Los Elegidos (LWA x TLoZ) [Creado por Mainder]

Capítulo 13

Capítulo 13: Señales

Habían pasado dos días desde el funeral. Desde aquel día no había asistido a sus clases de esgrima. No había salido de casa. Mucho menos continuó ejercitando.
Link se encontraba atrapado en una rutina sedentaria. Una rutina en la que se limitaba a comer lo mínimo y permanecer sentado.

"Quería saber sí te gustaría viajar conmigo" repetía ésa frase en su cabeza "Tal vez viajar te ayude"

Era una mañana tranquila. Link caminaba con dirección a una estantería no muy grande. De la cuál tomó un libro sobre ruinas antiguas, buscando unas ruinas en concreto. La conocida tribu bárbara; una tribu Amazónica que rendía homenaje a un dragón.

Entre las páginas que hablaban de la tribu bárbara. Se encontraba una vieja fotografía. Con marcas de dobleces y levemente rota en los extremos.
En ella se podía apreciar a un hombre alto, aparentemente castaño, puesto que la fotografía se encontraba álgo descolorida. Junto al hombre se encontraba una mujer rubia, y en los brazos de ésta, un bebé. Un bebé de unos cuantos meses, con unos pocos mechones de cabello claro, puesto que la fotografía no permitía ver el color exacto.
Pero Link no necesitaba ver el color para saber que era rubio. Puesto que aquél bebé de la fotografía. Era él mismo.

--Ni siquiera conozco sus nombres-- dijo a la par de que sus ojos se cristalizaban.

El joven, absorto en sus pensamientos, no se percató que alguien golpeó la puerta. Hasta que la persona repitió la acción a la vez que le llamaba.

--¡Link!, ¡soy Zelda!-- exclamó a través de la puerta.

Él rubio se sobresaltó por el llamado, tanto que incluso dejó caer el libro dónde guardaba la fotografía.

--Un segundo-- exclamó guardando la fotografía en su bolsillo y recogía el libro. "Stonehenge" leyó la página en la que cayó el libro.

Link dejó el libro sobre la estantería y camino en dirección a la puerta para abrirla y dejar pasar a su amiga.

--Zelda. Que sorpresa verte. ¿Cómo estás?-- comentó el rubio en un afán de no verse decaído.

--Me encuentro bien. En realidad, quería asegurarme de que tu estuvieras bien-- respondió Zelda sin ocultar su preocupación --y te envíe un par de mensajes informando que vendría--

Link abrió los ojos de sorpresa y sacó su teléfono. Revisó los mensajes y se percató de dos mensajes de Zelda.

--¿Sigues sin revisar los mensajes?-- preguntó la rubia con un notorio tono de preocupación.

--La mayoría son de Satoru o de Eiji, preguntando sí me encuentro bien o invitandome a ir con los demás--

--Deberías aceptar ir. Salir de vez en cuando--

Link no dijo nada. Sabía que Zelda no quería que él estuviera así de deprimido. Pero... no era sencillo.

--Hay una exhibición de espadas en el museo. No estarán mucho tiempo-- dijo Zelda --así que compré boletos--

--Pero, Zelda...-- intento decir Link.

--Link, han pasado cinco días desde...-- se detuvo al no querer mencionar al tío Robin --desde que te encerráste. Necesitas salir un poco--

Link suspiró. Zelda tenía razón, en algún momento tendría que salir. ¿Y con quién mejor que ella?.

--Ésta bien-- aceptó Link --iré a cambiarme--

--Aquí te espero-- dijo Zelda, más sonriente al lograr convencer a su amigo.

La exhibición de espadas no parecía cosa del otro mundo. Se trataban de espadas de la edad media, de entre los siglos V y XV.