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Capítulo 02.

Dos autobuses estaban estacionados enfrente del instituto. Alumnos formando dos filas ocupaban toda la acera. Maya arrastraba su maleta, evitó cruzarse con personas conocidas. Encapuchada, se metió en el primer autobús. Sentándose al final, colocó sus cosas, se puso los auriculares y cerró sus ojos.

El autobús se puso en marcha. Maya notó como alguien cerraba la cortina, levantó la cabeza un poco y al abrir los ojos, estos chocaron con los de Zack.

— Tus ojos...

— Son bonitos, ¿cierto?— Sonrió Zack.

— Demasiado cerca...— Susurró.

Zack se echó para atrás, se sentó al lado de ella.

— ¿Te mareas?

— No, me entra sueño...— Bostezó Maya.

Zack movió su hombro.

— Puedes apoyarte.

— Estarás incómo...— Sin terminar la frase, se quedó dormida.

Un viaje de 7 horas por fin había terminado, Zack y Maya bajaron del autobús. Recogieron sus cosas y se pararon enfrente de un gran edificio.

— ¿Vamos a vivir aquí?— Bastante impresionada.

— Parece que sí. Veamos cómo es por dentro.

Al entrar, se podía contemplar un espacio muy luminoso. Un mensaje de texto les llegó a ambos. "Vuestros dormitorios serán asignados en el jardín del edificio uno" Buscaron el jardín, una gran fila de adolescentes llenaba el jardín.

— No parece que tarden mucho.

— Creo que esta no es la primera ronda de alumnos.— Dijo Maya.

Quince minutos después, un señor con carpeta azul les preguntó sus nombres. Después de buscarlos en la lista, los tacho y les entregó una llave, un mapa y una pequeña libreta donde explicaban las normas.

— Me ha tocado el segundo piso.—Dijo Zack.

— A mí el tercero.— Dijo Maya.

— Qué pena, no vamos a ser vecinos.— Murmuró Zack.

Se quedaron en la entrada, querían hacer un recorridos antes de que se hiciese de noche, para conocer el lugar. Una chica con el teléfono en la mano, tropezó con Maya en la entrada.

— Lo siento.— Dijo la chica arrepentida en el suelo.— ¿Estás bien?

— Sí...— Maya se levantó con la ayuda de Zack.

— Lo siento.— Dijo de nuevo levantándose y recogiendo sus cosas.— Soy nueva aquí y estoy algo despistada...

— No te preocupes, ¿estás bien?

— Sí.

— ¿Cómo te llamas?— Preguntó Maya.

— Soy Bonnie, ¿y vosotros?— Dijo mirando a ambos un poco avergonzada.

— Yo soy Maya.

— Yo me llamo Zack.

— Encantada.

— Igualmente.— Dijeron ambos a la vez.

— Me disculpo de nuevo, debo irme, tengo prisa.— Bonnie se despidió y salió corriendo.

Bonnie entró al ascensor con prisas.

— ¿A qué piso vas?— Preguntó Bonnie.

— Al tercero.— Dijo un chico.

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