𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 | 𝐋.𝐇 ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ

♡Positive♡

♡ La maternidad deseada es la más bonita ♡

Observé la hora en el reloj del horno microondas en la cocina, seguramente en unos minutos Luke llegaría y tenía muchos nervios, me sudaban las manos y el apetito se me había ido.

Escuché las cerradura de la puerta principal y las patitas de Petunia correr para recibir a su papá como siempre, últimamente Luke llegaba muy cansado del trabajo y apenas comía la cena y se metía a la cama para dormir.

Sin embargo, necesitaba su apoyo esta noche, era importante. Apareció en la cocina sonriente pero con la mirada cansada, sostenía en la mano una bolsa de la pastelería del centro y sonreí.

—Hola amor, al fin llegué —Me saludó besando mis labios, tomé la bolsa de sus manos.

—Hola bebé ¿Cómo te fue hoy? —Pregunté, suspiró abriendo la nevera sacando una cerveza y abrí la bolsa sobre la isla.

—Normal, lleno de pendientes que parece nunca acaban —Hice una mueca sacando el pastelillo. —¿Si son los que querías?

—Si, si, muchas gracias —Me acerqué a él y como estaba apoyado en el mueble de la cocina lo abracé con un brazo y sonreí. —¿Tienes hambre?

—No realmente, comí tarde —Asentí. —¿Pasa algo? Tienes esa mirada preocupada...

—Es solo que... Me siento algo nerviosa —Acaricio mi cabello y di otra mordida al pastelillo. Estaba muriendo de ganas por unos y le había mandado mensaje a Luke esperando que pudiera pasar por unos de camino a casa y si lo hizo.

—¿Por qué? ¿Qué sucede? —Suspiré observando a los ojos y lamí mis labios quitando cualquier rastro de chocolate.

—Tengo tres semanas de retraso en mi periodo amor... —Abrió la boca sorprendido y mordí mi labio nerviosa. —No lo sé yo, quiero hacerme una prueba pero quiero que estés conmigo.

—Amor, por supuesto que estaré contigo —Besó mi frente y sonreí con ternura. —No lo puedo creer ¿Realmente crees que estés embarazada?

—Puede ser, no lo sé, nunca me había retrasado tanto y siento que he aumentado de peso ¿No me notas diferente? —Me separé de él y reí viendo como hacia una mueca mientras me analizaba de pies a cabeza.

—Pues, no... Sigues igual de buena que siempre —Rodé los ojos y lo abracé de nuevo, dejé el papel del pastelillo a un lado y apoyé el mentón en su pecho. —¿Cuándo quieres hacerte la prueba?

—Compré una de camino al trabajo, es de las que indica las semana también... —Asintió con una sonrisita y se inclinó besando mis labios.

—Podemos hacerla ya si quieres —Asentí. —Dios... Imagina que si estés embarazada, me largaré a llorar.