NUEVE

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Los amigos del japonés estaban preocupados. En especial un castaño. Pues aunque fuese normal ver a Shotaro con leves ojeras bajo sus ojos, esta vez parecía que no había pegado el ojo en todo el tiempo.

Habían pasado ya cuatro días desde que el rizado estaba actuando raro, según a ojos de sus amigos. Y vaya que no estaban equivocados.

El japonés apenas y sonreía, parecía ido la mayor parte del tiempo. Eso, contando las enormes ojeras bajo sus ojos, y el hecho de que se veía más pálido de lo normal.

Aunque este negara que no se sentía mal, sabían que no era cierto. Pues el japonés nunca fue tan bueno mintiendo y siempre terminaban descubriéndolo.

—¿Seguro que no tienes nada, Taro? —Preguntó por tercera vez en el día YangYang a su amigo.

—Seguro Yang, ya les dije. Sólo es un resfriado —Murmuró con la voz algo ronca.

"Quisiera que fuera sólo eso" pensó.

Siguieron su camino a la cafetería. El japonés se sentó al lado del mayor de todos, intentando no dirigir su mirada al castaño e hizo el intento de animar su estado para no seguir preocupando a los chicos.

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Los ocho chicos se encontraban en la casa del mayor de todos. Habían decidido juntarse para hablar sobre su amigo.

—Estoy seguro de que algo le pasa —Murmuró RenJun.

—Eso lo hemos notado todos, pero el problema es que no quiere hablar con ninguno —Dijo desanimado ChenLe.

Un suspiro abandonó los labios de todos los presentes. Les preocupaba el estado tan apagado del japonés nada característico de él.

—Iré a su casa para hablar con él y esta vez no podrá evadirlo —Sentenció el más alto de todos ganándose el asentimiento del resto de los chicos.

Insomnia » SungTaro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora