Extra: Animal

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-T-

El agua recorre nuestros cuerpos.

—Cierra... la llave...

Me estremezco levemente cuando suspira contra mi oreja y, sonriendo de medio lado, me empujo un poco más en su interior.

Toco su punto dulce, porque gime y sus paredes internas me aprietan un poco más.

—H-Harry... —Niall suplica, y me veo realmente tentado a hacer lo que me ha pedido.

Esto es su culpa, para que conste. Yo me estaba bañando primero y él solo se colocó, abriendo la puerta corrediza y abrazándome por la espalda.

¿Qué se suponía que hiciese sino girarme, alzarlo en brazos, pegar su espalda de la pared de azulejos –fría, porque él siseó–, dejar que rodease mi cadera con sus fabulosas piernas y penetrarlo de golpe?

Lavarle el cabello, tal vez.

Nah.

—Harry...

Me río suavemente y niego con la cabeza. Mi cabello está echado todo hacia atrás y miro fijamente los ojos claros y brillantes de mi novio, que intenta en vano meterme miedo, demasiado excitado como para poder actuar decentemente.

—No, cariño, me parece que lo haremos con el agua corriendo.

—El... recibo de agua...

Estallo en una fuerte carcajada y, en consecuencia, me muevo en su interior. Niall se retuerce y mi risa se ve opacada por un gemido ahogado.

—Yo la pagaré —informo con suavidad y Niall frunce el ceño en mi dirección.

Comienzo a moverme, saliendo y volviendo a entrar en su interior. Un vaivén flojo al comienzo, como he descubierto que le gusta.

Sus manos sujetan mis hombros y apenas hunde los dedos en mi piel, suspirando.

—Ahhh...

Aplico más fuerza, consiguiendo que arquee la espalda y la cálida piel de su pecho entra en contacto directo con la mía. Lo abrazo con más fuerza y embisto más rápido.

Niall gime, jadea y se contrae, diciendo mi nombre entrecortadamente mientras el agua sigue vertiéndose sobre nuestros cuerpos y salpicando un poco del piso de afuera inmediato, porque Niall no cerró la puerta corrediza.

Me vuelvo un poco loco cuando susurra que me ama junto a mi oreja y que quiere que lo haga más fuerte.

Pero la gota que derrama el vaso y me hace perder por entero la cordura es oírlo gemir "Hazz"

Salgo por completo, lo bajo, lo volteo y Niall apoya las manos sobre los azules en donde antes estaba su espalda chocando con cada nuevo movimiento. Sus dedos pálidos se arquean al momento en que vuelvo a invadirlo y me inclino a pegar mi pecho de su espalda, mis manos en sus caderas; mis dedos clavados en la tersa piel que no tardará en quedar marcada por los mismos.

—Dilo de nuevo —gruño junto a su oreja, lamiendo la piel detrás de esta como acto seguido—, Dilo... o no me moveré.

—Hazz—gime—ah...Hazz... me llenas tanto...

No puedo entender cuando habla en su idioma natal, pero me prende tanto o más que a él cuando yo hablo ronco en su oido, incluso cuando podría estar insultándome.

Y Niall es el tipo de persona que sí te insultaría mientras se la metes, si no lo estás haciendo bien. Es tan brutalmente honesto que incluso a mí me sorprende, que tengo fama de descarado y todo.

Lo que más me pasmó la primera vez fue que lo dijera como si no importara, como si lo esperara. Claro que no lo dijo de mí, sino de uno de los tantos amantes que había tenido antes de mi llegada a su vida.

Se lo hice contra la pared por primera vez aquella vez, lo recuerdo bien.

—¡Ah! —Niall jadea—, ¡más!, ¡más fuerte! —demanda y obedezco—, ¡lo quiero todo!

Ah, el acento irlandés suena tan bonito... Ojalá con el británico ocurriera lo mismo.

Niall se contrae mucho más y gimo con fuerza, sintiendo mi final cerca.

Apenas me doy cuenta de que he estado ignorando su lindo y pequeño pene hasta el momento. Deslizo mi diestra hasta el miembro de mi pareja y lo envuelvo, moviendo mi mano a la par de mis embestidas

Niall grita mi nombre y le giró el rostro para besarlo mientras eyacula, sin dejar de moverme durante un par de segundos más antes de acabar de igual modo.

Pego mi frente de su espalda, temblorosa como el resto de su cuerpo y me deslizo fuera con lentitud, alejándome lo suficiente para apreciar cómo mi esencia no demora en correr en descenso por los muslos de Niall. Sonriendo, suelto un ronroneo ante el pequeño espectáculo.

No puedo evitarlo.

—Harry...

—¿Sí, bebé?

—Eres un animal.

—¿Querías que lavara tu cabello?

—¡Sí! —Niall se gira a mirarme, el agua aún nos rodea— ¡y ahora quiero haberlo de nuevo, idiota!

Me río, estirando los brazos y Niall se acerca, dejándose abrazar e inflando las mejillas.

—Yo podré ser un animal —le digo—pero tú eres un adorable monstruo insaciable.

Niall se ríe.

—Touché. 

Ahora sí, fin.

Much Older, Much Better n.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora