El amante del ministro (AU omegaverse EPN x Justin Trudeau)

I

"Unidos"
† Narrado por Enrique †
Siempre amable y educado, incluso podría jurar que es un beta.
Pero su aroma no miente, es un alfa puro.
Traté de llevarme bien con él, después de todo los buenos modales son difíciles de encontrar en ellos, en especial cuando de trata de alguien tan "importante", así que por una vez el extenso papeleo podría ser más ameno, o por lo menos no tan molesto.
Trabajamos juntos durante varios meses, conviviendo entre reuniones y documentos, nos volvimos buenos amigos.
Solíamos atender negocios juntos, asistiendo a eventos y demás cosas.
Cada día la cercanía entre nosotros aumentaba.
Su compañía ya no era cosa extraña, muchas veces nos quedamos charlando por el gusto de hacerlo.
[...]
Risas, archivos y actas, una tarde cualquiera, terminando de trabajar.

De un momento a otro el ambiente se tornó extraño, y en un instante pude sentir sus labios acercándose a mi boca.
Su lengua juguetea explorando cada rincón de mi cavidad bucal. Mis latidos comienzan  a acelerarse y mi respiración se vuelve rápida, me dejo llevar por el momento cediendo ante el  contacto.
Mis feromonas lograron evadir el olor sintético y el lugar se llenó de la mezcla de la madera y el chipre.
Sus manos sostienen mi rostro, deslizando por mi cuello y mis hombros.
—Es una lástima el no poder marcarte...
¿Realmente no se ha dado cuenta o solo me la está jugando?
Su aliento frío y húmedo cubre mi piel, confunde mis pensamientos y mi cuerpo, ninguno responde y todo  deja de importar.
Al final estamos vagando en la nada.
[...]
En una oficina a oscuras, sus caricias recorrían mis brazos, llegando a la espalda, despojándome de cada prenda, sus besos bajan suavemente por mi torso, la sensación de estar perdiendo el control de nuevo es inevitable. Sentado sobre él, mis piernas se recargan a los lados y su miembro erecto frota mis nalgas para abrirse paso dentro mío entrando de una sola estocada, me aferro a su camisa tratando de sobrellevar la oleada de placer, algunos quejidos logran escapar de mi garganta, tomándome por la cintura hace el contacto cada vez más profundo.
Un mismo movimiento palpitante de ambos, vibrando al unísono.
¿Por qué tenía que pasar esto justo ahora? Justo durante mi celo.

—Si los dos somos alfas no hay problema si intento anudarte ¿Cierto?
—Agh, no lo hagas, por favor.

—¿Por qué no? ¿Puede que realmente seas un omega?
Sus dedos acarician en círculos mi apretada entrada, estimulándome, acelerando la lubricación.
No puedo aguantarlo, se siente tan bien...
—¡Omega! ¡Tienes razón soy un omega! Solo no lo hagas, por favor...
—¿Estás seguro? ¿No te gustaría llevar a nuestro cachorro?
Sus manos se acercan hacía mi vientre...
Es solo que...
«Nuestro»
—Yo, sí, pero tú...

Con delicadeza desliza su lengua sobre mi cuello,  olfateándome, su esencia cambia, eso quiere decir que su celo se adelantó... una nueva mezcla del sándalo y cacao... ¿Tiene planeado marcarme?
—Yo no veo problema en tener un cachorro contigo.
Se acerca con un beso ligero y tierno.
—Está bien, entonces hazlo...
[...]
—No tiembles tanto.
—Lo siento, yo, nunca he hecho una marca.
—Va a estar bien, además si queremos que nuestro bebé se desarrolle mejor tendrás que hacerlo, tranquilo, relájate y muerde.
—¿Seguro que no te dolerá?
—No te preocupes por mí, puedo soportarlo.
—Bien, lo haré.
Su boca se acerca con cuidado hacia mi glándula, arriba del hombro.
Estamos a punto de unirnos por completo...
†