𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 | 𝐋.𝐇 ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ

♡Quickie♡

♡ ¿Sexo para quitar el estrés? ♡

Hoy era la primera noche que salía después de dos meses llenos y saturados de trabajo en la oficina, la empresa donde trabajaba estaba en un proceso de fusión con otra empresa pequeña y yo como auditora tenía el escritorio con los folders de papeles hasta el techo.

Pero al fin había terminado y no quedaba más que salir a divertirme. Estaba lista para divertirme con mis amigas y nada mejor que salir  a una de las discotecas más populares de la ciudad. Teníamos reservación VIP y teníamos que aprovechar cada beneficio posible.

—Necesito follar, tengo que follar hoy —Camila habló mientras retocaba su lápiz labial, yo me miraba al espejo acomodando mi vestido pues tendía a subirse un poco y reí.

—Se nota que lo necesitas amiga —Acomodé mi cabello, la música retumbaba dentro del sanitario de chicas. El lugar estaba abarrotado de gente y después de varios tragos ya sentía la vejiga llena por lo que venir al baño era obligatorio.

—Ajá y creo que tú también lo necesitas —Guardó su lápiz labial y se giró a verme, la miré graciosa por sus pensamientos. —Has estado mucho tiempo metida en una oficina y al fin has salido con nosotros, hoy tienes que follar y drenar todo el estrés acumulado.

—Aunque suena tentador, quiero divertirme con mis amigas hermosas que tanto me hacen falta, extraño la época de la Universidad donde las tenía conmigo todo el tiempo —Hice un puchero y ella me envolvió en sus brazos cariñosamente.

—Ay preciosa, yo te extraño siempre muchísimo, así que anda, hoy nos vamos a divertir y tratemos de terminar la noche en la cama de un sexy chico para desestresarnos, andando —Tiro de mis manos y reí por su aún firme decisión en tener sexo hoy.

No era la clase de persona que se acostaba con una persona el mismo día en que la conocía, de hecho, jamás en la vida lo había hecho y ver a todos mis amigos juntos, divertirse, algunos coquetear y otros beber sin fondo alguno, me dije a mi misma que hoy tenía que ser la extrovertida que jamás era.

Al menos una noche.

La zona VIP del lugar se encontraba en la segunda planta de la discoteca, podía observar la pista de baile abarrotada hasta el carajo y la música tan fuerte que probablemente quedaría un poco sorda cuando salgamos de aquí.

Mi vista se paseaba entre las personas que bailaban y me apoyé en la barandilla dando un trago a mi bebida, el sabor dulce disfrazaba el vodka y no pretendía dejar de beber, aún sabiendo la resaca que tendré el día de mañana.

Aterricé la mirada en un pequeño grupo de chicos, uno de ellos capturó mi atención de inmediato porque la verdad, lucía como un dios griego en persona. Me fue imposible apartar la mirada a partir de ese momento.