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Los ojos de uno son dos avellanas, e irradian tanta luz como para alumbrar una ciudad entera.
Los de el otro son oscuros, aterran, pero cuando miraba a los contrarios, todo eso desaparecía y podían ser más brillantes que cualquier constelación, aun que él no se daba cuenta.

—↷︙🍷—

Seokjin tenía una vida normal y pacifista, jamás había tenido complejos, lujos o problemas demasiado grandes.

Terminó sus estudios secundarios perfectamente y ahora estudiaba en línea en una universidad de Seúl desde su casa, la cual compartía con su hermano menor desde hacía unos años, él también estudiaba en la universidad aún que en la local de Busan.

Su vida era normal, claro, hasta que apareció ése idiota caliente en la tienda que atendía por las tardes cuando no pasaba un alma, para poder pagar sus estudios y alimentos.

Claro que le parecía ardiente, jodidamente desde que lo vió entrar. Bueno, ¿cómo podría decir que no cuando cayó con esa ropa expuesta?

Pero sin duda él juzgaba a las personas por sus acciones y palabras, y así es como terminó bajandole los humos por su comportamiento. Si, era sexy, pero no sabía aprovechar su sensualidad siendo también buena persona para agregarle extras y así conquistar mejor.

—Hyung! Llegaste a casa, mira, tengo que mostrarte el descubrimiento que hice temprano.– lo recibió Jungkook cuando cruzó la puerta y dejó sus cosas en el sillón tirándose a éste agotado.

—Más tarde Kook, ¿bien? Estoy cansado por el turno, hizo mucho calor. Lo siento.

—Oh claro, no te preocupes. ¿Mucha clientela?– preguntó yendo a la cocina  para servirle un vaso de agua fresca al mayor.

—Nah. Tú sabes.

—Claro. Y... ¿algún chico sexy que hayas visto? La otra semana me dijiste que fue uno alto y adorable de bonita sonrisa que era lo más interesante que te había pasado y luego no volvió a ir.– le alcanzó el vaso de vidrio lleno y Seokjin suspiró.

—Huh, si. Bueno... si puede haber alguien.– se incorporó un poco, tomando el vaso de agua que le había sido ofrecido.

—¿Y bien? ¿Qué hay con él?

—Es un idiota.– rezongó.– Pero es la cosa más sexy y ardiente que existe.

—Haz que te folle y ve si lo hace bien, si no es bueno desechalo y si lo mueve bien haz que sea tu chico malo.

—Podría considerar eso.– sonrió de lado volviendo a beber del frío liquido.

☹︎☻︎☺︎︎

Namjoon tenía demasiados antojos últimamente.

Cigarros, alcohol, helado, ramen, pizza, el culo del vendedor de la tienda a metros... Eran muchas cosas.

Muchas cosas que no podía complacer por completo. Sobretodo la última.

¿Qué mierda debía hacer para follarlo y decirle que lo tenía delirando a pesar de no aguantarlo?

Ah claro, dejar de ser un 'hijo de puta'.

Pero él era así por su naturaleza, él era malo, si, y no se dejaría vencer por ningún imbécil que quería bajarlo.

Nisiquiera aún que éste tuviera esos labios y esa retaguardia increíbles que deseaba corromper.

Apartó todo de su mente, y rezongando como cada día, se levantó de su cama y bajó las escaleras para ir a la tiendita o supermercado de mierda para complacer a su estómago. Y, muy de paso, sus ojos.

Llegó y no lo vió allí en la caja en la entrada, pero si divisó a lo lejos cómo acomodaba un estante de hasta arriba al que no llegaba por su altura.

Sonrió de lado y se encaminó hasta él. En el camino olió su aliento con una mano y acomodó sus ropas; si quería follarlo debía dar buenas segundas impresiones.

Al llegar no fue notado, y colocándose detrás suyo, estiró su mano hasta donde la de Jin quería llegar, poniéndola sobre la suya y sintiendo cómo su cuerpo se tensaba delante suyo.

—¿No alcanzabas esto?– le preguntó tomando el producto y alejándose, mirando con diversión cómo el otro se giraba y lo observaba de brazos cruzados.

—Si. Gracias.– lo arrebató de sus manos y siguió su camino por el largo pasillo delante, dejándolo detrás bufando.

—Espera.– trotó para alcanzarlo, y al llegar a su lado tomó su hombro para voltearlo frente a frente hacia él.

Sí que era alto, joder.

—¿Qué quieres?

A tí.

Vine a comprar.– se encogió de hombros mintiendo.

—Ajá. Pues agarra lo que quieras y camina, yo ya voy.– quiso volver a evadirlo, pero la mano fuerte del moreno lo frenó otra vez.– ¿Qué quieres idiota?

—Soy Namjoon.

—Eso no me importa.

—¿Y tú?– lo ignoró.

Seokjin suspiró, miró al suelo negando y pensando unos minutos. Volvió a alzar la mirada y apretó los labios.

—Seokjin.

—Es sexy.

—Lo que digas. ¿Me dejarás seguir mi trabajo?

—Uhm... primero quiero que hablemos.

—Lo hacemos ahora. Namjoon.

—Oh suena tan caliente viniendo de tus labios.

—¿Estás buscando algo más que cigarros y ramen, no es así?

—Eres vidente, tesoro.– sonrió– ¿Por qué me tratas así cuando hace unos días me seguiste la corriente? ¿Mmh?

—Yo... Ya no quiero involucrarme contigo. No es conveniente tu actitud tan idiota.

Auch.

—¿Y si te propongo salir para conocernos y mostrarte que puedo no ser tan imbécil?

—Dudo que eso sea posible. ¿Porqué quieres salir conmigo?

—Huh...

—¿Ujum?

—Yo...

—Escucho.

—Uhm...

—Ya suéltalo, tonto.– exclamó irritado.

Namjoon se rindió.

—Quiero que follemos.



























-2...

- ꨄ︎

good to be bad © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora