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Wendy sabia que quizá no era el momento de echarse a reír pero no pudo evitarlo. Y supuso que era lo mejor que podía hacer después de no saber como reaccionar a toda la situación. Se dejo llevar por la risa, así como se dejo llevar por la rabia cuando se encontró a si misma encerrada en aquella celda. Peter, mientras tanto, le miraba molesto, pensando que aquel momento no era para nada divertido.

—¿Que es tan gracioso? —Se mostraba impaciente, antes no habría tenido que lidiar con extraños y ahora esta chica, desconcertada, llegaba y se reía sin razón. Peter sintió ganas de arrastrarla el resto del camino pero algo en la risa de ella le pareció cautivador. Era la primera persona que veía reír en años.

—Lo siento.. —Ella intento calmarse y respirar profundamente, apartándose el cabello del rostro— No se cual es este lugar pero de donde yo vengo, nadie tiene nombres tan ridículos. ¿Garfio? ¿En serio? —Otra risa salio de ella y Peter volvió a fruncir el ceño— ¡Es muy tonto! ¿No me digas que tiene un garfio en la mano? Eso seria el colmo.

—Lo tiene. Tiene un garfio en la mano. —Peter hablo tan seriamente que Wendy dejo de reir— Mato a mucha gente con esa cosa ¿y a ti te parece gracioso?

—Lo siento.. —Volvio a decir. Wendy se sintió regañada, no le gusto y bajo la cabeza. Hacia mucho tiempo que nadie le reprimía, ella era su propia madre y la de sus hermanos. Nadie mandaba sobre ella así que no podía darse el gusto de comportarse de manera infantil— No sabia que..

De repente, un sonido melodioso le hizo subir la cabeza. La risa de Peter. Wendy logro ver como le costo un poco hacerlo, como si no lo hubiera hecho por tanto tiempo. Primero fue un risa débil, como las que hacia Wendy cuando veía bailar a John, y luego se volvió mas fuerte y ridícula. Su cara se ilumino por completo, se formaron pequeñas arrugas en la comisura de sus ojos, su sonrisa ocupaba toda su cara. Era una persona totalmente diferente y Wendy no podía creerlo.

—Tienes razón, es muy tonto.. —Bajo también la cabeza, intentando ocultar esa sonrisa mientras Wendy no apartaba los ojos de él— Te diré algo todavía mas gracioso. —Se acerco a ella, mirando a ambos lados con cautela y acerco su boca al oído de Wendy, ella sintió ganas de apartarse pero no lo hizo— Yo le corte la mano. Me odia pero se lo merecía.

—¿Estas bromeando? —Wendy se aparto muy sorprendida y otra sonrisa logro escaparse de sus labios— Estas desquiciado, ¿cortarle la mano a un dictador? 

—Hasta este día aun no se como lo hice. —Se encogió de hombros y su sonrisa se volvió mas relajada y sencilla. Wendy llego a pensar que era linda.

—¿Y eso que importa? Lo hiciste y estoy segura de que mucha gente aun habla de eso. —Despues de decir eso, Wendy miro a su alrededor: la ciudad vacía, las calles sucias y llenas de escombros, los edificios  y casas abandonadas— Si aun queda algo de gente..

—El refugio.. Debemos irnos. —Peter hizo una seña con su cabeza y empezó a caminar, mientras que su mano tomaba su arma y daba pasos sigilosos. 

—¿Pasa algo? —Pregunto ella en voz baja, sintiendo que algo no iba muy bien. Intento ser silenciosa como Peter, quien miraba a todos lado con preocupación.

—Androides. —Fue lo único que dijo antes de apuntar su arma a algo que Wendy no pudo ver pues exploto después de unos segundos.

Del ser que estaba a unos metros frente a ellos, y que salio de un callejón, no quedo nada. Solo el humo de la explosión y algunas chispas que se estaban dispersando. Cuando el humo se aclaro, Peter se acerco dando grandes pasos y Wendy tuvo que seguirle. A sus pies había un montón de pedazos de metal brillante, una armadura cubierta son retazos de tela quemada, quizá un uniforme, una cabeza robótica a unos pasos mas allá, un brazo de metal y otro... un brazo humano. Wendy ahogo un grito y Peter le miro.

Broken Neverland [Peter Pan Modern!AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora