Acercamientos

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13 de noviembre de 2027

Sarah estaba feliz, el día anterior Henry le había informado que, tras ocho semanas de su operación, sus fracturas estaban completamente recuperadas. Le había pedido autorización para hablar de su caso en congresos, y para que Eileen pudiera patentar a nombre de ambos la poción regeneradora. Sarah había aceptado porque era lo mínimo que podía hacer por Henry y Eileen que la habían cuidado tan bien.

Niklaus Novikov, estaba muy conforme con su progreso, así que, a petición de Sarah, habían iniciado aquel sábado los primeros pasos como bailarina. Era la tercera vez que repetirían esos pasos.

-Primera posición- le indicó su mentor. Sarah juntó los talones y mantuvo las puntas de los pies hacia afuera- más recta la espalda, Sarka- gruñó, Sarah cuadro los hombros, y recibió un asentimiento por parte de Niklaus- segunda posición- la chica aun en dehors separó las piernas manteniéndolas estiradas, el hombre le volvió a asentir- tercera posición- ordenó, Sarah rotó los pies hacia afuera, colocando la el talón de su pie derecho delante de la del centro del izquierdo – cuarta posición- Sarah cruzó los pies para que quedaran paralelos, el talón de su pierna derecha quedó a la altura de sus dedos, y viceversa – quinta posición- El talón del pie derecho de Sarah tocó los dedos de su pie izquierdo- descansa- Sarah botó el aire que estaba aguantando.

- ¿Y? - dijo la rubia recuperando el aire.

-no está todo perdido contigo- fue el mejor cumplido que Sarah hubiese recibido de Niklaus- ensayarás esto durante el fin de semana, no te fuerces, Sarka- dijo el hombre mayor- y el lunes empezaremos con plié- Niklaus se retiró de la sala, y solo sintió cuando cerró la puerta. Ese hombre nunca iba a cambiar.

Sarah decidió que era hora de tomar una ducha e ir a almorzar. Aquel día iba a ir a almorzar con sus padres. Suspiró. Realmente no quería ver a su mamá, pero había sido su madre la que le había invitado.

Terminó por ponerse un jean azul, unas zapatillas y una polera blanca, sobre todo se puso su abrigo otoñal. Desapareció a una cuadra de su departamento, y llegó a la que era la casa familiar. Disciplina y paciencia. Se repitió como un mantra antes de tocar el timbre.

El almuerzo estaba siendo un tanto incomodo. Sobre todo, porque Klaus no estaba haciendo esfuerzo de que ambas conversaran, por lo que también estaba en silencio. Sarah se puso a juguetear con su plato. Realmente no quería estar allí, pero habían pasado dos meses desde que había salido molesta de esa casa.

-Henry me dio de alta ayer- dijo finalmente para romper ese silencio incomodo. Vio a su mamá suspirar, y a su papá sonreírle- retomé mis prácticas con Novikov hoy.

- ¿Y qué te dijo? - preguntó finalmente la medimaga.

-Que no estaba todo perdido conmigo- se encogió de hombros. Adele no supo si eso era bueno o malo, así que buscó con la mirada a Klaus, también temía preguntar y que Sarah tomara a mal su pregunta.

- ¿Y eso es bueno? - preguntó Klaus, tomando la mano de su esposa por sobre la mesa. Sarah volvió a encogerse de hombros y revolver su comida, antes de darle un bocado.

-Es lo mejor que ha dicho desde los quince- se encogió de hombros quitándole importancia.

El silencio se instaló nuevamente en los tres. Sarah jugueteó con su pulsera. Era la que su madre le había enviado para su graduación. Adele se levantó a buscar el postre cuando notó que su hija no iba a probar nada más.

- ¿podrías intentar ser un poco amable con ella? - preguntó su padre con una mirada apenada. Sarah suspiró. Claro que por su papá podría ser amable– está intentando hacerlo bien, se esmeró toda la noche- la rubia menor asintió.

✔✔SAUDADE||  SAGA ALMAS UNIDAS|| 3° LIBRO HEREDEROS|| TERCERA GENERACIÓN HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora