Mo Ran miraba fijamente la figura sobré la cama, una sonrisa retorcida paso por su rostro, mientras pensaba: ha ¿con que es así? Mírate, quien lo diría.
Mo Ran pensó por un momento antes de decir:
–Entonces es así, puedes quedarte aquí...
Esta propuesta no era por generosidad, más bien era en su beneficio. Puede que no esté seguro si la persona sobre la cama recuerde... el accidente, pero no puede arriesgarse, ya que un accidente o queja más, lo aria perder su licencia de forma permanente y también, bueno, quizás por nostalgia.
–...Si te quedas... Tendrás un techo y comida ¿que dices? Y tu nombre puede ser...mmm Chu... Chu Fei.
"Chu Fei" frunció el ceño al escuchar la palabra "Fei", pues había algo de esa palabra que le parecía sospechó y horrible que no podía recordar, así que se limitó a fruncir los labios sin decir nada.
–Tomare tu silencio como un sí. entonces mi querida Chu Fei ¿Tienes hambre?
–Quiero darme un baño, estoy sucio por todas partes.
Su voz era fría y sin emociones, no dijo más esperando que el hombre frente a él respondiera.
–bien, puedes bañarte en el estanque de afuera o en el baño que está en el fondo, pronto regresare con tu ropa.
Salió por la puerta dejando solo a Chu Fei en la habitación. Chu Fei se dirigió al baño de la parte trasera del interior de la casa.
El baño era bastante grande, con una bañera de color blanco como el jade, bastante espaciosa, fácilmente cabrían dos personas en ella. El agua caí llenando la bañera, mientras que Chu Fei se quitaba sus ropas dejándolas en el suelo.
La punta de sus pies se sumergieron en el agua, sus piernas largas, firmes y blancas, ahora cubiertas por moretones se también se sumergieron, seguida de sus cintura delgada, y su espalda con dos omóplatos bien formado y su pecho con dos botones rosa, y una marca de nacimiento que daba la sensación de ser una vieja herida.
Estar sumergido en el agua, le relajo bastante todo su cuerpo, se había sentido adolorido y su cabeza había sentido que podía explotar del dolor, sus músculos originalmente tensos gradualmente se relajaron con el agua caliente que llenaba la bañera.
Chu Fei se sumergió en sus pensamientos, intentando recordar cómo había llegado ahí y que le había sugerido. Su mente se encontraba en blanco, incapaz de recordar algo aparte de su apellido, y un par de imágenes fragmentadas de el en un apartamento desordenado, y aveces en una mansión gigante iluminada por nada más que candelabros, y una vaga imagen de el saliendo de un edificio alto y cruzando la calle... En ese momento su mente parecía completamente incapaz de mostrar más imágenes.
Al escuchar la manilla de la puerta abriese, obligándolo salir de sus pensamientos.
En ese momento entra Mo Ran con una tuaya y una ropa blanca —puedes ponerte está ropa...— la manzana de adan se movía mientras tragaba saliva, viendo al hombre en su bañera; Chu Fei se sintió muy disgustado por esos ojos que se posaron en el y regaño:
– ¿Que estás mirando? Puedes irte.
– Hoo... dándome órdenes en mi propia casa ¿Quién te crees? - Extendió su mano, tomando su rostro, y apretando- mira esta es mi casa y tú te estás quedando aquí gratis, más vale que seas cuidadoso con tus palabras, no quisieras molestar a este vene-cof cof-a tu benefactor.
Chu Fei apartó su mano con un golpe y dijo: - Entonces me iré, no pedí tu ayuda.
Mo Ran: - No te enojes, no puedes irte, nisiquiera recuerdas tu propio nombre, sería peligro para ti.
...
Mo Ran se dirigía a su habitación, normalmente está es la más grande de la mansión, tiene una gran cama cubierta por cortinas y con seda roja, al igual que en la pared hay una gran espada y toda la habitación parece mantener un estilo muy antiguo y incluso parte de su decoración lo parece.
Mo Ran se tiro a su cama, su mente era un caos, su sangre hervía y sentía una clase de excitación por volver a encontrarlo.
Se levantó y se dirigió a un gran armario que estaba en una de las esquinas. Tomo de el fondo una túnica blanca, no, amarilla por el pasar de los años, se la llevó a la nariz y respiro su olor... Un olor casi olvidado entré las cientos de capaz de años y polvo, ya con un olor a viejo y de sentimientos guardados en la obscuridad y soledad de las siglos.
El fuego quemaba su pecho y el odio añejado por tanto tiempo tenía un sabor dulce que podia sentir en su garganta.
...
Chu Fei ya hacia en forma de estrella en su cama, mientras sus ojos se cerraban.
Las flores de haitiang caían, su muñeca era sujetada por un niño de forma inocente, amable y cálida... Pero el paisaje cambio en un instante, ahora sus muñecas se encontraban fuertemente atadas por una correa y precionada por encima de su cabeza, mientras que toda la parte inferior de su cuerpo dolía.
No durmió bien esa noche, había bolsas en sus ojos y sus párpados amenazaban con cerrarse nuevamente en cualquier momento.
El sonido de un teléfono sonó, haciendo eco en la habitación, Chu Fei no respondió y el teléfono de la habitación siguió sonando, cuando lo levanto la voz al otro lado era la de Mo Ran: – ven a la casa principal y ve al comedor, es la tercera puerta a la derecha.
Chu Fei no tenía planeado ir, pedo el gruñido de su estómago lo iso levantarse de la cama, y tomar un buen baño y finalmente ir al comedor.
La casa principal fue fácil de encontrar, apesar que el lugar en el que estaba se encontraba bastante lejos, el comedor como dijo estaba en la tercera puerta a la derecha.
Al entrar la imagen que lo recibió era sin duda impresionante, Ian gran mesa cubierta de todo tipo de comida dulce y con una sopa de wontons en el medio, uno bollos rellenos de melocotón, unos hosmathus regordetes en una bandeja, y una decena más de delicias, que hacían parecer la comida de un emperador.
– Chu Fei siéntate
~•|•~|•~|√~|★★•|~•|~•~|~•|~•|~
Hola, le quería decir que esta historia contada con alrededor de 13 capítulos (?) Y que posiblemente tenga momentos tristes.
Besos en la cola 😘
ESTÁS LEYENDO
el taxista y su Gato
FanfictionMo Ran, un taxista que luego de arrollar a una persona accidentalmente, decide llevarlo a su casa y "cuidarlo" al mismo tiempo que hebita que ponga una demanda en su contra... o al menos ese aparenta. Pero el destino tiene planes diferentes para el...