trece.

77 6 0
                                    

Copas de mojito. Cabrones en mi lista de contactos. Debería llamar a uno e irme a casa. Llevo en esta fiesta demasiado tiempo.

El hombre con el que lo intentaría, es feliz con otra chica. Pero he estado bebiendo tanto que te llamaré de todas formas para decirte: "Que jodan a esa zorra que supuestamente amas tanto. Yo sé que aún piensas en las cosas que vivimos. Así que, que jodan a la zorra que crees que has recuperado porque desde que me recibiste sé que las cosas van a cambiar". Y pensarás: "¿Estás borracha?". "No, solo digo que puedo hacerlo muchísimo mejor. Te confieso que últimamente no me digo eso".

Más copas de mojito. Mis amigas están aquí. Y los demás son todos desconocidos. Supongo que tú ya no tienes tiempo para quedar. ¿Lo que estás haciendo es tan importante? He estado bebiendo tanto que volveré a llamarte y te diré: "Que jodan a esa zorra que supuestamente amas tanto. Yo sé que aún piensas en las cosas que vivimos. Así que, que jodan a la zorra que crees que has recuperado porque desde que me recibiste sé que las cosas van a cambiar" Y volverás a pensar: "¿Estás borracha?". "No, solo digo que podemos volver a intentarlo. Te prometo que seré muchísimo mejor. Creo que soy adicta a las imágenes que tengo de ti desnudo y a sentarme a hablar de todos los buenos momentos que tuvimos. No creo que sea consciente de que ya no volverás pero, está todo bien.

»Estamos en una fiesta. Sí, estamos en una fiesta. Todo tipo de chicos vinieron a la fiesta. Solo llamaba porque el chico con el que estaba ya se ha ido. Y no hemos hecho nada, lo juro. Coge el teléfono, por favor. No tengo mucho en lo que creer. Te necesito ahora, ¿me has escuchado? Me han dado demasiada bebida. No quiero engañarte, he tenido sexo dos veces esta semana. Te explicaré: Lo estoy pasando mal, ajustándome a esta soledad. Estoy demasiado borracha y no digo nada más que tonterías. Tengo suerte de que no lo hayas cogido, por favor no lo oigas. Lo siento"

»

Isabella y yo salimos a dar una vuelta por Madrid. Chelsea lo tiene tan visto que prefiere quedarse en casa repasando para el examen que tiene en un par de días. Pero nosotras, aunque hayamos estado un montón de veces (menos que Chelsea) no nos cansamos de las preciosas calles de Madrid.

Calle de Alcalá. Red de San Luis. Callao. Plaza de España.

"Por la espina dorsal de Gran Vía, derrapa una sirena de policía. Es mi rincón favorito de Madrid" Algo parecido cantaba Pereza, no me acuerdo.

Y terminamos en la Puerta del Sol, en el Km 0.

Nos compramos miles de tonterías y nos reímos por tonterías más grandes. Regresamos a casa, donde está Chelsea empaquetando ropa de chico en un petate. Llora desconsoladamente, como si alguien querido hubiese muerto. No tan grave como eso. Pero sí alguien querido se ha ido de su vida, en el peor de los casos para siempre.

- A ver, relájate y cuéntanos bien lo que te pasa - dice Isabella.

No se calma y hago intento por conseguirlo. Se sorbe los mocos un par de veces hasta que le entregamos un pañuelo.

- Ya no me voy a casar... - una lágrima se escapa de uno de sus ojos, rojos por tanto llanto.

- ¿Qué ha pasado?

- ¿Conocéis a Miguel? - movemos la cabeza de forma negativa - Es un compañero mío de clase, pensé que os había hablado de él. Bueno, el caso es que ha venido a estudiar esta tarde, cuando vosotras os fuisteis. ¿En serio que no os he dicho que venía esta tarde a ayudarme con un teórico - práctico? Pues ya veis la importancia que le doy a este chico que es muy majo y todo eso...

- Chelsea, ve al grano - la interrumpo.

- Vale. Pues estábamos estudiando, tranquilamente. Sin hacer nada, os lo juro - asentimos -. Y Jordi, ha venido de repente; según él quería darme una sorpresa pero la sorpresa se la ha llevado él pensando que le estaba engañando. Y me la ha liado que flipáis. Me ha empezado a decir un montón de cosas: que cómo he podido haberle hecho eso después de que me haya pedido matrimonio, que cómo he podido haberle hecho lo otro... Y es que no he hecho otra cosa con Miguel que no sea estudiar, chicas.

Se queda en silencio.

- ¿Y tú qué le has dicho? - pregunto.

- Que si no confiaba en mí no deberíamos estar juntos y mucho menos casarnos.

- Entonces le has dejado tú.

Se encoge de hombros a modo de disculpa.

- Yo no puedo estar con alguien que no confía en mí, Isabella... - vuelve a quedarse en silencio - Le he devuelto el anillo - nos enseña su dedo anular de la mano izquierda, ya desnudo.

- Joder, vaya mierda...

- Ya ves que si mierda... Yo me quería casar con él - rompe a llorar de nuevo.

- Y os vais a casar. Ésta es otra de vuestras pequeñas discusiones que acabaréis arreglando, como habéis hecho siempre. El compromiso es algo muy importante, que no podéis romper así como así.

- Pienso como Nadine. Será mejor que te vayas a dormir, mañana será otro día y verás como lo arregláis. Venga, vamos.

Nos damos las buenas noches y cada una se va a su habitación.

00.15.

¿Qué estará haciendo? ¿Estará con Alexia? Él está con ella y yo me siento idiota. Entre tantas cosas que pienso: no me hagas más creer que tras la espera, podré dormir siempre a tu lado.

Ya no te quiero y como tantas otras cosas que me hayas dejado no me hace daño.

Sigo mintiéndome a mí misma, que triste...

Pablo Alborán canta: "Deshidratándome, por tanta lágrima que va regando la locura en mi piel. No sé que voy a hacer si no te vuelvo a ver, el mundo entero se me volverá a caer [...] Tengo tantas cosas que quiero decirte, amor. Que se me atragantan las palabras por tanto dolor que hay acumulado en esta habitación, que has sido testigo de tanto temor..."

Y me siento vacía. Me siento una imbécil por haberte dejado marchar. Que estúpida. Me lo tengo merecido que no me perdones pero, por favor... Termina con este castigo que me está torturando.

Te echo tanto de menos que no lo soporto...

Si te enamoras, pierdes.© [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora