DOS

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No te ilusiones. Fue lo primero que pensó Shotaro, al sentir su mano ser entrelazada con la de su menor, normalmente esto pasaba a menudo pues SungChan era bastante cariñoso con él y viceversa, pero no podía evitarlo, se había enamorado de su mejor amigo y no podía hacer nada al respecto.

Con una sonrisa siguieron caminando con sus manos entrelazadas hasta llegar a la casa del mayor.

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De nuevo no podía dormir, sentándose en su cama Shotaro tomó su celular observando la hora, 2:48 am, lo volvió a bloquear levantándose de su cama para bajar a la cocina, volviendo con un vaso de leche tibia en manos.

Suspirando, se sentó en la silla en frente de su escritorio, dejando que sus pensamiento se apoderarán de su mente, de un momento a otro el recuerdo de su menor tomando su mano entre la suya, creando una cálida sensación llegó a su mente, provocando que sonriera automáticamente.
La inspiración llegó en ese momento, buscó rápidamente una hoja y pluma con la cual escribir.

"Cada que tomas mi mano, siento una cálidez que no siento con nadie más, me gustaría que nunca la soltaras, ¿Cómo es que encajan tan perfectamente? ¿No lo has notado? Desearía que nunca te alejaras de mi lado ¿Podrías no hacerlo?"

Una sonrisa triste se apoderó de su rostro, en verdad había caído rendido ante su menor, pero tenía miedo de que éste se enterara. No soportaría que lo rechazara, así que lo mejor era ocultar sus sentimientos hacía el menor. Era lo mejor.

Sacudió su cabeza intentando quitar esos pensamientos de su mente, sabía que SungChan no sería capaz de lastimarlo, aunque aquello no impedía que sientiera miedo, pero no era momento de pensar en eso, tomando todo el contenido de su vaso de leche volvió a la cama, sintiendo sus ojos cerrarse lentamente mientras caía en brazos de Morfeo.

Insomnia » SungTaro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora