Capítulo 4

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Capítulo 4: Amigos

Zelda veía desde la ventana de su limusina como el paisaje de un bonito, pequeño y acogedor pueblo japonés cambiaba a un frondoso, bello y misterioso bosque, para convertirse en su enorme, gris y aburrida mansión. Se estaba preparando mentalmente para el sermón de su padre reclamándole por haber dejado su responsabilidad de supervisar a los que decoraban el salón de fiestas para la que se iba a realizar en la noche.

--Como si no supieran hacerlo sin ayuda-- susurró Zelda quejándose.

--¿Eh?-- preguntó el chófer. Le pareció haber escuchado algo --¿sucede algo señorita?--

La rubia suspiró.

--No, señor Iwata. Igualmente gracias por su preocupación-- dijo cordialmente a su chófer.

Zelda vió con aburrimiento como ya habían llegado a su destino. No faltaba mucho para que su chófer se lo hiciera saber, por más obvio que fuera, era una norma y regla de su padre.

--Hemos llegado, princesa-- informó.

--Hurra-- dijo sarcásticamente.

El chófer se estacionó, para después dirigirse a abrir la puerta de la hija de su jefe. Ella solo suspiró de nuevo viendo como su padre se encontraba esperándola en la puerta de la mansión. Se le veía serio y molesto, pero sobre todo, preocupado.

--Rey Rhoam-- saludó el chófer, haciendo una reverencia, para después ingresar a la mansión, dejando solos a padre e hija.

Hubo un pequeño silencio incómodo. Rhoam miraba seriamente a su hija, y Zelda solo estaba con la cabeza baja esperando el sermón de su padre. Sermón que ya había oído miles de veces.

--¿Dónde estuviste?-- preguntó a su hija

--Por ahí--

--¿Haciendo qué?--

--Descansando--

--¿Descansando de qué?--

--De todo--

Rhoam suspiró.

--¿Con quién?--

Ahora es Zelda la que suspira.

--Con Link--

Rhoam volvió a suspirar. Ya se esperaba eso.

--Entonces, ¿puedo suponer que para eso te llevaste una tarjeta de invitación sin mi permiso, no?-- le reclamó.

Zelda tragó saliva.

--Pues sí, él es mi invitado. ¿Hay algún problema?. No es como si fueras a usar todas las tarjetas de todas maneras-- se defendió.

Rhoam no pudo soportar seguir ahí afuera. Pasó rápidamente hacia su mansión, dándole a entender a Zelda que ella también podía pasar. Una vez adentro, todos los sirvientes de la familia, quienes se encontraban decorando, limpiando y ordenando todo para la fiesta, los voltearon a ver por un momento, para después voltear la mirada a otro lado. Todo parecía indicar que venía otra pelea. "Ya se habían tardado" pensaban algunos.

--Me parece increíble que a pesar de todos éstos años sigas sin confiar en él-- le reclamó Zelda.

Su padre jamás le había prohibido que se juntase con su mejor amigo, en parte porque la rubia tenía dificultad para relacionarse con otras personas que fuera Link. Sin embargo, nunca le había terminado de agradar la idea de que su hija fuera tan cercana con alguien como él, y a decir verdad, tenía sus razones.

--¡No me puedes culpar por eso!-- gritó sin ver a su hija.

Zelda guardó silencio por un rato, pensando en que decir.

Los Elegidos (LWA x TLoZ) [Creado por Mainder]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora