"# final alternativo ["2"]

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Es relativamente sorprendente lo rápido que pasaron los años en esta historia, ¿quién diría que ya acabaron el instituto y se están preparando para seguir sus sueños?

Yeonjun y Soobin, siguieron con su amistad, ganándose la confianza mutua el uno del otro, y olvidando el pequeño asunto.

 
Choi más alto terminó saliendo con Yeeun. ¿A Yeonjun le dolió? Sí, pero se comportó como alguien maduro ante la situación, y sólo felicitó a su amigo, quien estaba en todo su derecho de seguir su camino, es más, hasta incluso lo consoló dos años después cuando decidió terminar con ella por el bien de ambos.

Nuestra personaje nunca dejó de creer en el amor, también tuvo sus parejas, si, pero no eran muy duraderas, ninguno se ajustaba a él y él tampoco se ajustaba alguien, por lo que simplemente dejó de buscar, sentándose a esperar a que el destino le mandase a alguien que sea solo para él.

Su teléfono comenzó a sonar, mostrando en la pantalla el nombre de su mejor amigo.

—Holiis —saludó al atender, depositando el aparato en su hombro y apoyando su cabeza sobre este para poder seguir haciendo sus cosas.

—Holiis, tu mejor amigo necesita que vengas esta noche a la casa del poste —respondió el chico desde el otro lado.

—¿Pasó algo? —preguntó, dejando de lado sus cosas prestando atención.

—Mañana te vas a Inglaterra, ¿no es así? Entonces, decidí preparar una fiesta de despedida —explicó, dejando oír un globo reventarse de la otra línea—. ¡Así no, Gyu! Dios —soltó un suspiro—. ¿Vienes?

Rio un poco antes de responder—. De acuerdo, voy.

Bien, te esperamos a las diez.

Y sin más, la llamada fue finalizada.

El chico terminó de empacar sus cosas, e inició a prepararse para ir a la despedida que le organizó su amigo.

Al dar las diez y cinco, la extranjera ya se encontraba fuera de la casa Choi, a punto de tocar el timbre, cuando la puerta fue abierta abruptamente, dejando ver a un taehyun aún cuerdo.

—Te estábamos esperando —reprochó el bajito, halándola hacia adentro.

Lo único que percibió al ingresar: fueron luces de todos los colores, música a todo volumen, y un montón de cuerpos de gente que desconocía saltando y bailando de un lado a otro.

Yeonjun no era mucho de ir a fiestas, por lo que se alejó un poco. Pero, por primera vez en su vida, optó por dejar de lado esa actitud reservada, tirando a un sillón la chaqueta que llevaba puesta, e ir dispuesto a disfrutar de su último día en Corea.

Muchos le ofrecían tragos, pero a pesar de estar algo inconsciente luego de estar tres horas tomando, aún seguía aceptando sólo el que le daba su compañero, puesto que sabía que en él, sí podía confiar.

La música sonaba y el bullicio inundaba cada rincón de la vivienda, cuando una peligrosa idea apareció en la cabeza de la castaña.

Con pasos torpes, buscó a Soobin entre la multitud, al encontrarlo, lo tomó de la muñeca, y junto a él, subió las escaleras, metiéndose al dormitorio en el que entró por accidente la primera vez que estuvo allí.

—¿Qué pasa, Hyung? —Inquirió, dejando de lado su vaso.

Él lo miró, viendo cómo se acercaba a dónde estaba, y su cuerpo se balanceaba de a tanto, tropezándose y cayendo en sus brazos.

—¿Estás bien? —consulta, mirándolo preocupado. Tal vez había tomado mucho alcohol en la noche.

—Solo, cállate —pidió, acercándose peligrosamente al rostro del alto.

—¿Yeonjun qué-

Cualquier palabra que iba a decir, se quedó atrapada en sus boca al sentir los labios del chico sobre los suyos, dando un torpe beso borracho. 

La separó levemente, alertándose aún más al percatarse que estaban cerca de la cama.

—Yeonjun, esto no está bien, yo tengo novia y tu estas borracho —recordó, tratando de aguantar el peso del contrario sobre sus piernas.

—Solo por hoy —vaciló—. Solo por hoy piensa en mi, y olvídate de lo demás, mañana esto será pasado —argumentó, observándolo directamente en los ojos—. Nos olvidaremos de los dos al día siguiente —le susurró al oído.

El coreano tragó en seco al sentir esa intensa mirada y percibir la fresca fragancia de su mayor, dejándose llevar cuando lo volvió a besar, llevando sus brazos a la cintura del  rubio y acercarlo más a su cuerpo.

Él avanzó un poco, Soobin retrocedió, terminando sobre el colchón del joven, aumentando la intensidad de aquel beso.

No tardaron mucho para acabar bajo las sabanas, probando de lo prohibido que tanto les estaba tentando hace años.

Soobin entrelazó su mano con Yeonjun, acatando órdenes, y olvidándose de todo a su alrededor, incluso de aquella pelinegra que los veía desde el umbral de la puerta con los ojos aguados.

Esa noche, sólo importaban ellos.

El día de mañana, hoy sería pasado.



## ¡¡Gracias por leer!!

♡⃕   To him [yeonbin/soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora