♡One Shots +18♡
"Dulces sueños pequeña traviesa"
{Contenido sexual y lenguaje explícito}♡
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♡Una pareja de negocios algo inusual♡
Ajusté mis gafas concentrándome en los números en nuestros estados de cuenta bancarios, estaba revisando algunos cargos no reconocidos que me habían hecho en mi tarjeta de crédito y el proceso para renovar el plástico era todo un lío en el banco.
Aún así, siempre había sido bastante quisquillosa con mis finanzas así que yo era la que siempre revisaba los estados de cuenta tanto míos como de Luke. Suspiré tomando la calculadora al lado de mi lapicera de tela y comencé a sumar los ingresos que teníamos por nuestro trabajo.
No me consideraba una persona egocéntrica o presumida, de hecho, me consideraba muy introvertida y las personas que me conocían lo sabían, sin embargo, mi trabajo me obligaba a cambiar mi actitud y ser extrovertida, por lo que sonreí mirando nuestras ganancias. Grandes depósitos con cifras que mi título universitario no me daría hoy en día.
Terminé de revisar nuestros números y enviar un correo con nuestros estados de cuenta hacia nuestra administradora de finanzas para que se encargara del pago de impuestos, así que dejando de lado todo el papeleo en el escritorio me encaminé a nuestra habitación.
Luke no tardaría mucho en llegar y teníamos cosas que hacer el resto de la tarde por lo que comencé a cambiar las sábanas y colchas por otras, recogí el cesto de ropa sucia del baño y mientras metí ropa a lavar, la puerta principal del departamento se abrió dejándome ver al ser más sexy del planeta.
Luke estaba comenzando a ejercitarse más de lo normal últimamente por lo que ahora las camisetas que usaba para el gimnasio se abrazaban a su torso y podía observar las deliciosas figuras de sus músculos ante cada movimiento que hacía. Mordí mi labio observandolo dejar la pequeña mochila de Adidas sobre el mueble de la entrada y caminar hacia mi sonriente.
—Hola princesa —Llevé una mano a su mandíbula para poder saludarlo correctamente besando sus labios.
—Hola bebé, dios, apestas —Arrugué la nariz y reí observando su mueca, tenía el cabello atado con un pequeño moño detrás de su cabeza.
—Me daré una ducha y estaré libre el resto del día —Asentí volviendo a tirar de su rostro en la zona de su mandíbula para obligarlo a estrellar sus labios con los míos. —Tus piernas se ven deliciosas.
—¿No estás cansado para trabajar? —Pregunté, negó frotando la punta de su nariz con la mía.
—Jamás, ya regreso —Un último beso y desapareció rumbo a nuestra habitación para darse una ducha.
Estaríamos unas cuantas horas ocupados por lo que apagué las luces de la cocina y regresé a la habitación para preparar la cámara que usaríamos.
En unos cuantos días cumpliríamos nuestro segundo año siendo una de las mejores parejas en la categoría de sexo amateur en el sitio web para adultos más usado a nivel mundial, de hecho, estábamos en el top 3 de la categoría.
