Capitulo Final

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La nieve caía aquella tarde de diciembre en aquella casa de tonos grisáceos... Olia a chocolate caliente y a galletas, la casa estaría oscura de no ser por las luces de Navidad y el árbol decorado en medio de la sala.

Habían regalos debajo del árbol, a los cuales una pluma gris les cayó.

El propietario de esa pluma paro en seco mirando donde había caído y con sus oscuras manos la toma para alejarla de los regalos. El propietario de las alas grises se encontraba cantado una calmada canción, haciendo menear sus hermosos cabellos azules.

Su mirada cobre se instaló en su pelirrojo padre frente a él, que sacaba leche de la nevera para hacer más chocolate caliente. El demonio de ojos cobres miro al chico de plumas grises que se sentó a su lado en la barra de la cocina, le sonrió al pequeño de 8.

—Nagisa debe estar llegando pronto, sabes lo mucho que le gusta ver a las familias humanas en estas fechas —El demonio karma había recuperado el habla, pero seguía luciendo como un demonio apresar de sus alas de plumas negras. Bajo sus ojos habían pequeñas arrugas indicando que estaba envejeciendo de apoco, al igual que el peliazul que veía en una foto.

Dios había perdonado a nagisa al haber aprendido a amar, pero para Dios fue curioso ver cómo nagisa pasaba más tiempo en la tierra con karma que en el cielo. Al cielo solo iba a trabajar y por informes.

Nagisa pasaba mucho tiempo con karma y el pequeño, al parecer era lo único que a nagisa le importaba... Y me sigue importando.

El demonio y mitad demonio subieron la cabeza la par y miraron hacia afuera, ambos vestidos con ridículos suéters de navidad hechos de lana al igual que sus pantalones. Fue lo más parecido a 2 perros diciendo "ardilla" en sus cabezas.

Ambos se levantaron.

—Masao, lleva las galletas, yo traeré el chocolate. —sonrio el pelirrojo al niño de cabellos azules y ojos cobres que le sonrió tomando la bandeja de galletas.

—Ya debe estar llegando —karma asintió saliendo y caminando algo lejos de la casa, hacia frío, las constelaciones estaban hermosas y la nieve se hundía bajo sus pies.

La brisa fría levantaba la nieve y la subía y baja de los árboles de forma tan majestuosa que pensó estar en el Pacífico paraíso... Si, seguramente estaba perdido en el paraíso.

Masao dejo las galletas en la pequeña mesa que tenían en la terraza junto al chocolate y se acercó a su padre demonio tomando su mano.
Ambos mirando al fondo del bosque con seriedad esperando una señal visible entre la nieve que era levantada por la brisa, una señal en específico mientras respiraban tranquilamente bajo el hermoso árbol de cerezo que fue testigo de su difícil amistad que ahora era amor tan grande como aquel árbol e irrompible como las gruesas ramas de este.

En la lejanía se distinguió un pequeño punto azul que iluminó la mirada de ambos, al igual que otros 2 pequeños puntos morados.

—¡Papá!

—¡Karma, hola!

—¡Oi, masao, papá!

Masao y karma empezaron a acercarse con una sonrisa y los ojos iluminados llenos de alegría y esperanza, con la cabeza llena de pétalos rosas del gran árbol que peleaba contra todo pronóstico.

El ángel de cabellos azules, nagisa, quien venía de comprar recientemente y por eso tenía una canasta en su espalda, abrazo a karma y luego a masao quien abrazaba a los 2 pequeños a su lado... Sus hermanitos.

Se dieron la bienvenida con una hermosa lluvia de estrellas, nieve y pétalos rosados...

Tan Pacífico... Contaron historias mientras comían, los niños abrieron los regalos y jugaron mientras los adultos veían gustosos a los pequeños con uno que otro beso de promedio...

Amar como tu /🌸❤🌸 Karmagisa🌸❤🌸\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora