Capítulo 2

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Katsuki, estaba en su habitación, acostado en su cama, viendo el techo mientras pensaba.

—[💭] De nuevo ese idiota, por muchas veces que le haga saber lo inútil que es, él no lo entiende ¿Acaso se está burlando de mí? ¿Le parece gracioso verme dudar así?

[Knock knock knock]

De repente, se escuchó a alguien golpeando la puerta.

—¿Qué mierda quieres?

—Eh... Kacchan ¿Puedo pasar?

Una voz baja y culpable le hablaba desde afuera.

—Vete si sabes lo que te conviene.

—¡Espera, sólo quiero hablar!

—¿¡QUÉ NO ESCUCHASTE, IMBÉCIL!? ¡DIJE QUE TE VAYAS, Y NO ME HAGAS SALIR!

—¡NO, ESCÚCHAME A MÍ DE UNA PUTA VEZ!

— ...

Por dentro no se escuchó más que silencio, e Izuku volvió a tocar la puerta

[Knock knock]

—Kacchan ¿Sigues ahí?

Izuku logró oír el ruido de la traba moviéndose, seguido del chirrido de las bisagras de la puerta, dicha se abrió frente a él y Katsuki lo esperaba junto a ella, quién lo dejó pasar, analizándolo de pies a cabeza con una expresión de fastidio.

—Espero que tengas un buen motivo para esto, o de lo contrario...

—¡Bien, bien, eso no es necesario!

Katsuki se sentó en la cama, de brazos cruzados.

—Bueno, te escucho.

Agregó.

—E-Es complicado... ¿Recuerdas el cuaderno que encontraste ayer?

—Hablas de esto.

El joven abrió un cajón en su mesita de noche y sacó el dichoso cuaderno.

—Sí.. Supongo que te debo una explicación ¿No?

Izuku soltó una risita nerviosa.

—¿Cuál es tu punto?

—He tenido algo que contarte, desde hace mucho tiempo, ¡Cielos! Realmente mucho.

—Dios santo ¿Cuánto tiempo me harás perder?

—No sé por dónde empezar.. Uhh... creo que es algo obvio que siempre has sido una gran inspiración para mí, desde que éramos niños he tenido este sentimiento que no supe nombrar, y.. Creo que he tenido mucho tiempo para cuestionarlo, y parece que he llegado a una conclusión.

—¡DEJA YA DE BALBUCEAR Y DÍ ALGO INTELIGENTE, ESTOY PERDIENDO LA PACIENCIA!

—¡AAH, BIEN, ME GUSTAS, ME GUSTAS, ¿CONTENTO?!

— ... ¿Qué mierda dijiste?

Katsuki se acercó lentamente, con un tono furioso, parecía estar a punto de estallar.

—¿¡ME ESTÁS TOMANDO EL PELO, IDIOTA!?

Y de repente, sucedió.

—¡ESPERA, NO, LO DIGO EN SERIO!

Izuku se arrastró hacia atrás como pudo, rojo como un tomate, llegando a sentarse sobre la almohada y apoyando su cabeza en la pared.

—Ya me tienes harto, no haces más que decir estupideces. ¡Y QUITA TU MALDITO TRASERO DE MI ALMOHADA!

—¡WAAH, LO SIENTO, LO SIENTO!

—Creo que estás buscando terminar en la enfermería de nuevo.

Katsuki tomó a Izuku del cabello, con una sonrisa a modo de amenaza.

❝𝑺𝒆́ 𝒉𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒐❞ / 𝘒𝘢𝘵𝘴𝘶𝘋𝘦𝘬𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora