Era tarde en la noche, la conciencia de Katsuki no lo dejaba descansar por algún motivo que él desconocía.
—[💭] Maldita sea, duérmete, mañana debes levantarte temprano para entrenar, o de lo contrario, tendrás que verle la cara a todos esos extras.
Repetía a su cabeza, pero no conseguía concentrarse, estaba tan cansado que ni siquiera sabía en qué estaba pensando, pero pensaba.
—[💭] Mierda, ¿Por qué no te duermes?
Intentó relajarse una y otra vez, pero de poco sirvió, le dolía la cabeza por estar todo el día con el ceño fruncido.
—[💭] Parece que ese enchufe humano tenía razón, después de todo.
Algo que nunca diría en voz alta.
Katsuki se levantó de la cama y salió de la habitación, literalmente no sabía a dónde ir.
Y aunque fuese la última opción para él, le pesaban los párpados y le dolía siquiera pensar, así que allí estaba, tocando la puerta de la única persona que estaría dispuesto a abrirle y ayudarlo a combatir el insomnio.Izuku abrió, aún medio dormido.
—¿Uhh? ¿Kacchan?
Se resfregó los ojos con los puños, preocupado.
—¿Qué haces aquí? Son las 2 y media de la mañana...
—Cállate, y déjame pasar.
Izuku dió un paso atrás, dejando entrar a Katsuki, quién se acostó en su cama, resongando y de mala gana.
—¿Te sientes bien?
No hubo respuesta más que un gruñido de parte de su amigo.
—Aah, entiendo. ¿Otra vez no puedes dormir? Recuerdo que solía pasarte todo el tiempo cuando éramos pequeños, siempre que iba a tu casa te quedabas a dormir en el suelo conmigo, de otro modo no conseguías dormirte.
Izuku soltó una risita nostálgica.
—¡No te pedí que me cuentes tu vida!
—¿Te traigo un vaso de leche? ¿Agua?
—¡No soy un perro!
—Entonces ¿Qué necesitas?
— ...
Katsuki le dió unas palmaditas a la cama, con el ceño fruncido, como intentando pedirle que se recueste a su lado.
—¿D-De verdad?
—¡SI VAS A SER TAN LENTO, ENTONCES ME VOY!
—¡Shhh, está bien, está bien, no alces tanto la voz!
—¡NO ME DIGAS QUÉ HACER!
—¡Lo siento!
Izuku se acomodó junto a él, mientras veía sus ojos cansados, algo en esa atmósfera le dió ganas de sonreír, entendió que esa era la manera en la que Katsuki intentaba disculparse con él, eso lo hacía muy feliz.
—¿Puedo abraz-
—Ni lo intentes.
—Heh.. Esto me trae muchos recuerdos. Cuando éramos niños, siempre ponías esa cara, la misma que estás haciendo ahora.
El chico rió, el tono pálido de sus mejillas iba tomando un color rosado poco a poco.
—Y tú sigues poniendo la misma cara de idiota.
Katsuki disimuló una sonrisa tierna.
—¡Oh! Recuerdo que también me gustaba tomarte de la mano antes de dormir.
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❝𝑺𝒆́ 𝒉𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒐❞ / 𝘒𝘢𝘵𝘴𝘶𝘋𝘦𝘬𝘶
Fiksi PenggemarKatsuki Bakugō es un jóven inseguro quien intenta descubrir quién es y qué es lo que realmente quiere, y en ese momento en el que todo es oscuro, en el que es imposible saber qué es real y qué no, en el que siente temor por no saber en quién confiar...