XIII • Bajo la sombra de los Benson •

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Alex

Pocas veces en la vida he sentido está sensación, pero después de tanto tiempo creí que la había olvidado, sin embargo, no era así, pues al estar a solo algunos pasos de la celda de mamá, supe que no había olvidado nada, y que el miedo seguía allí latente como siempre había sido cuándo era pequeño, yo odie ser perfecto, odie tener que siempre ser el hijo modelo a seguir, odie perder a Sara, y ahora estaba aquí casi obligado a verlos por dos cosas, proteger mí futuro y a las personas que quiero y saber quién le hablo a Beca sobre Sara.

Pero no me sentía con el valor para describir la verdad,o verla ya siquiera, estaba en un lugar muy diferente a lo que me imaginé de una prisión, pero mamá siempre había sido así, casi me había olvidado de los gustos caros y exóticos que solía tener, lo único extravagante que había visto los últimos días, era la enorme mansión Goldstein, pero en ella me sentía en casa, nada parecido a este momento.

- puede pasar - hablo un guardo y me tuve que llenar de valor para ir si y ver su cara después de tanto tiempo.

Mo corazón latía a mil por hora una vez estuve sentado frente a mí madre, gracias a el renombre nos dejaron ver en una habitación privada donde solo estábamos mí madre y yo vigilados por una cámara, había te en la mesa y algunas frutas, el olor me hizo saber que era el mismo te que siempre había tomado mamá.

- Hijo, por fin te puedo ver - su voz sonaba como siempre, tan dulce que me hacía dudar de si era real o no.

- Madre, ¿Cómo has estado? - hablé algo seco y está pareció estar ofendida de una forma tan falsa que me hacía pensar que no parecía estar en contacto con la realidad de a dónde estábamos en este momento, entonces tomo un poco de te y luego me señaló.

- no has cambiado en nada desde la última vez que nos vimos, pensé que ya nunca más me visitarias, pero, como olvidar los motivos del estar aquí, ese rata de Angel Kanon - hablo ella con un poco de odio al mencionar a Angel, de inmediato la sangre le empezó a hervir, por alguna extraña razón no toleraba escucharla hablar mal de el, después de lo que le hizo a el y a nosotros, sus hijos.

- No estoy aquí por eso, estoy aquí para hablar contigo de algo importante madre - me concentré en no prestarle atención a sus palabras.

- Ya veo, aún crees en el, después de tanto tiempo, escuché que te fuiste de la ciudad, ¿Porqué volviste a un lugar como este Alex? - y entonces demostró que era la mujer que siempre fue, analítica y cuidadosa, siempre al tanto de mis movimientos, temía que al volver se enterará de mí y de Beca, por eso me agrado la idea de irnos a vivir algo retirados del público.

- Quería visitar a Sara, y estoy aquí para saber quién mas sabe de lo que pasó en aquel entonces - quería irme, no quería estar más tiempo aquí, la situación me estaba causando irá, enojo, tristeza.

- visitar a tu Sara... - pareció afectada por un momento, como si tocará algo importante, siempre supe que mamá amaba a Sara con todo su corazón pero, ya no sabía si podía creerle o no - ya veo, si hablas de lo que pasó entre Angel y nosotros no, los últimos recuerdos de perdieron en nuestro casa que fue a parar con el banco para pagar deudas con Angel, perdón Maxwell Goldstein, siempre se me olvida que nos engaño a todos pero el siempre fue el bueno - hablo llena de veneno, casi queriendo esconder el rencor que le tenía a Angel, pero, por una vez pude creerle, mamá no sabía nada de quién le pudo haber dicho a Beca, y me sentí aliviado a saber que ni siquiera sabía que existía.

- hemos terminado, adiós madre - hablé y me levante, quería huir, el sentimiento en mí pecho me estaba matando.

- ta pronto como siempre, siempre creyendo en los demás, ya inocente y risueño, es una pena, pero, ya nos veremos amor, cuando menos tiempo mejor - hablo y sentí un escalofrío recorrer mí cuerpo pero solo así de allí.

• Alex | Después De La Tormenta •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora