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Nagisa sabia que sus sentimientos por el demonio estaban cambiando por el creciente calor en su pecho cada ves que hablaban o se daban la mano de alguna forma cariñosa, nagisa no sabia que sentía pero era el amor que pronto karma también estaba comenzando a sentir.
Los Días habían pasado y estaba llegando el invierno, karma recogía la comida que tenían en su pequeño huerto con ayuda del angel nagisa que le veía preocupado.

Desde hace unos días karma se notaba más frío que en los días anteriores y algo estresado ¿le estaría pasando algo al demonio?. Extrañaba al karma tierno que el regalo el corazón tallado en madera... Ahora ni le buscaba para cocinar...

-Karma... -El demonio le miro serio,nagisa no tuvo el valor de decir lo que quería.

-Vamos, entremos a la cabaña -dijo akabane al sentir la nieve caer sobre él.

Nagisa llevaba la canasta llena de la comida del huerto hacia la cabaña siendo guiado por karma que se quitaba los guantes sucios de tierra, cuando paro, nagisa también paro su caminar.

-¿Qué pas-...

El angel se quedó en silencio al ver frente a al demonio un gran demonio de color negro y brillante en rojo, el angel camino hacia la puerta de la cabaña con miedo.
Karma y ese demonio hablaron de algo, cuando el más grande de los 2 se fue karma entró a la casa donde nagisa ya estaba intrigado y algo alterado.

-¿Qué pasó? -Pregunto nagisa directo al grano.

-Nada importante, Ayúdame a limpiar las verduras -Dijo el pelirrojo con una gran frialdad. El karma que había conocido hacia 30 días le hubiera explicado con amabilidad, extrañaba a su karma.

Le ayudo con los pedido y luego empezaron a hacer el desayuno, nagisa se quemo con el sarten y lo único que hizo karma fue decir "por allí están las curitas" cuando el karma se conocía bien hubiera buscado estas con rapidez para curarle.

Nagisa suspiró derrotado abriendo sus alas en el baño... Hace pocos días sentía que este lugar podría ser un hogar y que podría estar con alguien que el enseñará que es el amor pero... Ya veía que no.

-Nagisa ¿Estas allí?  -tocó la puerta el demonio.

-Si -Respondió el angel.

-Ok, voy a salir. No me esperes -Dijo el demonio antes de marcharse.

Cuando terminó de bañarse nagisa salió a colgar su toalla y a regar el pequeño arbolito que hace poco estaba creciendo hasta que karma dejo de hecharle agua. Se preguntaba porque el demonio tan bueno que era hace poco ahora le trataba tan frío...

-Hace frío.. -expreso nagisa viendo la nieve, una sombra se puso sobre esta y un llamado a su persona le alertó. Mirando al cielo vio de quien se trataba- ¡Kayano! ¿Qué haces aquí?

-¡Hola nagisa! estoy aquí porque tengo día libre -sonrió una joven angel de cabello verde oscuro- además el cielo se siente mucho más solo desde que tu nos estas.. ¿volverás? -Dijo tomando ambas manos del chico.

-Eso aún no lo se, estoy aprendiendo que es el amor y amar. -Explicó nagisa pero ante la triste mirada del angel de verdes cabellos hablo- Pero Puedes venir a visitarme, estaré aquí siempre.

Sonrió nagisa porque después de todo la chica era su mejor amiga desde hace mucho, no podía dejarla así. Es por eso que todos los días después de que karma se fuera ambos se sentaban en las afueras de la casa a hablar y jugar.
Se sentía alegre al tener alguien cercano a él a su lado. Kayano escuchaba sus extraños sentimientos hacia karma y recomendaba que hicieran algunas cosas románticas, entre ellas hacer una pijamada para dormir juntos.

Cosa que obvio karma no acepto.

Pero bueno, le divertían sus ocurrencias después de todo. Nagisa hacia pequeños juegos de mesa con papel para jugar con kayano mientras que karma sin saber nada solo miraba curioso como nagisa había aprendido a hacer esas cosas. Pero casi siempre ignoraba eso por tener trabajo, expresandole a nagisa su fría mirada al mostrarle sus creaciones.

-¿Entonces dices que se esta volviendo más frío? -Pregunto kayano.- ese chico suena malo -el angel no sabia que karma era un demonio, porque seguro iba a reaccionar mal ante ello. Movió una ficha del ajedrez.

-Pero no lo es, quizás sólo este algo estresado, es todo -expreso el angel nagisa quien luego de terminar la partida tubo que decirle adiós a la angel y al rato llegó el demonio buscando algo para después irse... Si decir nada...

Nagisa suspiró como las Muchas veces que eso pasaba y se fue dentro de la cabaña. Estos días eran tan fríos para él, no sólo por el invierno si no por la ignorancia de karma. Pensó en quizás hacerle una regalo.

-¿Ah..?

-¡Te hice un suéter!... Aunque no soy muy bueno en ello -pues un suerte de 5 o 7 magas dejaba ver si inexperiencia en ello.

-... Mira, así se hace -Karma tomo la lana y tomando las manos de nagisa le ayudo a corregir el suéter de lana que cuando se puso no pudo evitar soltar una risita mirando a nagisa- Gracias, me gusta para ser tu primer intento.

Nagisa le devolvió la sonrisa, que nunca más desaparecido al ver que el demonio la cuidaba y se la ponía para trabajar todos los días.
Mas un día karma llegó sin ella y al preguntarle sobre su paradero, este le dio un cruel empujón con un trozo de lana quemada en la mano.

Nagisa cayó viendo el troso de tela en sus manos y después a karma diciendo un cruel "me daba asco" mientras recogía un formulario y se iba de allí siendo observado por los aguados ojos de nagisa.

Nagisa trago duro intentando no llorar pero... quería al karma dulce devuelta... No el karma que acababa de destruir su árbol de su amistad con una bola de fuego...

Cuando veo que actúas así, me pregunto cuando volverás. Cualquer cosa podría hacer y podría aprender a amar...

Como tu....

Eso pensaba nagisa destrozando entre lágrimas en la nieve.

🌸Continúa🌸

Amar como tu /🌸❤🌸 Karmagisa🌸❤🌸\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora