una última canción ♩ rindou haitani

[7] (+18)

"More than a woman"
♪

Después de una presentación en la que Rindou no dejó de ver el vestido rojo y apretado que Sumi sabía lucir, ambos se trasladaron a su morada.

—Ahh, estoy tan cansada. —suspiró ella al pasar al lugar con la gran mano de Rindou acariciando su espalda.

Ahora que el joven Haitani había hablado con su jefe Manjiro Sano acerca de su relación, prometiendo no interferir con nada que tuviera que ver con Bonten, todo había mejorado. Habían dejado de esconderse entre las cuatro paredes verdes de la habitación de Sumi, la cuál era más que bienvenida en el departamento de su novio. Ahí la pasaban haciendo varias cosas: bailaban mientras hacían el desayuno, se besaban en la oscuridad y claridad, admiraban la bella vista que había desde el balcón, veían películas de terror que a la mujer le aterraban y a Rindou le dolía admitir que le gustaban solo porque al momento de dormir ella se aferraba más a su torso y escondía la cara en su cuello.

Eran tan recurrentes sus encuentros ahí, que Sumi comenzó a darle color al lugar, eliminando la vibra elegante y dándole un toque más cálido. Colocó plantas que Rindou regaba a regañadientes cuando ella no estaba. Pegó su poster de "The Nigh of the Living Dead" en la recámara principal y colocó unas cuantas fotos de ellos dos en las paredes. A Rindou no le molestaba para nada, de hecho le insistía que siguiera haciendo todo eso.

Parecía que Sumi estaba encontrando su hogar. Aún así, el joven Haitani pensaba que no valía la pena tanto arreglo ya que pronto no estarían ahí. Si las cosas salían como él planeaba pronto cumpliría su sueño.

—Hoy te luciste. Aunque siempre lo haces. —cerró la puerta e inmediatamente su mano se pasó a sus caderas. —Esa canción que cantaste al final... ¿cómo se llamaba? —preguntó tratando de hacer memoria. Ella solo sonrió dándole un beso a su pecho. —Creo que era de los Bee Gees...

—"More than a Woman". —completó.

—Esa fue mi favorita. ♪ Suddenly you're in my life. Part of everything I do. ♪— cantó moviéndose de lado al lado provocando que la castaña diera una risita que lo contagio. —Siento que describe muy bien mis sentimientos cuando estoy contigo. Me quitas el aliento.

—Hoy estás más romántico que de costumbre. —sonrió. —Me gusta. —se alzó tomando sus mejillas para poder besarlo.

Después de unos cuantos besos, Rindou la tomó de los muslos y la cargó en sus brazos hasta su habitación.
Dejó a su novia en la cama y comenzó a quitar su ropa hasta quedar solo en pantalón de vestir. Se acostó a su lado con el brazo inclinado presionando su cabeza. —Oí más aplausos en tu presentación de hoy. Hasta puedo jurar que te silbaron.

—Es por este vestido rojo, es mágico. —bromeó subiéndose encima suyo.

—¿Puede volverse invisible? —preguntó Rindou alzando la ceja.