La ordenada vida del estudiante perfecto llamado Jeon Jungkook cambia drásticamente con la llegada de cierta princesa.
"Porque la rueda del destino una vez más está girando"
|Romance| |Fantasía| |Sobrenatural| |Escolar| |Drama|
Liskook Fanfic™
"Cuando dos almas gemelas han sido separadas por la muerte y vuelven a encontrarse, es tal la atracción, el amor, la ilusión, la sensación de reencontrar la felicidad total, que ya no se sueltan.
La sola idea de separarse les parece inconcebible y no se separarán hasta la muerte"
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•My Princess•
Para gran decepción de Jungkook, después de prácticamente haber arriesgado su pellejo en cada una de las actividades deportivas en las que participó esperando salir como el indiscutible campeón y MVP de esta competencia, los maestros decidieron que este año no habría ganadores o perdedores. Según los aburridos adultos encargados de la actividad, alegaron que todos merecían ser premiados por el esfuerzo realizado. Argh, esta generación de cristal, chincha.
Y él aquí que solo quería ganar, y lucirse con Lisa...
Pero después de cenar, tomar un relajante baño, y tener un rato decente para descansar, los maestros reunieron a los estudiantes alrededor de una cálida fogata antes que cayera la noche. Era la última actividad programada del día.
Así que sentado junto a su compañera de equipo y, todavía con esa persistente sonrisa puesta en su cara luego de que Sana le contara lo celosa que vio a Lisa al terminar la carrera, (esa en la que la abandonó – cosa que la chica mono todavía le recriminaba), un extremadamente feliz Jungkook mordía con entusiasmo su delicioso malvavisco asado.
¡Está bien!, puede que no haya ganado la competencia pero... con esta noticia, su día no terminaba del todo mal. Definitivamente no.
Ahora estaba más que seguro que a Lisa le afectaba verlo con otra chica, quiera aceptarlo la orgullosa princesa o no. Inclusive, se atrevería a apostar todo el efectivo que traía consigo que no le era tan indiferente a la rubia después de todo. (Obvio, es Jeon Jungkook. Entendía si Lisa se sentía azotada por él).
Siendo positivo, calculaba que sus probabilidades de gustarle a su temperamental princesa oscilaban en un 99.99999999%
Ok no. ¿Tal vez un 95%?
Lo que sea. Ahora solo le faltaría averiguar si ella sentía lo mismo que él antes de dar su siguiente paso, confesarse.
Pero, por esta noche se relajaría. ¡Un paso a la vez campeón!
Cantando canciones viejas a todo pulmón y aplaudiendo como una foca bebé, Jungkook se dedicaba a rellenar su boca con más malvaviscos asados. Estos salvajes chicos que tenía por amigos actuaban como si de verdad estuvieran reunidos en alguna sala de karaoke en Hongdae; tanto así que Mingyu y Jaehyun se habían levantado de sus lugares para dar un extraño baile alrededor del fuego pareciendo más un raro ritual de invocación que otra cosa, sin imaginar que Eun Woo capturaba la vergüenza en su teléfono con el de fin de usar el material como chantaje más adelante (idea de Yugyeom). Pero a pesar de estar entretenido con este último burlándose de sus dos idiotas amigos, Jungkook no se olvidó de asar un malvavisco para Sana.
