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Sarka

01 de octubre de 2027

Las cosas no iban tan bien como Sarah hubiese esperado, ya habían pasado dos semanas desde que despertó tras su operación, y no había rastros de un fisioterapeuta. Su papá le había dicho que estaban buscando a uno, pero que en las clínicas de Suiza y Alemania no habían tenido especialistas, los pocos que había en el mundo mágico, tenían contratos exclusivos con los equipos de quidditch, y ella, odió en ese momento a cada jugador del mundo mágico.

-Lamento que tengas que hacer esto- dijo ella, viendo como Henry le seguía haciendo ejercicios.

-Prometí que estaría contigo- dijo el chico- Mara no me lo perdonaría, y personalmente tampoco me agrada la idea de que te retrases en tu recuperación- los ojos verdes de Sarah se empañaron en lágrimas.

-Llamaría al fisioterapeuta que tenemos en el elenco- murmuró, mientras comenzaba a caminar por las barras que habían instalado en la habitación- pero al igual que nosotras está de vacaciones.

-Y es mejor, que nadie allí se entere, ¿no? - Sarah asintió.

-La gira será de seis meses- explicó- tenemos la coreografía ensayada- continuó, mientras caminaba bajo la atenta mirada de Henry- a nuestro regreso serán indicadas las posiciones, los papeles- suspiró- ensayaremos por un mes, y terminaremos aquí, en septiembre.

-Bueno- dijo Henry, poniéndole la mano en la espalda para mejorar su postura, y caminando con ella- espero que al menos nos des un par de entradas- le guiñó un ojo y Sarah rio, asintiendo.

-Ustedes se llevan mis entradas VIP- fue sincera- cada vez que vengo a Londres, Mara es la primera persona en la que pienso para darle las entradas de cortesía que me corresponden- Henry asintió. Guardaron silencio- estaba ensayando con Mark, la última escena- explicó- no entiendo cómo fue que me equivoqué tanto.

-Los accidentes pasan, Sarah- quiso quitarle el peso.

-No a mi- dijo ella- nunca había sido tan despistada, jamás me había caído en un ensayo- negó levemente con la cabeza- estaré eternamente agradecida contigo, Henry Ström- el chico le sonrió.

-¿Puedes caminar sin apoyarte?- dijo el chico de cabellos mieles. Sarah asintió.

-Lo intentaré- Henry le asintió, aun así, se movió atrás de ella, por si el equilibrio era perdido. No fue necesario, Sarah llegó al otro extremo con un equilibrio impecable- se que no hubiese logrado esto, sin el procedimiento mágico- dijo de nuevo con melancolía- sé que esa caída me hubiese costado la carrera, y probablemente la vida, si dejábamos pasar más días- Henry asintió en su dirección, y le hizo una seña para que caminara hacia él- pero no sé si pueda volver a bailar- confesó su mayor miedo en voz alta- siento que no avanzo nada, y los días pasan.

-Sólo han pasado diez días, Sarah- dijo él mientras tomaba una de sus piernas para moverla hacia arriba, la chica no se quejó, pero él vio el miedo en su mirada- una vez todo se regenere podrás retomar los ensayos, con cuidado- agregó.

-No estaré lista para febrero- dijo ella con una mueca- la rodilla derecha, me da miedo que ...

-No pasará- dijo Henry- fue lo primero que puse en su lugar, solo te duele porque no has ejercitado lo suficiente, porque no has caminado tanto- dejó de mover las piernas de la chica, y la guio por las caderas, haciendo un suave movimiento de lado a lado. Sarah hizo una mueca de molestia, y Henry dejó el ejercicio, tomando distancia para no invadir el espacio personal de Sarah.

Para él era bastante incomodo tener que mover otros cuerpos, por eso no había tomado fisioterapia como especialidad, la traumatología le servía porque el contacto medimago paciente era mínimo. No le gustaba invadir el espacio personal de nadie, que no fuera Mara. Se lo había explicado a Sarah en su primera sesión, pero la rubia solo se encogió de hombros, ella no le encontraba nada de malo a ser movida por otra persona, si los toques y movimientos era profesionales, su coreógrafo, su fisioterapeuta, su instructor, su compañero de baile, habían invadido su espacio personal en el ballet desde que era una niña. Además, Henry era el medimago más profesional que ella conociera.