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Juntos

Aviso: Este  capitulo tiene contenido sexual   explícito. Esta historia está  catalogada con contenido adulto, pero de   igual manera les aviso que un apartado es según las normas +18   años, donde aparecen dos copos de nieve ❅❅comienza la escena sexual. Si no es de tu agrado, evita leerlo.

30 de enero de 2028

Cuando Stephen se sintió despertar, también se sintió tranquilo. El calor corporal de Sarah estaba allí. No se había ido. Y él la sostenía firmemente por la cintura. No quiso abrir los ojos por temor a que fuera una ilusión. El que ella estuviera allí, entre sus brazos.

Cuando abrió los ojos, notó que durante la noche habían terminado uno frente al otro en medio de la cama. El cabello revuelto de Sarah le daba un aire adorable. Llevaba, como era de esperar, un pijama de dos piezas, en color lila, que era de seda, lo supo por la suavidad al tacto. Se veía tan cómoda, tan tranquila allí.  Deseo despertar más veces así con ella, a su lado.

-Buenos días- murmuró la chica contra su cuello.

-Buenos días, Sarah- dijo él apretándola contra su pecho. Como si necesitara que ella estuviera más cerca de él. El amor, que ahora sabía, que tenía por ella, y la tranquilidad de despertarse juntos, hacía que Stephen se sintiera controlado. Lo estaba, y estar con Sarah, también hacía que los anillos no quemaran, porque él no necesitaba de ellos, ya que su magia estaba en paz.

- ¿Qué tal la experiencia de dormir con alguien? - él rio y dejó un beso en su frente.

-Dormir contigo es una buena experiencia- confirmó- sobre todo cuando despertamos juntos- las mejillas se le colorearon a la chica, y terminó escondiendo la cara en el pecho del muchacho.

-Ya dije que lo sentía- murmuró apretando su abrazo en la cintura de él.

-Ya lo sé- dijo él divertido- y también lo siento, sobre todo ahora que sé que se siente muy bien despertar contigo- ella sonrió.

❅

Sarah los desapareció hasta Moscú para que Stephen coordinara su salida de mañana. Ella también tenía que coordinar su salida a Francia.

-Buenos días- saludó la rubia a la recepcionista- venimos a programar nuestros trasladores para mañana.

-Buenos días- asintió la mujer- ¿hicieron la reserva?

- ¿Reservaste? - le preguntó en inglés a Stephen.

-La señora Williams dijo que debía salir mañana a las 10 de aquí como máximo- entregó unos documentos a la mujer.

-Desde el ministerio le indicaron que debía volver a Londres como máximo mañana a la diez.

-Entrada diplomática- murmuró la mujer viendo a Stephen- autorizada por el primer ministro Ostrogoski.

- ¿Le pediste a Ostrgoski que te dejara entrar? - preguntó ella con el ceño fruncido.

-Bueno, mamá, le pidió a Ostrogoski que acelerara el proceso- él se encogió de hombros. Realmente no le había importado cómo había podido entrar a Rusia ahora. Cuando fue por Novikov, estuvo tramitando la entrada por cuatro días. La señora Williams se había demorado sólo doce horas, y realmente a él no le importó cuantos contactos habían tenido que mover para acelerar su entrada a Rusia.

La funcionaria no les prestó atención, ella ya estaba buscando en sus registros, y Sarah solo pudo rodar los ojos en dirección al joven Black.

-Realmente activaste tu modo niño rico- murmuró girándose hacia la funcionaria que los miraba de reojo.