado de la soledad que arraigaba su corazón.
Y para Kiyoomi, aquel zorro le había dado el valor de adentrarse al temible bosque.
Pero una cosa era segura, ambos habían sido la salvación y esperanza del otro y eso era algo que incluso en sus vidas pasadas y futuras jamás podrían cambiar.

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𝙃𝙤𝙡𝙖

Lamento si había dejado un poco descuidado el fic, pero créanme que no lo había olvídalo, solo me faltaba la inspiración para continuarlo y resolver algunos asuntos personales.

Muchas gracias por seguir leyendo y espero poder seguir escribiendo sobre mi ship favorito.

Nos vemos en la proxima actualizaciones y espero encuentren un poco de distracción aquí ♡.

Pdt: Si continuaré la historia Omegaverse el capítulo anterior, solo que está será la historia en perspectiva de Omi.

Bye, bye!