"Yeαн, cαll мe dαddy"

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Discusiones amistosas...
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—¿Cuáles son tus cartas, Rusia?

El ruso alzó una ceja de extrañeza, no entendía porqué su amigo se comportaba tan raro últimamente.

No le respondía las llamadas, dejaba los mensajes en visto, y en las juntas evitaba verlo en todo momento.

Y ahora hablaba como si le debiera dinero.

—No entiendo de que hablas, China.

Alegó Rusia, tomando un bocado de su postre francés,  un "Mousse de Chocolate", que empalagaba el paladar, y endulzaba hasta a la persona más fría y rencorosa.

—Rusia, Sé que mantienes amistad con USA.

El soviético paró su merienda, Miró unos segundos a China en silencio, ¿Por qué se comportaba como una pareja celosa?, quiso ignorar la pregunta, y simplemente pensar que fue un error la indebida cuestión.

—¿Te parece rico tu pastel?, Francia me recomendo este restaurante y creo qu...

—¡Rusia, dejate de estupideces!

Interrumpió el chico, azotando con fuerza sus manos en la mesa, captando la atención de todos alrededor.

—¡Se supone que juntos Íbamos a derrocar a USA!

Manifestó el asiático con obvio odio, Rusia desconocía el tipo de relación que tenía con USA.

Empezó como una mala idea por parte de ONU y rápidamente se convirtió en una inesperada pero cautivadora amistad.

Eran muchas cosas que ni siquiera Rusia comprendía por completo, además, ¿Cómo le explicaría que comparten el mismo amante?

Ya no se trataba solamente de USA o él, sino que también México estaba inmerso en el problema.

—Calmate China, Estás gritando demasiado.

Rusia dio una breve pausa, tomó otro bocado de su platillo y regresó a la conversación.

—Te miras ridículo agrandando este espectáculo.

La gota que derramó el vaso.

Las palabras de Rusia siempre eran pacíficas, a veces insultando por mera necesidad, Sin embargo, Cuándo su paciencia comenzaba a expirar, sus palabras se volvían igual de filosas e hirientes como las de un par de navajas.

Y dolían como una padata en el culo.

—¡¿QÚE MIERDA TE SUCEDE RUSIA?!

China se levantó de la mesa con brusquedad, Tirando su vaso de cristal en el trayecto, ahora el restaurante se quedó sumido en silencio, y solo esperaban la siguiente acción del par de "amigos".

—¡YO ERA TU AMIGO, YO ERA TU CAJA DE CONFIANZA, ¿POR QUÉ PUTAS AHORA ESTADOS UNIDOS ES TU AMIGO?!

Rusia no opinó, es más, le importaba un bledo el berrinche de China, solamente acabaría su pastel y se largaria de ese sitio.