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Izuku terminó de subir por la plancha con una sonrisa satisfecha. Las grandes velas blancas del barco se agitaban con el fragor del ligero viento, y el casco del barco bailaba con el oleaje del mar azul.

Abajo, su familia había asistido para despedirlo, y gran parte del pueblo estaba ahí para presenciar la marcha de los recién casados. El sol acarició suavemente mientras el barco avanzaba.

—¡Adios!— Le gritó Uraraka—. ¡Los dioses los protejan!

Y vaya que la necesitaban. Por órdenes de Bakugou, en el barco solo irían ellos tres, no tenían tripulación alguna o capitán que dirigiese, y todo por celos. Según el rubio, no podía confiar en ningún hombre livinidoso que le veía la cadera a uno de sus esposos.

Así que ahora, en ese gran barco solo estaban ellos tres. Shoto estaba sentado a pocos pies de él, mientras Katsuki timoneaba el barco. Poco a poco perdían de vista la costa, y el gran mar se extendía ante ellos.

—Sigo pensando que debimos traer al cocinero—. Se quejó Shoto

—No, no olvido la vez que te sirvió una copa de vino con una manzana en forma de corazón

—Katsuki, eso fue hace como ocho años, ¡yo tenía quince!

—Si, y el viejo te estaba acechando, no lo he corrido solo por que Aizawa no quiere buscar otro cocinero fiable.

Izuku se sentó al lado de Shoto y recargo su cabeza sobre el hombro de este.

—Majestad, yo cocinare para ustedes, y aunque no prometo que sea tan bueno si puedo prometer que no pasarán hambre.

Shoto se inclinó hacia él con una sonrisa.

—Me complace tener un esposo más sensato, si los dos fueran iguales seguro este barco terminaría encallado

—¡Ja!— Exclamó Katsuki—. ¿Sensato él? ¿Él mismo que me intentó golpear cuando le regalé un jardín y que nos tiró vino encima cuando le propusimos matrimonio? Uf, la sensatez desborda de su cuerpo.

Izuku se cruzó de brazos ofendido y levantó el mentón con toda la dignidad que pudo.

—Yo no recuerdo que esos eventos sucediesen de tal forma, es decir, recuerdo que estuve muy tranquilo en esos dos sucesos.

Katsuki arrugó la nariz y rodó los ojos. Luego se inclinó al frente y apoyó los antebrazos en el timon, luego le sacó la lengua ligeramente mientras se reía.

—¿De veras? Yo recuerdo que gritabas: ¡No me toqué ahí, no me toqué ahí!

Izuku se levantó, ofendido y se cruzó de brazos.

—Bajaré a la cocina, y espero que no me molesten.

El peliverde se llevó la mano a la cabeza mientras se bajaba el velo nuevamente y aprovechaba para sacarles la lengua, de otra manera no se atrevería a faltarles al respeto a ese par. Cuando estaba cerca de la puerta, Bakugou le gritó:

—¡Oye esposo, ahora tienes que llamarnos por nuestros nombres!

Midoriya se giró para echarles un vistazo, y se recostó contra la puerta, pestañeando coquetamente mientras se llevaba la mano al pecho.

—Sus majestades no podrían esperar que un simple plebeyo como yo se tome tantas libertades— Deku fingió estar avergonzado—. Pero si es su deseo, que los llame como mis esposos; Katsuki y Shoto, entonces no podría protestar ante eso.

Los Sultanes compartieron una mirada, sin saber que decir exactamente. Shoto fue el primero en reaccionar.

—Nunca lo he echo en la cubierta de un barco

—Y no será hoy tampoco.

Asi, el peliverde pudo entrar burlonamente a la cocina.

...

Deku sabia que algo no iba bien incluso antes de subir enteramente a cubierta, habia visto la mala cara que tenia Shoto mientras leia una carta y como Katsuki escribia con desesperacion sobre un papel. 

—Parece que ocurre algo, ¿todo bien?

Los sultanes lo observaron y luego compartieron una mirada preocupada.

—Bueno no es algo malo, pero tampoco muy bueno. Nuestro pais vecino, el reino Blanco sabe que estamos navegando en sus aguas, y nos han invitado formalmente a una audiencia.

Deku lo penso por un momento.

—No conozco a nadie de ahi, no estuvieron en nuestra boda, el unico que asistio fue ese viejo canciller que me regalo un juego de te, ¿seria malo no ir?

Bakugo suspiro con pesar.

—Seria pesimo, la madre de Shoto viene del pais Blanco, si no asistimos a la reunion podrian tomarlo como una groseria.

Cruzado de brazos, Deku dio un pisoton a la cubierta del barco.

—Yo considero que no haber asistido a nuestra boda fue grosero de parte de ellos, no me apetece tenerles consideracion ahora

—Midoriya, no queremos ponerte nervioso, es solo que la Emperatriz, mi tia, esta muy molesta por que no tomamos a ninguna de sus hijas como esposa. Le expreso a nuestros padres las miles de razones por las que debian impedir que nos casaramos contigo—. Shoto lucia bastante avergonzado de decir aquello.

Izuku no estaba para nada contento, debia interrumpir su luna de miel para asistir a un lugar donde no lo querian ver.

—Piensa en el lado bueno

—Ni me imagino cual es

—Es tu primera visita diplomatica a otro pais, ahora que eres consorte nuestro y futuro Emperador del Pais de las flores debes de saber estas cosas, tomalo como aprendizaje de tus deberes reales; no hagas reverencias pues no eres mas un plebeyo comun, nunca bajes la mirada pues es signo de debilidad, evita quedarte a solas con desconocidos pues ahora estas casado, evita...

—¿Mis queridos esposos no querran tambien pedirme que deje de respirar y comer para verme mas sofisticado? Es lo unico que falta en esa cuantiosa lista vuestra

—Midoriya, por favor, no sera mas que un dia, luego seguiremos navegando, y antes de que te des cuenta ni recordaremos tan mala experiencia—. Le prometio Shoto.

Izuku asintio.

—Sospecho que igualmente no tengo muchas opciones, no quisiera quedarme toda la noche en este barco mientras esa tia tuya les encasqueta a sus hijas

—Alguien parece celoso—. Se burlo Bakugo

—Ni aunque me regalaras el Nilo.

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Primero que nada, no habia ctualizado por razones de fuerza mayor, mi abuela fallecio y la casa era un desastre por donde se viera, mi celular se me rompio el dia de su muerte y no lo he remplazado asi que escribir en computadora es mas dificil de lo que creia. Los errores ortograficos que encuentren los correjire depues, aun sigo un poco distraida. Espero que esten bien, cuidense.

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