CUATRO

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Viernes. Dulce y querido viernes.

Channie 🦌💜

Hyung, ¿Quiere hacer algo ésta tarde? Estoy libre y me gustaría pasar el rato con usted.

¿Qué dice 😄?
1:30 p.m

Aún más dulce y querido viernes.

¡Claro Channie! También estoy libre, me salvaste de morir aburrido~💕

¿A qué hora?
1:32 p.m

¿Qué tal a las 4:30?

Llegaré a su casa, no se preocupe, así vamos juntos😉
1:35 p.m

Muy bien Channie, te esperaré ¡Hasta entonces!~
1:35 p.m

Bien, estaba entrando en pánico.

Salió corriendo de su cama hasta el armario, revoloteando toda su ropa en busca de algo decente y bonito que pudiera usar, terminando por sacar una camiseta de rayas blancas y negras junto a un jean negro con una correa y zapatos del mismo color.

Entró al baño para darse una ducha rápida saliendo de este después de cinco minutos para proceder a vestirse rápidamente.

Aún faltaban pocas horas por lo que decidió intentar dormir hasta entonces, cosa que extrañamente no demoró en lograr.

Sintió un tiempo después unos leves toques en su hombro que lo despertaron de a poco, mientras escuchaba a alguien llamarlo.

—Taro, Taro vamos, despierta —Aquel susurro en su oído logró despertarlo además de causarle un estremecimiento.

—Mhn ¿Qué? —Frotando uno de sus ojos intentó visualizar a la silueta que estaba muy cerca de sí, logrando enfocar al menor muy cerca de su rostro.

Al captar la cercanía, su rostro se tornó rojizo, sacando una risita al contrario, quien despeinó los cabellos del mayor.

—Buenas tardes bello durmiente, es hora de nuestra salida —El menor sonrió al ver la cara de sorpresa del contrario, quien tomó su celular para verificar la hora.

"Dios, ¿Cuándo me dormí?"

—Lo siento Channie, pero ya estoy listo —La hermosa sonrisa con hoyuelos adornó el rostro del mayor, quien tomó su celular y las llaves de casa para salir acompañado por su menor.

Se preguntarán, ¿Y cómo hizo SungChan para entrar? Fácil, tenía una copia de las llaves, cortesía del japonés ante cierto accidente.

Ambos chicos emprendieron camino hacia un parque de diversiones que había en la ciudad, sería una larga y divertida tarde.

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Entrada la noche ambos chicos se dirigieron a la casa del menor entre risas y juegos, con un japonés cargando entre sus brazos a un gran oso de peluche y un chico alto que se encontraba mas que satisfecho al ver la sonrisa contraria.

Al cruzar por la puerta de entrada ambos chicos caminaron hasta la habitación del menor a paso lento y somnoliento, el menor por su parte sacó de su armario ropa para el contrario antes de entrar al baño para poder cambiarse.

Minutos después ambos se encontraban acostados en la -no tan- amplia cama, siendo iluminados por la tenue luz de la luna que se infiltraba por la ventana, descansando sutilmente en sus rostros en los cuales yacían lindas sonrisas.

—Buenas noche hyung, duerme bien —El menor depositó un suave beso en la frente del de hebras castañas, causando que un leve sonrojo bañar su cara.

—Buenas noches Channie —Acurrucandose entre los brazos contrarios, ambos se rindieron ante Morfeo.

Extrañamente, aquella noche Shotaro pudo dormir bien, sin ningún rastro de insomnio.

Insomnia » SungTaro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora