La ordenada vida del estudiante perfecto llamado Jeon Jungkook cambia drásticamente con la llegada de cierta princesa.
"Porque la rueda del destino una vez más está girando"
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Liskook Fanfic™
₪ Canción para leer este capítulo: Still With You ₪
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❈MEMORIAS DEL REY I❈
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"Su majestad... ¿e-está realmente seguro?"
El tono del hombre salió algo ahogado; y no era para menos. Al igual que su voz, su rostro denotaba la misma conmoción helada que lo golpeó. Pero a pesar de haber escuchado provenir semejante locura arriesgada de la boca del rey, hizo su mayor esfuerzo de permanecer en su lugar en la mesa.
Sentado a la cabeza, actualmente ocupada en su mayoría por documentos por firmar y autorizar, vio al hombre joven asentir sin vacilar. Su mirada, seria y decidida, solo reflejaba una decisión que ya estaba tomada de antemano. No necesitaba pensarlo dos veces.
"Su seguridad siempre será mi prioridad..." declaró con firmeza.
"¡Eso sin duda alguna, pero-!" El hombre se obligó a sí mismo a calmar su tono. Incluso en su arrebato, sin saberlo, había arrastrado la pesada silla de caoba al ponerse de pies y estrellar sus palmas contra la gruesa madera.
Sobó el puente de su nariz. La expresión del rey seguía siendo la misma. Sin inmutarse siquiera luego de su estallido.
Su asesor, y miembro principal de la corte, luego de haber exhalado el suficiente aire para tranquilizar su estado agitado, lentamente regresó a su puesto. El rey esperó verlo recuperado para seguir adelante con la firme resolución a la que había llegado.
Inclinó su cuerpo, reposando el hueso de su afilada barbilla sobre sus manos juntas.
"No existe otra solución. Tendré que enfrentarlo" Afirmó.
Lord Nam volvió a exhalar. Esta vez perdiendo algo de formalidad en su postura siempre recta y educada.
"¡No te dejaré ir a la guerra tu solo, Jacques! ¿Sabes a lo que te enfrentarás?" Apretó los puños y movió su cabeza de lado "Su poder va mucho más allá de lo que imaginamos. ¡Es peligroso, es arriesgado!"
Ahora fue el turno del joven monarca de explotar. Se puso de pies para acercarse al otro hombre que lo miraba como si hubiese perdido la razón.
Habló cuando estuvieron a pocos centímetros de distancia.
"¡¿Entonces qué pretendes que haga?! ¿Qué? ¿Me siento aquí y miro desde la comodidad del trono como ese hombre arrebata la vida de la mujer que amo?"
