NARRA CAMILA
Sentía mucha incomodidad entre mis piernas, la cabeza me taladraba y el sabor a herrumbe vagaba por mi boca. ¿Qué había pasado? Todo era un borrón en mi cabeza después de que Lauren se fue y me quedé con Alexa. Soy de las personas que sostienen fervientemente que la memoria no se borra por más borracha que estés. Sin embargo, esa mañana no conseguía recordar nada. No estaba tan borracha ¿o sí? Intente incorporarme cuando la realidad me golpeó como un valde de agua helada, estaba desnuda. Con terror volteé lentamente y a mi costado lo vi.
Bradley Simpson.
Sin importarme la desnudez de mi cuerpo corrí al baño y volví el estómago. ¿Qué diablos había hecho? ¿me acosté con él? ¿perdí mi virginidad con él? ¿con el novio de mi mejor amiga? Cuando la realización de lo que había sucedido llegó a mí las arcadas volvieron y me sostuve del retrete para vomitar nuevamente. Me limpié la boca con el dorso de la mano y después me enjuagué. Eres la mas grande de las estúpidas, Camila. ¿Qué hiciste? Salí del baño cerciorándome de que siguiera dormido y así fue. Me vestí lo más rápido posible y salí pitando del cuarto. Alexa estaba en la sala mirándome con una sonrisa, me fui sin decir nada.
¿Qué iba a hacer? No podía contarle a Lauren, no hasta que supiera que es lo que había pasado exactamente. ¿Con quién podía hablar? No podía llegar a casa, no así, mi madre se daría cuenta de que algo muy malo había pasado.
***
-Camila, por favor cálmate. Necesito que respires y me cuentes que es lo que pasó-. la polinesia tenía más de media hora intentando calmarme, pero mi llanto simplemente no se detenía.
-He hecho algo horrible. Soy la peor persona de este mundo-. sollocé de nuevo.
-Estas asustándome. ¿Mataste a alguien? Mataste a Bradley, ¿cierto? ¿quieres ocultar el cadáver? Porque yo podría..
-Me acosté con el Dinah y lo peor es que no recuerdo absolutamente nada-. lloré con mas fuerza y ella se limitó a abrazarme.
-Oh mi Dios, Camila. ¿Por qué le harías algo así a Lauren?
-No le haría algo así a Lauren. No le haría algo así a nadie, me conoces. No sé que pasó. Te juro por lo mas sagrado de mi vida que mis recuerdos llegan hasta el momento en que Lauren se fue de la fiesta, después de... es decir, no recuerdo nada más después de que se fuera.
-Después del beso-. señaló socarronamente.
-Por favor, chechee, ahora no. Tengo suficiente con haber amanecido desnuda al lado de ese imbécil. Es que ni siquiera me atrae un poco.
-Esta todo muy raro. El infeliz debe haberse aprovechado de que estabas borracha. Pero Camila, no estabas tan borracha como para olvidar las cosas.
-Es lo que intento decirte. Tu me conoces, sabes que por mas ebria que este jamás olvido nada... - mi celular comenzó a sonar. Dios mío, estaba marcándome.
-¿No vas a responder?
-No puedo hacerlo, me voy a quebrar, ella se asustará y querrá saber que sucedió y no le podré mentir. No puedo hablar con ella.
Después de calmarme me fui a casa. Afortunadamente en mi casa siempre parecía que no había nadie, entre mi padre en el negocio, mi mamá con sus amigas y probablemente Sofía debía haber ido con la abuela lo que me daba un respiro para aclarar mis ideas sin ser cuestionada por mi aspecto po por ninguna otra cosa que sucediera en mi vida. Subí a mi cuarto para encerrarme por el día entero, quizás por la semana, o mejor, ¿por qué no? para toda la vida. No podía dormirme, Lauren llamó tres veces más y después recibí un mensaje.
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TARDES DE PRIMAVERA
Teen FictionEstaban paradas una frente a la otra en la salida de la universidad. Ya no podía sacarle la vuelta, aunque lo intentase. Yacían inmutables, pero con el corazón roto. Habían cruzado la línea que no debía ser cruzada.