2. III

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Vigilados junto a los cuadros
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El mes de octubre ya había pasado, ya casi no pensaba en Jasper y los cullen, lamentablemente para bella no fue así, para su suerte ella tenía a su padre y hermano que estaban distrayendo la constantemente.

Limpiar no era su forma favorita de distraerse pero hoy era una muy particular, los Chise tenían una habitación aparte dónde solo se guardaban objetos que alguna vez pertenecieron pertenecieron a su madre.
Marcel, su padre, tuvo que ir de urgencia al hospital, otra vez habían encontrado cadáveres sin sangre en el cuerpo, así que como tal tendría que limpiar solo los hermanos.

-¿Limpiaras así?- Pregunto Chad al ver cómo Charlo tenía guantes, barbijo, botas de lluvia, la ropa tapaba cada parte de su cuerpo y en su cabeza había unas antiparras.

-Es que de lo contrario me entra tierra en el cuerpo y me brotó- contesto la rubia con cierta vergüenza.

Empezaron limpiando los trofeos de música y escritura que había hasta que llegaron a los enormes cuadros, grande fue su sorpresa al ver una pintura tan parecida a la que tenían los cullen, la diferencia era que en este faltaban dos de los tres hombres, el único presente en la pintura era un hombre de cabello bastante largo, negro, ojos rojos y una piel tan pálida como la de Carlisle, vestía de batas negras con detalles en rojo y dorado, al dar vuelta aquella obra de arte tenía algunas pequeñas letras escritas.

"Para Aro, mi primer amor y el más terrorífico de ellos, lamento haberme ido, lamento no haber aceptado tu regalo"

-Mama era todo una picara- hablo con ironía Chad

-Ya e visto a este hombre, en una pintura más antigua-

-Es algo ilógico, este hombre debe tener la edad de papá-

Charlotte mostraba un rostro preocupado, su hermano ya sabía lo que significaba aquello.

-¿Vas a hacer algo ilegal?- Pregunto Chad

-¿Entrar sin permiso a una propiedad privada es ilegal?-

-Si, de echo si...-

...

-No puedo creer que me hallas echo hacer esto- hablo el de cabello oscuro al estar frente a la casa cullen

-Aja si, como no, no estás aquí encontrá de tu voluntad así que ve y habré esa puerta-

Chad, prácticamente sintiéndose obligado utilizo algún que otro truco extraño hasta que por fin la abrió haciendo que su hermana entrara primero seguida de el, subieron hasta el segundo piso donde estaba la pintura.

-Es está- hablo la rubia mientras tomaba su teléfono para sacarle una foto al cuadro.

-Tenias razón, parece ser del siglo 18, tal vez el 18 incluso siglo veinte-

-Ya está ahora salgamos de aqui-

Cuando estaban cerrando la puerta ambos empezaron a sentirse observados, como si hubiesen visto cada pequeño detalle de ellos.

...

-Es ahora cuando me dices el porque conocías esa casa en el medio de bosque y donde estaba esa pintura- esta vez el teno del menor era mucho mas serio, por suerte ya habían llegado a su casa aunque la sensación de ser observados todavía seguían, aunque ambos decidieron ignorar aquello

-es una larga historia-

-tengo todo el tiempo del mundo para escucharla-

-Habia un chico que vivía en esa casa, era un raro de primera, igual que su familia aun asi habia algo que me cautivaba de el-

-Eso quiere decir que entramos a la casa de tu ex...-

-No es mi ex como tal-

-Tu no te preocupes por el reina, yo estoy aquí para curar tus penas.






















Endless pain | Jasper Hale |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora