Capítulo 15:A través del arte.

5 1 0
                                    

Isaac Hamilton
Después de la clase de magia en la que estuvimos al lado del campo que utilizábamos de entrenamiento, pero solo que era un lugar incluso más apartado junto a unas cascadas y un circulo de piedras en el que amplificar nuestra magia, la clase fue aburrida, estuvimos constantemente en el circulo de piedras tratando de controlar el elemento fuego, a los demás les costó mucho encender aunque sea una llama de fuego, pero claro yo dejé a la mentora impresionada al fin y al cabo demostrando que soy mejor que los demás, excepto que Helena, esa masoquista que me trae loco es jodidamente poderosa por poco incendia aquel prado.
Además era obvio que se había dado cuenta de bastantes cosas y que ahora estaba cabreada.
Pero de todas formas, no superaba mi inteligencia, aunque me doliese ya que ella no actuó de mala forma, anoche le tuve que hacer un hechizo de olvido, se le confesé en parte uno de mis secretos, el lado oscuro que tengo, ese lado que subconsciente ha creado para sobrellevar el dolor al que llevo sometido, especialmente desde que mi madre estaba en coma por ese maldito Hedeon.
Helena no podía descubrir nunca esa parte de mi o yo estaría acabado completamente, aunque lo odie, puedo sentir como los demás y ella me está volviendo loco, hasta paré un poco mis investigaciones antes de que llegáramos aquí, ya no podía ocultarme más en las sombras, no era bueno para ella, pero iba que tener soportarlo, aunque quiera no puedo alejarme de ella, detrás de esa máscara perfecta que lleva puesta puedo ver la ira que esconde, sus fetiches masoquistas, ese estrés post-traúmatico que esconde queriendo ser siempre perfecta, aunque ella no lo crea puedo leerla muy bien, al fin y al cabo no eramos tan diferentes.
Tras cenar oí como alguien tocó mi puerta tras estar descansando un rato en mi habitación mientras que leía un libro de suspense, me sorprendí un poco ya que desde que estábamos aquí no solía tener visitas ya que Noah comenzó a alejarse de mi en cuanto vio que desde que mi madre está en coma, por mucho que él intentará ayudarme hasta mandándome psicólogos yo era un caso perdido que él no podía arreglar, en ese momento en el que ella estuvo en ese estado, la poca luz que me quedaba se desvaneció junto a mis ganas de mostrarme perfecto ante la gente y socializar mucho aunque a pura presión al fin y al cabo soy una persona introvertida, pero a veces la presión social a principios de la adolescencia acaba con tu propia personalidad por el simple hecho de ser aceptado es algo por lo que me gustaría que no pasará nadie, pero eso era, el curso natural psicológico del crecimiento.
Tras ello lo único que quedaba era mi lado oscuro, que se manifestaba muchas veces, haciendo que el Isaac fuerte y divertido quedará apartado la mayoría de veces, los psicólogos no estaban seguros de mi trastorno principal, pero tenían indicios de que se trataba de ansiedad generalizada junto a un trastorno de personalidad discociativo, me negaba a creer que aquellas evidencias eran ciertas.
_¿Quién es?-Pregunté colocando el marcapaginas en el libro.
_Isaac abre, tenemos que hablar.-Al instante reconocí esa voz, era Noah, mi mejor amigo, la única persona a la que quería junto a mi madre y Helena.
Noah este año había soportado mucho por mi y había intentado ayudarme como sea, aunque en vano.
Me acerqué a abrir la puerta y lo vi con un libro en la mano y con lágrimas en los ojos, Noah a pesar de ser una persona siempre muy chistosa, era muy sensible y filosófico, algo que admiraba porque yo carecía de muchas de esas características, especialmente en mi lado oscuro.
Sin que dijera nada se sentó en la silla que estaba junto al escritorio y yo cerré la puerta, tras ello me senté en el borde la cama frente a Noah.
_Dime.-Dije confuso levantando una ceja.
_Isaac, tienes que parar de una maldita vez.
_¿Parar?¿El qué?-Me entregó el libro que sostenía, era el libro de los hechizos que contenía el del olvido.
_Página 225.-Me fui a esa página y evidentemente era la de ese hechizo.-¿Te crees que no lo sé? Escuché la conversación de Laila y Helena, Laila intuyó que le borraste la memoria de lo que le dijiste, y ella tenia todos los síntomas incluso se desmayó y además la emborrachaste para que fuera más efectivo.
