'•Olor a lavanda.•' (en modificacion)

•Capitulo 21: D (recuerdos)•

Connor Rider

Entonces Winter tomó mi mano y me jaló hasta aquel gran árbol donde solemos sentarnos durante el recreo, es un lugar alejado y fresco de los otros niños.
Winter se tumbó al piso aplastando el suave césped riendo intensamente.
Mi sonrisa se agrandó ante su acción, desde que Winter se junto conmigo hace 2 semanas en aquel recreo me he sentido menos solito y olvidado.
Me senté a su lado, ella se sentó frente a mi sonriendo.

-¡Mira Connor! Comelo.-

saco su pequeña loncherita de tela y de ella sacó un sandwich de pollo.
Mis ojos brillaron y no dude en tomarlo y darle un gran mordisco.

-wow Winter, ¡tu mamá hace sandwiches muy bueno!.-

ella asintió tan energética como siempre.
Se recostó en el césped boca abajo colocando su rostro en sus pequeñas manos, movía sus pies en un Vaivén.
Ella siempre huele delicioso a lavanda, cuando está cerca su olor me envuelve, me pregunto dónde compra ese jabón que usa.

-¡bueno! Ya que somos amigos, ¿Porque los niños no se juntan contigo? ¡Eres un gran amigo!.-

trague el bocado que había acabado con mi sandwich, la mire unos momentos, sus ojos brillaban con curiosidad.

-¡Yo tampoco entiendo! Bueno, si, pero soy un gran niño ¿Verdad? Ellos me tienen miedo porque mi papá es el Mayor Rider.-

Ella soltó un quejido de sorpresa y tapo su boca con ambas manos, eso me causo sopresa a mi también ¿Dije algo malo?

-¡Tu papá es el señor Rider! Eso es genial ¡Dile que quiero ser como el! Quiero ser parte de ejército y defender mi patria.-

Su felicidad me causo impacto, a diferencia de otros niños no corrió de mi.

-pero eres una niña ¿Cómo piensas lograrlo?.-

rasque mi cabeza, ella me miró con el ceño fruncido y golpeó levemente mi cabeza.

-soy una niña, pero igual puedo lograrlo ¡Seré la primera mujer en el ejército!.-

Se paró victoriosa y brinco con mucha felicidad, mis ojos brillaron ante tanta inocencia.
Me sentí seguro con ella, me sentí querido y me sentí normal.

-entonces si vas a querer ir al ejército, ¿Te puedo acompañar?.-

Ella así,ntió muchas veces, volvió a tirarse al césped y tomo mis manos entusiasmada.

-¡Ya verás Rider! ¡Seremos parte de los brigadier si nos esforzamos!.-

Yo asentí feliz.
Ella paró su dedito meñique y lo acerco a mi, me sentí confundido.

-¿Que se supone que es esto?.-

-es una manera de prometer algo, rider.-

dijo un poco confundida, tal vez se extrañó por que no lo sabía.

-oh, ¿Y que se supone que prometemos?.-

Ella negó continuamente.
Ella tomo mi mano y la moldeo hasta que mi dedo meñique quedará igual que el suyo, entonces junto el suyo con el mío.

-nuestra promesa es ser los más grandes del ejercicio ¡Juntos!.-

-¿Juntos?.-

-Si, juntos...-