ღOmniscienciaღ
Hacía tan solo un par de minutos que había llegado a la clínica, y desde el primer paso que dio para entrar su cuerpo comenzó a temblar, el ambiente provocaba que su estómago se oprimiera ligeramente, un tenue aroma a alcohol inundaba su nariz y combinado con la dulce esencia de otros omegas provocaba que las náuseas que para ese entonces ya había disminuido resurgieran inesperadamente.
Al entrar a la habitación se recostó con cuidado sobre la camilla descubriéndose el vientre con timidez.El gel y escáner no tardaron en comenzar a pasar sobre su piel causándole una sensación de escalofrío, el monitor reproducía un grupo de imágenes en blanco y negro que ninguno de los dos lograba distinguir ni encontrarle forma, lo único que ambos podían asegurar es que ese grupo de manchas amorfas era el fruto de su amor, sus hijo...
O mejor dicho, sus hijos...
"Están esperando mellizos" fueron las palabras que provocaron que sus rostros palidecieran, no era que les disgustara la idea, en absoluto, pero todavía no creían estar del todo preparados para tener un cachorro y ahora esa responsabilidad se veía duplicada.
La noticia seguía manteniéndolos pasmados aún después de haber salido de la clínica. Los ojos de Enrique se llenaron de lágrimas cristalinas, se sentía nervioso pero a la vez feliz, en cuanto el alfa se percató del estado de ánimo de su pareja se apresuró a consolarlo tomándolo entre sus brazos.
— ¿Qué sucede?, ¿te sientes bien?— cuestionó con un ligero tono de preocupación.
— Tú, ¡Tú y tu cosa esa no me hicieron un cachorro, sino dos! — le gritó aún llorando mientras apuntaba al entrepierna del canadiense.
— Lo siento, solo cálmate, por favor.— Te odio —el castaño continuaba quejándose, ahora en los brazos de su alfa.
Pierre seguía abrazándolo, cubriéndolo con su chaqueta a la vez que emanaba feromonas lentamente para tranquilizarlo.
Desde el comienzo de su embarazo el omega había estado comportándose como un niño pequeño cada que tenía oportunidad, aunque por esa vez parecía estar justificado, por supuesto la responsabilidad era para ambos, pero a final de cuentas él que tendría que lidiar con un par de cachorros creciendo dentro de su cuerpo era él.
Las manos de James comenzaron a acariciar el rostro del moreno a modo de consuelo, bajando hasta posicionarse sobre el apenas hinchado vientre del mexicano.
— Pero me alegro de formar una familia contigo...
— Yo también, créeme, me alegro de que sea contigo.
— Pierre...
— ¿Si?
— Tus hijos y yo queremos un helado — pidió agarrándose de la camisa de Justin, expresando así otro de sus recién empezados antojos.
— De acuerdo, los tres tendrán su helado — respondió con una sonrisa, ayudando a Enrique a ponerse de pie y dejando un tierno beso en su frente.
— ¿De chocolate?
— Sí...
[...]
Ambos hombres dormían tranquilamente, la noche había caído desde hacía ya varias horas atrás.
En medio de la madrugada, casi inaudible se percibió un pequeño quejido que escapaba de los labios del moreno.
Los ojos marrón se abrieron en medio de la oscuridad y sus manos se dirigieron a su entrepierna percatándose así de una rojiza humedad.
El miedo comenzó a apoderarse de él, la luz de luna entraba en la recámara reflejándose en el sangriento fluido del que sus manos estaban manchadas.
Comenzó a mover con nerviosismo a James, haciendo que este se despertara en un par de segundos.
— Tenemos que ir al hospital — dijo el omega con la voz entrecortada.
Justin siguió las órdenes, cargando cuidadosamente a Enrique para llevarlo lo más rápido posible en el auto.
[...]
Jamás le había gustado el ambiente que había en los hospitales, pero en ese momento no tenía tiempo para acordarse de ello.
Lo único que pasaba por su cabeza era el recuerdo de las sábanas ensangrentadas y la certeza de que había perdido a sus cachorros.
Sus ojos no dejaban de derramar lágrimas amargas, sentía todo como su culpa. Toda una vida sintiéndose inútil por ser un omega, porque su única utilidad era la de procrear y ahora... Parecía que ni siquiera era capaz de cumplir con el único jodido fin para el que existía.
Sus manos acariciaban su vientre, creyendo que de nuevo todo estaba perdido, ¿Por qué la vida se empeñaba tanto en hacerlo miserable? ¿Por qué siempre su felicidad se manchaba con tanta crueldad?
Lo único que quería era por fin ser feliz. Con el hombre al que amaba, estando a punto de formar una familia y todo se destruía de nuevo.
Las enfermeras y el personal médico se encargaban de atenderlo minuciosamente, mientras él se mantenía callado, con un silencio sepulcral, enajenado en sus pensamientos.— Fue una amenaza de aborto, pero los tres están bien. Él necesitará reposo absoluto, al menos hasta que terminé la etapa de riesgo.
Una mujer pelirroja vestida con una pulcra bata blanca le explicaba al ministro lo que había sucedido, dejándole en claro el cuidado y observaciones que el omega debería de tener por un par de meses hasta que estuviese completamente fuera de peligro.
Enrique estaba dormido en una camilla aún con la marca de las lágrimas que habían caído por sus pómulos.
El alfa se acercó a él, acariciando sus cabellos castaños.
— Por el vínculo puedo saber cómo te sientes... Pero solo por favor, quiero que sepas que nada de esto puede ser tu culpa, no tenías forma de saber que pasaría y sé que jamás querrías hacerle daño a nuestros hijos, no tienes por qué culparte, los tres estarán bien, serás un excelente papá y sé que también haces todo lo posible por cuidarlos tanto como yo quiero hacerlo... A mí también me dio miedo el perderlos, sentí mi corazón fracturarse en cuanto vi el llanto brotar de tus bellos ojos cristalinos, y si te perdía a ti también hubiese sido la peor maldición, no me malinterpretes, amo a nuestros cachorros, tal vez más de lo que puedes creer, pero vivir sin ti... sería peor que el mismo infierno, no soportaría seguir si no estás tú... Solamente recuerda que sin importar qué, te amo y siempre será así, a los tres, son lo mejor que me pudo haber pasado... Por favor, quedense conmigo...
Los ojos azules dejaron caer una lágrima, una única lágrima que comprimía su preocupación y tristeza.
Solo esperaban que a partir de ahora todo mejorara...
Pero eso no podía estar más alejado de la realidad.
†
NotaAAaaaa: 😭 perdón, me desaparecí una eternidad, pero trataré de regresar seguido a partir de ahora, m peldonan¿
ESTÁS LEYENDO
El amante del ministro (AU omegaverse EPN x Justin Trudeau)
Fanfiction(Ni siquiera he terminado la otra historia, pero "xd") ( AU omegaverse de Jusrique porque accidentalmente me gustó el shipp, es la primer cosa omegaverse que escribo así que... Puede contener errores o alteraciones para el bien de la trama " las reg...