¿De qué vas? Pensaba que la querías de verdad, pero estás jugando muy sucio.
_Y lo hago, pero tú no lo comprendes.-Me pasé la mano por la cara desesperado.-Anoche me puse sensible y le dije en toda la cara que tenia un lado psicópata y le pregunté qué demonios había visto en mi, y me descontrolé, incluso mencioné los experimentos neurológicos que llevo al cabo en mi laboratorio.
Necesitaba hacerlo o iba a perderla.
_Y, ¿Tú crees que puedes tener a alguien a quien llamar tu novia que no conozca ese lado de ti y viva bajo la mentira de la imagen que presentas de ti?
Una relación debe de estar fuera de secretos, pero el problema esque tú no puedes mantener una relación, de hecho yo hago demasiado siendo aún tu amigo.
_¿Y qué quieres que haga? Es lo normal.
_Isaac, creo que sabes suficientemente bien que ella es demasiado inteligente como para percatarse de esas cosas, y solo alguien como tú le pondría un mote como masoquista a alguien que quieres, ya sabes un psicópata y una masoquista todo en su equilibrio, ¿No? Isaac te curarás de tu doble personalidad pero necesitas volver a las terapias en cuanto acabemos con esto, no dejes que tu personalidad oscura salga de ti cuando estés junto a ella, no lo permitas, ¿Me oyes?
_Noah.-Suspiré.-No hay cura estoy condenado y mi otra personalidad va acabar conmigo, los episodios de amnesia han mejorado recuerdo más lo que hago en el otro lado, pero estoy condenado, ya no hay solución para mi, agradezco tu ayuda.
_No digas eso tonto, saldremos de está juntos, antes tendrás que superar a los traumas que hicieron que tu subconsciente creara otra personalidad más fuerte y oscura para sobrellevar el dolor.
_Haces que suene fácil, cuando no lo es ni de lejos.
_Ven aquí.-Dijo extendiendo los brazos y lo acepté, mientas que unas lágrimas caían por mis mejillas, no me merecía tener a alguien como él a mi lado, Noah me aceptaba tal como soy y me apoyaba a pesar de todo.
_¿Por qué sigues ayudándome? ¿No crees que estoy loco? Mis demonios me han ganado, este verano solo me he dedicado a la ciencia apenas he salido, estuve deprimido, herí a gente con torturas en el laboratorio y no he podido evitar acercarme a Helena.
_Porque sé por lo que pasas Isaac, sé que no eres así porque quieres, y que esta personalidad doble la tienes por algo en lo que no tienes culpa.
_Admiro tu empatía.-Solté un suspiro.
_Algún día comprenderás la empatía.
_¿Estás seguro?-Arqueé una ceja.
_¿Entonces que es lo que sientes con Helena Fleming? ¿La has visto llorar alguna vez?
_Sí, anoche no dijo la razón, pero quería comprenderla y abrazarla.
_Ves, no estás tan perdido, como crees ella será parte de tu recuperación.
_Eso quiero creer, que aún hay oportunidad para mi, pero lo veo difícil, me odio a mi mismo, soy un maldito monstruo, nunca seré como los demás.
Joder ella es mi maldita perdición.-Me levanté con ganas de estampar los objetos de esta habitación contra la pared pero eso solo me traería problemas, tenía que seguir con la medicación de la ira.
_No empieces con otro ataqué de ira Isaac por favor, no sé si estás paredes son lo suficientes insonoras para las habitaciones de al lado y ya sabes quien está al lado.
_No me puedo controlar.-Dí un golpe contra la pared.-Solo me has hecho recordar lo jodido que estoy.
_Toma bebe esto.-Me dio una taza de té que acepté.-Te calmará.
Desesperado por que la calma volviese a mi organismo bebí aquel té que enseguida me dejó cao, Noah sabía de sobra que los tranquilizantes eran uno de mis aliados cuando perdía el control al igual que ahora, él hacía demasiado por mi, más de lo que me merecía.
_Dulce sueños.-Pronunció levantándose de aquella silla.-Espero que haya funcionado el tranquilizante nos vemos mañana.
Cerró la puerta y sin poder contenerme entré en mi caliente cama, me tapé y me quedé dormido de un segundo a otro, dejando que la calma inundara mi organismo.
Por esa noche me permití no tener las usuales pesadillas, siempre tenia pesadillas con los mismos elementos, con el estado de mi madre, con mi padre maltratandome, Helena diciendo que me odia y que no quiere volver a verme, con el reino de las tinieblas, mi estado psicológico...
Joder realmente estaba condenado.

Mistisenix y el reino de las tinieblas.[(Saga Mistisenix) (01)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora