El amante del ministro (AU omegaverse EPN x Justin Trudeau)

II

♡omnisciencia♡

Sentía el estómago totalmente revuelto, como si estuviera peleado con toda la comida del mundo, las náuseas y asco no habían parado en toda la mañana, impidiéndole probar bocado alguno.

Estaba sentado frente a una pila de archivos mientras sostenía el teléfono.

-¿Pero al menos has podido comer algo?-cuestionó el canadiense a través del móvil.

-Yo...

-Dios mío, no puedes estar así, bien, ni se te ocurra tocar una sola hoja de esos documentos.

-Pero ¡¿Por qué?! Fue suficiente con dejarle la mayoría del trabajo a Max, no puedo simplemente no hacer nada.

-Bueno, iré para allá, espérame.

-Pero, ¡¿Hola?! ¿¡Bueno!?

El sonido marcaba el fin de la llamada; se encontraba hablando solo. De nada le servía poner resistencia, desde el comienzo de su embarazo y de la marca, el alfa de Justin lo había convertido en un hombre sumamente protector y territorial.

-Bebé, al menos te puedo asegurar que tu padre nos va a cuidar muy bien... quizá demasiado...-dijo pasando la mano por su casi plano vientre.

Apenas había concluido su primer mes y en tan solo ese tiempo todo se había puesto de cabeza. Pierre insistió en no dejarlo trabajar, o al menos no en la oficina, excusado por problemas de salud dejó a Maximiliano, su secretario, a cargo de todo asunto que fuera necesario realizar de manera externa.

Convencer a Alejandro de que estaba bien tampoco fue cosa fácil, pero ¿Cómo se suponía que le explicara todo a su entonces único hijo? Ambos terminaron por trazar un plan maestro en el que mantendrían todo el asunto oculto. Dejándolo lejos de cualquier riesgo, de la prensa o de algún enemigo político.

[...]

El reloj en una esquina de la habitación señalaba las cuatro en punto, había pasado una hora exacta desde aquella espontánea llamada, impaciente llevaba rato marcándole con empeño.

La preocupación debido a la tardanza de su amante oprimía su pecho, paseaba de un lado a otro esperando obtener milagrosamente alguna respuesta... pero nada, seguía mandándolo al buzón de voz.

Abrumado se sentó frente al televisor, encendiéndolo como si este fuera capaz de darle arreglo a su desesperación.

"Hace unos pocos minutos, en la autopista urbana norte se originó un aparatoso accidente en el cual resultó como única víctima el primer ministro canadiense Justin Trudeau, quien ya ha sido trasladado de emergencia al hospital donde su estado se mantiene como critico debido a los diversos traumatismos-"

Miraba pasmado, las imágenes en el noticiero provocaron que se le escurriera hasta la última gota de sangre del rostro.

La sensación de opresión en el pecho no hizo más que empeorar, estaba consternado, no tenía idea de como reaccionar, su cerebro no procesaba pensamiento alguno y su boca se mantenía abierta sin poder responder o articular palabra, consumido por una fuerte desolación instantánea.

Era un dolor inmenso, atravesándole como una filosa y fría daga por el cuerpo.

Como si su mundo se derrumbara en segundos.

Una fina gota terminó por brotar de sus ojos deslizándose por sus pálidas mejillas, perdiéndose al caer de su mentón.

Lágrimas frías no dejaban de brotar, su mirada triste e inundada en llanto era lo único que se dejaba ver.

Dejó tomado un abrigo antes de salir corriendo del apartamento, necesitaba encontrarlo, y mientras tanto solo podía rezar, rogando al cielo que estuviera bien... o que solo fuera una horrible pesadilla de la cual necesitaba despertar.