look me in the face

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Aunque esté montado en su auto con la calefacción encendida no ha dejado de temblar

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Aunque esté montado en su auto con la calefacción encendida no ha dejado de temblar. Sabe que no es debido al frío, como se trata de convencer en los diez minutos que conlleva el viaje, todo es debido a él.

Sanzu Haruchiyo era causante de sus noches de insomnio., su grande sabiduría y crueldad lo atormentaban en sus horas de sueño.

Inui recibió una llamada por parte de sus compañeros. Koko nuevamente se encontraba ahogado en alcohol.

—Iré por él enseguida, Matsuno. — responde a través del teléfono con el dorso de su mano tallando su ojo izquierdo.

—Inui...

—Suéltalo.

—No ha dejado de nombrar a..— finalizó la llamada sin ánimos de seguir escuchando, de escuchar ese nombre.

Estacionó el auto sin cuidado alguno detrás de su destino. El guardia lo reconoció al instante, inclinándose en forma de saludo antes de abrirle la puerta.

Sus ojos azules buscaron por todo el lugar a su novio sin éxito alguno, parando en Chifuyu que se encontraba sentado en la barra: portaba un traje negro y un vaso de whisky en su mano izquierda.

—¿Dónde está, Matsuno?

—Descansando en una de las habitaciones. —Explicó, mientras servía licor en un vaso transparente para extenderle a Inui.

Inui rechazó inmediatamente.

—Quiero que hablemos de lo que está pasando, Inui.

—No te servirá ponerme ebrio para sacarme la información, Matsuno.

—Nunca dije que quisiera hacerlo, más bien estaba dándote uno porque se ve que lo vas a necesitar.

—¿Qué tratas de decir?

Sanzu..—

No.

—Dime dónde está Koko, por favor.

—Inui..

Ignoró el llamado. Dirigiéndose al grande pasillo donde se encontraban las habitaciones.

Inui.. — Escuchó nuevamente a sus espaldas, pero poco le importó y comenzó a abrir puerta por puerta.

Su aliento se cortó una vez estuvo en la segunda habitación, pudo reconocer a los individuos y salió de inmediato. Sabía que no podría aguantar esa mirada en su persona o rompería a llorar.

Sanzu rompió la unión de su boca con la contraria para ver a la persona que se atrevió a interrumpir, encontrándose con la espalda de Inui y la puerta de madera acompañándolo poco después.

Los ojos oscuros y vacíos de Mikey lo miraban sin ninguna expresión. La droga que había ingerido anteriormente haciendo efecto en su persona. Maldecía en todos los idiomas existentes a Sanzu.

idfc : kokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora