Capitulo 6

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-¡Nerd!

-¡Imbécil!

-¡Rata de biblioteca!

-Oh, tú, maldito farsante- dije más molesta y me lancé sobre él para golpear su pecho inútilmente.

Él no me podía golpear, yo era una chica y el orgullo de los hombres les impedía golpear a personas del sexo femenino. Por otro lado, yo no hacía mucho daño porque era débil, por lo que al golpear su tórax me veía (y sentía) bastante inútil e idiota.

Genial. Estaba golpeando inútilmente a Luke Hemmings mientras que mis golpes ni siquiera le provocaban cosquillas. No servía de nada,en absoluto. Bueno, sólo para desquitarse.

-¿Terminaste con tu rutina de golpes?- cuestionó Luke con una ceja encarnada.

Suspiré y me detuve de golpearlo. Definitivamente no provocaría ningún daño golpeandolo.

-Sí- respondí levantando la mirada biendo sus hermosos cabellos rubios moverse con el viento que entraba por la ventana-.

¿EN QUE ESTABA PENSANDO? Su pelo es lo más feo que hay, no me puede estar pasando esto. A mi, una rata de biblioteca. ¿Estaré enamorandome de Luke? No lo creo, Luke es el chico más desagradable,creido y necio que había en la escuela, esto no podía estar pasandome.

-Bueno, ya que tú tenías a Dusty... ¿te importaría cuidarlo? Hoy tengo una cita con la chica más caliente de la escuela y quiero a estar a solas con ella- me dijo él volviendo los ojos en blanco en una mueca de "está bien buena". Sí, asqueroso viniendo de parte de un simio.

-¿Y por qué buscabas a Dusty si no querías pasar tiempo con él?- cuestioné extrañada. Buscaba a Dusty, lo encontraba... ¿y luego me pedía que lo mantuviera alejado de él?

-Estaba preocupado por él, lo quiero mucho para tenerlo perdido...- murmuró Luke en defensiva, con el ceño fruncido pero con la mirada enternecida.

¡Pero qué tierno! Se preocupaba por los que quería. ¡Qué amor...!

Sacudí mi cabeza en shock por andar pensando esas cosas. Por Dios, [tn]___, que sólo dice esas cosas porque es su mascota. No sobrepases tu mente pensando que Luke Hemmings es dulce. ¡No! ¡Él era un simio!

-¿Con qué chica saldrás?- pregunté intentando desviar o borrar completamente la idea de que Luke era tierno de mi cabeza.

Idiota cabeza.

-Se llama Amanda- respondió él con una sonrisa ladeada.

-¿Amanda?- repetí extrañada. No había escuchado nunca de ninguna Amanda.

-Es mi compañera de laboratorio- respondió el rubio.

-Ah, claro- dije fingiendo saber. Mentira, ni siquiera sabía que Luke asistía al laboratorio.

-¿No la conoces, cierto?- preguntó mirándome con una sonrisa torcida y con una ceja arqueada.

-Nop- dije soltando una leve risita nerviosa y él se encogió de hombros.

-Es mejor que no la conozcas- y dicho esto, Luke se fue de mi habitación, dejándome con Dusty.

Perfecto, sería la niñera de un gato. Suspiré pesadamente y di media vuelta.

Dusty no estaba.

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-Oh, sí, Luke...- gimió una voz femenina subida de tono en la habitación de al lado.

Y le di otro mordisco a mi chocolate.

Había pasado aproximadamente una hora desde que había perdido a Dusty. La tal Amanda había llegado, y ahí estaban en la habitación de Luke, haciendo "la tarea". Bajé al primer piso para distraerme y ver de paso si encontraba a Dusty. Pero no lo encontré y además de comer no había mucho tampoco. Terminé subiendo a mi habitación y comiendo una barra de chocolate que tenía en mi bolso.

Y nuevamente a la actualidad.

Era asqueroso escuchar todo lo que ocurría en la habitación de al lado, sinceramente. Palabras que no conocía, términos que hubiera preferido no conocer, gemidos subidos de tono, y lo fuerte que se escuchaba la cama crujiendo.

Asqueroso.

Y menos me quería imaginar la imagen.

Intenté de distraerme estudiando, pero en realidad nadie se podía concentrar con tanto grito de la habitación de al lado. Enserio. Los chillidos de Amanda eran irritantes. Pff, tarea... tarea sus bragas.

Terminé mi chocolate, me levanté de mi cama y fui al baño para botar el paquete. Desde el baño no se oía nada, gracias a Dios (o a la gran pared, como lo prefieran). Boté el papel de chocolate al basurero y me quedé en el baño un rato más, esperando que los gritos cesaran.

Luego de que ya había pasado quince minutos encerrada en ese baño, salí esperando encontrarme con un silencio total. Pero no, mis oídos se encontraron con lo contrario: más gritos.

¿¡Qué onda ellos!? ¡Ya llevaban veinte mil horas haciendo "la tarea";! No podía creer que se demoraran tanto. ¿¡Qué rayos...!?

Pero luego escuché mejor. No eran gritos de "tarea", eran gritos de... ¡DUSTY! Maldición, Amanda gritaba de miedo, no de placer. Estaba segura de que era obra del gato, siempre las mascotas eran las que hacían el desastre. Eso o que Luke había metido la pata en la cita.

Salí de mi habitación rápidamente y corrí a la habitación del simio, aunque el trayecto hasta su habitación era corto, por lo que no me costó llegar.

Sin pensar, como hacía Lucas la mayoría del tiempo, abrí la puerta de la habitación sin permiso. 

Tapé mi boca para reprimir una carcajada.

Imagínense: Amanda estaba ahí, recostada en la cama con la camisa de Luke sobrepuesta para cubrirla, mientras luchaba con Dusty, intentando alejarlo de ella y de su hermoso cutis. ¡Era tan gracioso!

Solté una carcajada inevitablemente al ver que Luke estaba allí intentando sacar a Dusty también. Dios, definitivamente ese Gato parecía que hubiera nacido para cumplir con la misión de acabar a Amanda y a su hermoso cutis

Reí nuevamente pero un poco más alto y la mirada del simio se clavó en mí.

Mierda.

-¿¡Qué te sucede!? ¿¡No estabas cuidando a Dusty!? ¡Te dije que te encargaras de él!- me gritó él enfadado acercándose cada vez más a mí, dejándome ver su rostro y cuerpo más claramente.

Intenté ignorar el show que ocurría a las espaldas de Luke, que consistía en que Amanda completamente sola intentaba zafarse de las garras del gran y furioso gato Dusty, y le presté toda mi atención al simio idiota. Respondí activando mi escudo de defensa: griterío.

-¿¡Qué me sucede a mí!? ¡Será qué te sucede a ti! ¡Tú estabas aquí haciendo "la tarea" a plena luz del día! Además, Dusty desapareció el muy maldito gato ninja y no volvió a aparecer... hasta ahora- dije en un tono un poco más bajo el final de la oración.

Luke me veía enojado, bastante molesto. Tenía fruncido el ceño y su cuerpo se tensó al instante en que abrí mi gran bocota. Oh, genial, había enojado al simio.

-VETE. AHORA- demandó molesto y cortante, transmitiendo rabia por sus labios.

Bufé y di media vuelta para irme a mi habitación. Era un gruñón. Además de todas formas necesitaría mi ayuda para sacar a Dusty de su habitación.

Me encerré en mi habitación y me senté en mi cama, perfecto lugar desde donde podía escuchar absolutamente todo lo que ocurría en la habitación de al lado. Solté una risotada gigantesca cuando escuché a Amanda gritar que el "bicho" -según ella- le había arañado toda la cara. Dios, era algo tan divertido lo que escuchaba tras esas paredes.

Minutos después, todo se calmó. Ya no habían gritos, ya no se escuchaba el típico "Luke, ayúdame!" de parte de Amanda, o el "Tranquila, cielo" de parte de Luke. Ahora todo era paz y tranquilidad. Al menos para ellos, ya que luego de que todo volviera a la normalidad, el simio idiota entró a mi habitación sin permiso -nuevamente- y dejó a Dusty sobre mi alfombra.

Tan Solo Una Nerd -Luke hemmings y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora