"Yeαн, cαll мe dαddy"

•11•

Permiso Condicionado
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-¿Acaso no quieres qué México nos acompañe a las celebraciones de ONU?

Pregunto intrigado el estadounidense mirando con ceja alzada a su compañero Rusia.

-Claro que no se trata de eso, es simplemente que.... No me agrada la idea que esté con otras potencias.

Declaró con obvio disgusto y rabia, no era de sorprenderse, A pesar de tener una de las mejores posiciones económicas los 2 juntos, aún con eso, tenían la inseguridad de qué la mariposa que tanto cuidaban y apreciaban echará un vistazo al jardín y decidiera escaparse con alguna otra flor.

Después del fin de semana atareado regresaron a la nueva reconstruida casa del latino, donde su Padre Imperio Mexicano lo esperaba.

México fue el valiente en subir con su padre, mientras qué las 2 otras potencias optaron por quedarse en el patio esperándolo.

Sí Imperio Mexicano escondió a su hijo tantos años del mundo exterior, ¿Cómo lo dejaría salir a una junta llena de países?

Ni idea... Ni puta idea de como ese país calculador y frío se diera el lujo de presentar con contrato y respuestas en mano a un niño de quién ni siquiera era sabida su existencia, era lo mismo a una historia de un rey imaginario de un reino de fantasías inexistente.

Sin embargo, aún con el probable pensamiento de recibir una respuesta negativa decidieron ser testarudos y arriesgarse a qué su Padre le permita explorar la realidad de un Country.

-¿Y... Sí no lo deja asistir a la reunión? ¿Qué haremos?...

Volvió a divagar USA, fumando su cigarrillo con clara ansiedad, si llevaban a México a esa reunión todos quedarían boquiabiertos, de solo pensar en las caras celosas de los otros países desarrollados por tener algo que Él sí tiene le causaba llegar al clímax más codiciado por una persona millonaria.

Era un sueño húmedo el provocar la furia de otros seres igual de poderosos que él solo por aburrimiento.

-Tendremos que tragar nuestro orgullo y traer a otras acompañantes.

Respondió Rusia observando los alrededores de ellos, es cierto que sentía una inquietud en sus manos, un temblor que crecía con el pasar del tiempo.

Pff... ¿2 hombres exitosos esperando el permiso de un padre por dejar a su hijo asistir a una fiesta? ¿Qué clase de jodida película gringa era esto? Era de esperarse que los hombres llegaran a sentirse humillados.

¿Desde cuando ELLOS pedían el permiso?

Como unos estúpidos simp's siguiéndole la cola a su amo, era algo que podrían percibir como su posición jerárquica.

Ahora que lo pensaban era muy parecido su comportamiento como el de un SIMP, pagando, babeando y rogando por sexo y unas sobras usadas de cariño.

Mierda... De verdad tenían un problema mental.

Jaja... Eran como... Condones usados.

USA apagó su cigarro con el dorso de la mano, quemándose la piel, pero el dolor era opacado por sus preocupados pensamientos, tiro la colilla por alguna parte, suspiro cansado y miro hacia el cielo.

Las nubes se hinchaban como hematomas, como si pronto se acercara una tormenta.

El estadounidense decidió volver sus ojos al suelo, pero fueron interrumpidos por una extraña escena, una ventana de la casa que mostraba la oficina de Imperio, donde hablaban los participantes del embrollo, lo extraño no fue verlos, sino ver lo que hacían.

Imperio Mexicano acariciaba la mejilla de México con amor, pero no con un amor paternal.

Más bien...

Con un amor más... Bizarro.

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-Uhg. . .

No existía sonido alguno más perseverante qué las gotas de sangre que genuinamente creaban un rio en la mano de Imperio Mexicano, un copa destrozada de cristal adornaba el suelo de esa extraña e incómoda oficina.

Imperio Mexicano mantenía esa cara furiosa y orgullosa la cual retaba con recelo a Mexico, el pobre chico solo podía mirar el suelo, además de la sangre de su padre, que empezaba a crear un charco debajo de él.

-¿Quien carajos te convenció de ir a una fiesta?

Pregunto eufórico el padre, el niño mordió su pared bucal, estaba nervioso, como un criminal a punto de ser descubierto... O eso al menos sentía.

-Nadie... Yo quería ir..

Mentira, realmente nunca se le ocurrió la idea, pero Rusia y USA caprichosamente querían llevarlo, aunque México estaba seguro de qué terminaría mal.

-Sabía qué esto era una mala idea, nunca debiste conocer a esos tipos, tú no iras a esa maldita fiesta...

El hombre mayor suspiró con frustración, dio media vuelta dándole la espalda a su hijo, el corazón de México se estrujó, es como sí su viaje de estrella fugaz hubiera terminado en un solo segundo, se armó de coraje en ese mismo instante y renegó contra su progenitor.

-Ya cumpliré 18 años, iré a esa fiesta sin tu puto consentimiento.

El niño ni siquiera pudo notar cuándo su padre se giró, solamente para regalarle una bofetada en el pómulo izquierdo.

Su cuerpo se marginó de estupor, de la mejilla escurría la sangre proveniente de Imperio Mexicano, México se sintió tan débil, tan rebajado...

Y eso le producía asco.

Su padre cayó en cuenta de lo que hizo, como un balde de agua fría que trajo la conciencia en él, percatándose del terrible error qué causó, se acerco para abrazar a su hijo, pero este lo rechazo cruelmente, mientras se recuperaba del aturdimiento del golpe dado.

El imperio lo miró, y su enojo creció como la marea en temporadas de lluvia, el sujeto tomo con fuerza de las mejillas a México, apretándolas con desprecio, lo acerco a su propio rostro .

-De acuerdo, irás a esa fiesta... Pero no hagas escándalos, ¿bien?

La criaturita ni siquiera alcanzaba a reaccionar, sus ojos amenazan en llorar, el padre apretó aún más su agarré del puro coraje, sin medir la gentileza de tacto que tenía qué mantener con su único hijo.

-Di que me amas, México.

Desbordó en confusión el perdido niño, ¿Por qué su papá le pedía tal incoherencia?, extrañamente el ambiente cambio, talvez a uno más cercano a la rareza y con carencia de entendimiento.

-¡Dilo!

Objetó el padre sin bondad alguna, si las emociones se pudieran oler seguramente el hombre olería a codicia.

-Bien... Te amo, Papá.

-Sin la palabra "Papá" , México.

...

...

...

-Perdón?

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