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En la noche, cuando el demonio karma llegó a casa sintió algo extraño. Siempre veía su casa como un lugar de tonos grises, pero ahora, con el angel saliendo a recibirle, ya no pensaba lo mismo.

Al entrar a la casa noto que olía a algo apunto de quemarse. Se dirigió a la cocina y se encontró con que estaba en un sarten un trozo de carne listo para voltear.
El angel nagisa llegó cuando karma había tomado el control de la cocina.

-P-perdon Sr.Akabane, quería hacerle de comer pero no soy muy bueno en ello -Dijo el angel con una sonrisa nerviosa, pensando 'No soy bueno en nada..'

-Vamos -soltó karma sin importarle sirviendo la comida de ambos y ofreciendole un plato a nagisa, cuando este Lo tomo, karma se dirigió a la mesa- Ven.

Nagisa se sentó a su lado con una hermosa sonrisa que iluminó toda la casa. Karma trago sin decir nada, ¿Todos los ángeles son tan tiernos? Quizás... No podía afirmarlo por que nagisa era el único angel que había tenido la oportunidad de conocer.

Estuvo por llevarse un bocado de comida a la boca pero paro al escuchar a nagisa.

-Querido dios, gracias por los alimentos que nos das hoy y también gracias por dejar que el señor akabane regresara bien. Amén -cuando el angel abrió los ojos noto que karma le veía fijo- ¿Qué pasa señor?

-¿Porque le resas a un dios que te dejo sin donde vivir? -Nagisa iba a responder alegre, pero luego noto que tenia razón- Suena a que eres un masoquista, si tanto te gusta orar ¿porque no mejor te vuelves monje haber si así puedes llegar al cielo?.

Lo que parecían soluciones para karma, para nagisa era un sermón, y no de los buenos.
Su garganta empezó a doler y los hipidos no tardaron en escucharse.

-¡No puedo! -interrumpió nagisa- Los Angeles sólo debemos hacer una cosa, no ser monjes o sacerdotisas tratando de expiar algún pecado -lloro nagisa limpiando sus lágrimas- Mi deber en el cielo serie cuidar a los niños pequeños, pero nunca pude hacer algo bien... S-si por lo menos puedo resarle a mi dios.... Lo haré.... Porque los que más buscan de dios son los pecadores.

-Pero tu no eres ningún pecador -Soltó karma comiendo.- Mejor ya come. -tomo algo de comida del plato de nagisa y se la ofreció, para que abriera la boca.

-..... -Nagisa lo hizo.

Los días empezaron a pasar, al angel y al demonio se le hizo costumbre convivir juntos.
Karma cocinaba, pero nagisa aseaba; cuando el demonio llegaba tarde se su trabajo y estaba cansado nagisa se esforzaba por hacerlo sentir bien; aveces jugaban juegos de mesa y tan común se volvió su cercanía que nagisa le abrazaba para dormir.

En ese tiempo juntos, karma pudo notar lo que decían los angeles de nagisa... Cuando salían a volar pudo notar que nagisa podía ser egoista y Hasta grosero con los demás, cosa que no debían hacer los angeles. Ademas se le notaba el favoritismo por él....

Sin duda ese angel no sabia amar, pero era extraño que el cielo le echara aún con algunas virtudes. En fin, decidió mejor ignorar el caso y andar al pendiente de sus misiones como demonio.

Resulta que el de cierta forma, comprendía a nagisa, por eso le dejaba quedarse en su casa al menos hata que pudiera irse...., aunque.... Su presencia era tan agradable.... que odiaria que se fuera.... Odiaba tener sentimientos que le hacían empatizar con los demás, y sobre todo, de esos que aveces le decían que era mejor enterrarse un cuchillo.

-¡Ahh! -Grito Nagisa desde la cocina, la preocupación de karma hizo que saliese corriendo a ver que paso y se llevó una gran sorpresa..

El dedo de nagisa estaba sangrando y seguro de la impresió, soltó el cuchillo y este callo en su pie.

-Tranquilo, no llores -Karma trato de calmarlo, tomando el pequeño cuerpo entre sus brazos y llevándolo a la cama.

Trajo su botiquín para curar al angel y aun después de tener el dedo y el pie vendado lloraba.

-¿Qué pasa? ¿Te cortaste algo más? -Nagisa se levantó un poco Sin decir nada, abrazando al demonio.

-M-me duele mucho... Sniff... ¿V-verdad que estaré bien? -y seguía llorando en su cuello.

-... Claro, vas a ver que estarás mejor -No sabia de donde salían esas palabras o ese color en su pecho, ¡este ángel le estaba convirtiendo en un inútil! Y a pesar de todo... Le devolvió el abrazo.

El resto de días se dedicó a cuidar le, sintiendo ese extraño calor en su pecho. Se supone que los demonios no debían tener emociones, más el desde pequeño las tuvo pero nunca unas que le dieran felicidad... como ahora.

-Buenas noches karma -dijo nagisa yéndose a dormir.

-Buenas noches nagisa -y el demonio salió de su habitación, tomando su ropa y un café fue a hacer sus deberes fuera de casa.

Mientras que nagisa en su habitación se preguntaba ¿porque puso esa expresión unos minutos antes?

'-Karma... Siempre me contaron cosas horribles sobre los demonios, pero veo ahora que no es verdad, que ellos pueden amar y ser tan amables o al menos tu lo eres.... Eres tan amable, cariñoso y bueno que por eso.... ¡Me gustaría que me enseñes a amar! ¡Así puedo volver a mi hogar!

Por la mente de karma en ese segundo paso '¿como quieres que te enseñe amar si no se lo que es y ni siquiera me quiero a mi mismo?' Además de... '¿Cómo puede seguir llamando esa exclavisacion hogar...?'

Mas guardándose sus palabras sólo salió de la habitación tras una mueca, al menos logrando decir Buenas noches.'

Sólo suspiró cerrando sus ojos para dormir. Mientras que afuera de la casa, karma abría sus alas para empezar a volar a su trabajo mientras amanecía.

🎶❤
Si pudiera comenzar a ser la mitad de lo que crees de mi, cualquier cosa podría hacer, y podría aprender a amar....

🌸Continúa🌸

Amar como tu /🌸❤🌸 Karmagisa🌸❤🌸\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora