𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 | 𝐋.𝐇 ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ

♡My boss♡

♡¿Que esperas aprender en tus pasantías?♡

Colgué el teléfono con algo de agresividad y dejé escapar un suspiro totalmente lleno de frustración. La gente a veces era estúpida o realmente no servía para hacer su trabajo y lo único que hacía era arruinar el mío.

Me tomé unos segundos para meditar mi descontrolado odio interno y estiré un poco mis brazos y espalda, llevaba todo el día detrás de mi escritorio en mi trabajo y solía terminar agotada de estar sentada.

Tomé un respiro y volví a lo que tenía pendiente, me encargaba de comunicarme con diversos clientes del despacho y muchas cosas más y justo ahora, la información que necesitaba para poder entregarla a mi jefe me era negada una y otra vez porque la chica al otro lado del teléfono era una estúpida.

Dios, odiaba este trabajo.

El ambiente laboral era un tanto aburrido y las miradas de odio del resto del personal hacia todos en general era evidente a morir. Realmente estaba aquí por necesidad; dinero y experiencia.

Me levanté de mi asiento rendida por no conseguir la información me fue solicitada y tomé el bolígrafo y cuaderno, Mary, la secretaria en el escritorio a escasos metros de mí, se preparaba para salir mientras que yo me quedaría hasta que mi jefe se marchara.

Esta era la vida de una pasante que buscaba tomar experiencia en un bufete de abogados, trabajar por muy poco con la excusa de que; hazlo para aprender.

Bufé caminando hacia la oficina de mi jefe pero la puerta se abrió y de ahí salió su esposa, decidí esperar justo en dónde iba pero pegada a la pared para que ella pudiera pasar sin problemas. Ella era un mujer bastante elegante, siempre lucía ropa costosa y deslumbrante, joyas en el cuello y bolsos más caros que mi existencia entera.

Constantemente me preguntaba que tanta suerte debían de tener las mujeres como ellas que terminaban casándose con un hombre que la suba a mantener y les daban de todo. No era algo que yo quisiera, por algo estaba aquí, trabajando para en el futuro yo ser mi propio marido que me mantiene, por así decirlo.

La elegante mujer pasó a mi lado y me dedicó una amable sonrisa por lo que la imite, el delicioso aroma de su costoso perfume se quedó en el aire después de pasar a mi lado y continúe mi camino hacia la puerta que previamente ella había cerrado.

Di un par de golpes hasta que recibí la autorización para entrar. Mi jefe, el Licenciado Hemmings, solía ser alguien bastante relajado y que a pesar de tener el estrés encima de ciertos cosas grandes, siempre sabía cómo aligerar el ambiente y hacer mejor estresante el trabajo.

Mi función como pasante era aprender y si debía de aprender algo importante era eso, la tolerancia y el saber soportar los momentos intensos del trabajo. Cosa que no se me dio hace unos minutos porque quería asesinar a la chica en la otra línea del teléfono.